La nueva tasa entró en vigor el 1 de enero

El impuesto al refresco genera en Canarias un millón de euros en lo que llevamos de año

El Gobierno de Canarias ha recaudado con el impuesto a los refrescos azucarados y bebidas energéticas, que se puso en marcha en enero de este año con el objetivo de desincentivar su compra por los efectos que tiene en la salud, un millón de euros más.

Según los datos que maneja la Consejería de Hacienda, en lo que llevamos de año la recaudación de las bebidas azucaradas y energéticas asciende a cuatro millones de euros. La cifra supone un millón más de los que se habrían obtenido en 2023 de haber estada implantada esta tasa.

Cabe reseñar que las bebidas azucaradas y energéticas estaban gravadas hasta este año con un tipo impositivo del 3%, como el resto de bebidas, pero desde enero se elevó el tipo para los refrescos al 5%, con el objeto de desincentivar su compra, sobre todo entre los más jóvenes por los riesgos que entraña para la salud, con enfermedades como la obesidad. Como señalan fuentes de Hacienda, el impuesto no tiene afán recaudatorio, como evidencia el millón de euros de más que han ingresado las arcas públicas. Las bebidas azucaradas no proporcionan ningún beneficio nutricional y tienen costes muy claros para la salud pública y la de los individuos que las consumen, como se recoge en un informe de Salud Pública elaborado por expertos de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y de Las Palmas de Gran Canaria.

Según este estudio, la imposición se plantea como el instrumento más eficaz para tratar de paliar los efectos negativos del consumo a pesar de que su aplicación no suele ser bien recibida por la industria del sector.

En el caso de Canarias, el precio de las bebidas azucaradas se elevó en varios céntimos.

Con la medida Canarias seguía los pasos de España, que en 2021 implementó una subida del IVA del 10% al 21% para las bebidas azucaradas. En aquel momento Canarias quedó fuera al tener su propio impuesto indirecto, el IGIC.

Los estudios realizados a nivel nacional -en las islas aún no hay balance- para determinar si la subida del impuesto redujo el consumo determinaron que sí pero que no fue igual para todos.

El estudio realizado al primer año de la subida del IVA a las bebidas refrescantes concluyó que solo los hogares más pobres redujeron el consumo de las bebidas refrescantes y lo hiacieorn en un 13%. En el caso de las clases medias y altas, no hubo un impacto «estadísticamente significativo», según los autores del estudio. Habrá que esperar al cierre del año para tener un balance de cómo ha evolucionado el consumo, que en el caso de Canarias se ve influenciado por el peso del sector turístico.