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El Rey Felipe VI confió hoy en su discurso en la clausura de la XVII Cumbre Cotec Europa, en que la Unión Europea siga trabajando «con firmeza y altura de miras» para lograr la reactivación tecnológica e industrial. La Cumbre Cotec se celebra en la capital grancanaria desde ayer con la presencia del presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la ausencia del de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que no ha podido asistir por la gravedad de los incendios que asolan el país desde hace días.
El monarca se ha dirigido en italiano a Mattarella y se ha referido a la abultada presencia de ciudadanos italianos en las islas, que contribuyen a la economía y el empleo de las islas.
También tuvo palabras de afecto y solidaridad para el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa, que tuvo que cancelar su participación y regresar de urgencia para estar con su nación en un día de luto nacional en memoria de las víctimas de los incendios que han azotado el país vecino.
Durante su intervención, el Rey también destacó la «verdadera y urgente necesidad» de una política industrial europea «más fuerte, cohesionada y estructurada», tal y como se puso de manifiesto en la cumbre Cotec celebrada en Portugal hace diez años.
Una idea, que según el monarca hoy en día parece obvia, pero que hace «una década no calaba de la misma forma en la opinión pública», al mencionar que se han ido dando algunos hechos trascendentales como la pandemia, una guerra y una sucesión de crisis financieras y de suministros que «nos han llevado a tomar conciencia, a los europeos, de que hay objetivos que solo podemos lograr si estamos unidos», haciendo un llamamiento para reforzar la soberanía tecnológica, apostar por la transición energética, reforzar las infraestructuras y «guiarnos por los más altos estándares sociales y ambientales».
Una idea, que según el monarca hoy en día parece obvia, pero que hace «una década no calaba de la misma forma en la opinión pública», al mencionar que se han ido dando algunos hechos trascendentales como la pandemia, una guerra y una sucesión de crisis financieras y de suministros que «nos han llevado a tomar conciencia, a los europeos, de que hay objetivos que solo podemos lograr si estamos unidos», haciendo un llamamiento para reforzar la soberanía tecnológica, apostar por la transición energética, reforzar las infraestructuras y «guiarnos por los más altos estándares sociales y ambientales».
El conjunto de estas apuestas alumbraron el plan Next Generation, que Felipe VI considera «el mayor esfuerzo de los países europeos para que la Unión recupere el lugar que le corresponde en el ámbito tecnológico e industrial». Además, señaló que estos conceptos también se pueden ver en piezas importantes del marco regulatorio de la UE, como el Reglamento de Semiconductores o Chips, el de Materias Primas Fundamentales o el de la Industria de Cero Emisiones Netas.
El Rey prosiguió subrayando que en su mandato recién estrenado, la UE pondrá el énfasis en la seguridad económica y en cómo promoverla a través de las capacidades tecnológicas propias, las alianzas con países terceros y la cooperación entre los socios comunitarios. «La voz del Sur de Europa deberá oírse con claridad en esa reflexión conjunta», apostilló.
Según Felipe VI el marco común invita a una evaluación de los riesgos para la seguridad económica en cuatro áreas particulares que han sido tratads en la cumbre de Cotec; cadenas de suministro; seguridad física y cibernética de infraestructuras críticas; seguridad y fuga de tecnología; y la instrumentalización de las dependencias económicas con fines coercitivos.
Por ello, animó a los participantes de Cotec «a seguir por esa vía» ya que «pueden aportar mucho en tareas como la elaboración de listas de tecnologías críticas, la evaluación de riesgos y el despliegue de una doble transición, digital y verde».
Por último, compartió que en sus estudios, Cotec España «se ha centrado en la soberanía tecnológica, y fruto de ello son sus estudios sobre complejidad económica o los grupos de trabajo como la propiedad industrial, la economía del hidrógeno o los semiconductores» y comentó ser consciente de que «Cotec Italia y Cotec Portugal andan embarcados en tareas similares, y que este encuentro en Canarias habrá servido para compartir ideas y diseñar colaboraciones futuras».
La jornada de clausura de la cumbre de Cotec también contó con la participación de Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, quien recalcó cómo los problemas de seguridad y defensa no se perciben como una amenaza existencial por parte de los europeos.
«Por eso no reaccionamos con la suficiente diligencia. Habría que anticiparse a la próxima crisis», recalcó durante la cumbre con la presidenta de Cotec España, Cristina Garmendia, y a quien el rey agradeció su empeño por llevar a Europa a donde se merece a pesar de las dificultades.
Borrell continuó argumentando que la UE no se concibió como un instrumento de poder: «andábamos con los derechos humanos y el comercio y hemos sido ingenuos al medir las intenciones de los otros. El mundo ha cambiado mucho y para mal», explicó Borrell, para quien la única forma de «no perder el tren» pasa por invertir más y superar la división nacional entre los estados miembro.
En un mensaje por vídeo, el presidente portugués Rebelo de Sousa agradeció en nombre de su pueblo, en el día de luto nacional por las víctimas de los incendios, la solidaridad de los pueblos español e italiano.
Sobre los retos tecnológicos de la UE, destacó que existe un retraso de más de una década frente a Estados Unidos y China por lo que considera que no se puede ignorar ni desperdiciar la oportunidad del nuevo ciclo que se inicia en Europa.
Por su parte, el presidente de la Républica de Italia, Sergio Mattarella, explicó que Europa tiene que apostar por la soberanía tecnológica y hacer un esfuerzo comunitario conjunto para desarrollar la innovación y dejar de depender de actores externos.
El acceso a la innovación no debe ser, en opinión del presidente italiano, una prerrogativa exclusiva de algunos países sino que tiene que formar parte de todos de forma compartida.
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