«No podemos discutir horarios cuando hay una tienda en el móvil de cada persona las 24 horas»
El responsable de la asociación que aglutina a las medianas y grandes empresas de la distribución de Canarias considera que el Gobierno de Canarias debería «tomarse más en serio» al comercio de las islas. Advierte de que la inflación empieza a pasar factura al sector comercial
El secretario general de Asodiscan, organización que representa a las medianas y grandes empresas de la distribución de Canarias, es también el director regional de Comunicación y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés en las islas. Desde el cargo que ocupa tiene una visión amplia del sector comercial y analiza esta entrevista los desafíos para los próximos años tras la pandemia y en plena espiral inflacionista.
– La inflación tendrá un coste en las familia canarias este año de 2.300 euros. ¿Qué impacto tendrá en el consumo? ¿Notan ya cierto retraímiento?
– Estamos en una inflación del 9,8% y se prevé que va a seguir subiendo. En 2022 vamos a tener que convivir con tasas muy altas aunque desconocemos en cuánto y cuándo se parará. La influencia que tiene es determinante en toda la economía y el consumo se está viendo muy afectado. El consumidor está haciendo un uso de su capacidad de gasto muy precavido y prioriza lo imprescindible y retarda el gasto en otro tipo de consumos. Parece que la Semana Santa está yendo muy bien en movilidad interinsular y eso es bueno y positivo. Se está haciendo uso del ahorro embalsado en la pandemia pero estamos en una situación de incertidumbre muy elevada.
– ¿En qué se nota ese gasto «precavido» de los consumidores canarios? ¿Compran menos producto o llenan igual la cesta de la compra pero con producto más barato?
– El consumidor siempre es sensible al precio. Ahora lo que sucede es que lo es mucho más. La variable precio es determinante y el consumidor responde mejor a todas las prácticas de descuento, incentivos y ofertas que realizan las enseñas como la segunda unidad, el ahorro para compras posteriores... Ahora el precio se mira con lupa y si el consumidor tiene respuesta en otra marca distinta a la suya, de otro fabricante o de marca blanca, traslada su gasto donde siente que su capacidad de gasto está más protegida y puede obtener más por el mismo dinero.
– El sector de la moda, el textil, los complementos, que fue uno de los más castigados por la pandemia sufre con la inflacion un nuevo golpe cuando aún no se había recuperado de la caída de la covid.
–No, no lo había hecho aún. Sufrió como todos pero la recuperación estaba siendo más lenta. Ahora viene la inflación, que es un impacto brutal, y será este segmento uno sobre el que más va a reflexionar el consumidor a la hora de decidir su gasto. Sigue siendo un sector muy afectado.
–¿En qué porcentaje de ventas se estará aún con respecto a 2019?
–Seguimos estando entre un 25% y un 30% por debajo. Puede haber operadores con una situación diferente pero en términos generales, como sector, estamos ahí.
«El consumidor canario hace un gasto más precavido ahora. Mira el precio con lupa»
–¿Se volverá en algún momento al nivel de ventas prepandemia? Porque la covid trajo un cambio de hábitos y muchas personas se han dado cuenta de que no necesitan comprar tanto.
–Es verdad que la pandemia nos ha enseñado otras formas de consumir pero también es cierto que todo el mundo tiene ansias por recuperar la vida previa a la pandemia. Algunas rutinas se mantendrán pero, en cuanto se pueda, se volverá a hacer una vida similar a antes de la covid. Se volverá a socializar, a celebrar bodas, bautizos, comuniones, viajes... De hecho, ya nos estábamos recuperando. El textil cayó más de un 60% y en 2021, pese a ser un año complicado con restricciones, oleadas y demás, se recuperó en parte. Ahora nadie contaba con esta inflación y esta guerra.
–Ha subido la luz, los fletes del transporte, la mercancía... ¿han trasladado al producto los distribuidores la totalidad del coste?
–Llevamos 14 meses con una inflación subiendo exponencialmente. Todo el comercio llevamos conteniendo ese incremento para no repercutirlo en el precio porque sería un freno en la recuperación. Ahora, con una inflación en dos dígitos y subiendo, empezamos a repercutirlo en el precio pero no en su totalidad. Es necesario. Hay empresas del sector comercial de Canarias que, con el alza de la electricidad, están ya en pérdidas y si no se soluciona lo del recibo de la luz podrían terminar cerrando. La gran preocupación mundial es cómo pagar la energía. Hay que cambiar el modelo pero eso no se hace de la noche a la mañana.
–Lo que han hecho los fabricantes es reducir producto para mantener el precio, la reduflación.
– Nosotros vendemos el producto ya elaborado pero leemos que es un fenómeno que se está produciendo aunque no tenemos constancia. Lo que no se puede dar es un fraude pero si la cantidad viene detallada en el envase la práctica no es ilegal. Podría considerarse poco ético pero no ilegal.
«El consumidor debe saber que limitar las unidades de compra en el súper le protege y garantiza el abastecimiento»
–El Gobierno de España dentro del Plan Nacional anticrisis ha realizado un cambio normativo que permitirá a los supermercados limitar el número de unidades de un producto que pueda adquirir un consumidor. La medida levanta cierto temor.
–No debe ser así. Es una práctica muy correcta que venía pidiendo el sector. El último ejemplo ha sido el aceite de girasol. El consumo al año en España es de cuatro litros por persona. No había sentido en que hubiera personas que pasaran por caja con 20 litros. Esto obedece a un afán de especulación: generar desabastecimiento para revender o hacer un mal uso de esta mercancía. Limitar el número de unidades lo evita. No es una cartilla de racionamiento sino un mecanismo para disuadir al especulador. El consumidor debe entender que esa norma lo que hace es protegerle y garantiza el abastecimiento.
–El sector comercial de Canarias lleva meses batallando para conseguir que se implante en Canarias un sistema digital de tax free similar al que existe en la península para que los turistas, sobre todo británicos, puedan conseguir la devolución del IGIC. ¿Ya tienen fecha para su estreno?
–Tuvimos una reunión recientemente y la directora de la Agencia Tributaria Canaria, Raquel Peligero, nos informó de que en breve se pondrá en marcha la versión de prueba y de que los kioskos ya están comprados para instalarse en puertos y aeropuertos para que los turistas puedan recuperar su dinero. Yo quiero creer en su palabra y que antes del verano esté funcionando este sistema digital porque el turista pregunta por él. Tras el 'brexit', al pasar los británicos a ser extracomunitarios, tiene mucho sentido y el comercio tiene una oportunidad bárbara. También quiero creer que el sistema va a funcionar, ya que el Gobierno de Canarias ha decidido crear su propio sistema en lugar de implantar el que estaba en la península, que ya conocen turoperadores y turistas. No sé si salirnos del sistema estándar que funciona en todo el mundo será bueno o no para nosotros. El tiempo dirá. Aquí ha habido un problema de concepto. El Gobierno considera que al ser una zona de baja fiscalidad no es atractivo pero nosotros sí lo creemos porque aparte de imanes de nevera o camisetas, los turistas también compran bolsos de piel, relojes de firma y artículos que en Canarias soportan el 15% de IGIC y que en sus países son muy caros.
–Hablando de fiscalidad, otra de las batallas del sector comercial es conseguir que se elimine la exención del IGIC para las compras de hasta 150 euros en el comercio electrónico. ¿La dan por pérdida?
–Nosotros no vamos a parar hasta conseguirlo. El Gobierno de Canarias está en una gran contradicción. Por un lado, tiene un AIEM para proteger la producción local de las importaciones de fuera y por otro lado, al comercio electrónico le exonera del pago del IGIC y del AIEM de los productos que vienen de fuera de valor inferior a 150 euros. Tiene que haber las mismas reglas de juego para todos los actores de un sector. La fiscalidad no puede ser una ventaja competitiva de unas empresas sobre otras y no tiene sentido que el Gobierno de Canarias se convierta en espectador de un canal que no para de crecer y que los grandes beneficiarios son empresas que no están en la Unión Europa. Esto está afectando además al tejido comercial de las islas y a su empleo, que ya te digo yo que no va a encontrar trabajo en esas plataformas digitales que ni siquiera están en la Unión Europea. Y, ojo, Canarias es el único territorio de la Unión Europea que mantiene ese exención para las compras de bajo valor. Ahora entendemos que, al ser año preelectoral, es mal momento para este tipo de decisiones pero el tema sigue sobre la mesa. El Gobierno de Canarias debería tomarse más en serio al comercio que representa el 13% del PIB y el 20% del empleo.
«Las reglas de juego deben ser iguales para todos, de ahí que se debe eliminar la exención del IGIC para compras de hasta 150 euros en el comercio electrónico»
– Centrándonos en El Corte Inglés, ¿qué estrategias va a ponerse en marcha para competir precisamente con los grandes del comercio online como Amazon?
– Lo que hemos hecho es intentar dar a nuestros clientes la respuesta que buscan y que puedan comprar en el canal que elijan. Hemos potenciado la venta electrónica todo lo que hemos podido, hasta el punto de que en plena pandemia creamos una web específica para Canarias para optimizar mejor los stock y acortar los tiempos de espera del cliente. Nuestra apuesta es total por la digitalización y la omnicanalidad porque creemos que la actividad comercial va a ser eso. El comercio electrónico no es una moda y el cliente debe poder comprar dónde y cuándo quiera. Esto nos lleva a seguir reclamando una puesta al día de las normas que regulan la actividad comercial. No tiene sentido que el comercio electrónico pueda abrir 24 horas al día los siete días de la semana y el comercio presencial esté obligado a mantener un 15% del año las tiendas cerradas porque seguimos aplicando unas normas que se crearon para un entorno físico. No se debería seguir discutiendo cuándo podemos abrir, qúe días y dónde cuando hay una tienda en el móvil de cada ciudadano abierta 24 horas al día y con una respuesta cada vez más eficiente y rápida. No pretendemos que las tiendas físicas abran todos los días y a todas horas pero no puede ser que tengamos todavía el mismo número de festivos que hace diez años sobre todo porque la actual regulacion al que no sirve es al consumidor, que muchas veces quiere ir a una tienda y se la encuentra cerrada.
–En las capitales canarias la situación está resuelta con la apertura los domingos en la temporada de cruceros, ¿o querrían más?
– Hay ciudades como Las Palmas de Gran Canaria que han sabido adaptarse pero hay un mínimo nacional de 16 festivos que se permite a las comunidades autónomas reducir hasta 10, que son los que hay en Canarias. Nosotros no queremos que sea como Madrid, donde se puede abrir todos los días, porque no tenemos ni su economía ni su turismo pero creemos que las aperturas en domingo se podrían elevar hasta las 16. Hay que tener en cuenta que aunque en Las Palmas de Gran Canaria se puede abrir por los cruceros solo se trata de unas zonas, el resto del comercio está cerrado. El Corte Inglés por ejemplo tiene una tienda en Mesa y López y otra en Siete Palmas. La primera puede abrir siete meses al año sin restricción pero la segunda está sometida a una rigidez que lo único que provoca es el trasvase del consumo.
«No pretendemos poder abrir todos los días del año pero no tiene sentido que se discuta el horario de las tiendas físicas cuando el canal online está abierto las 24 horas del día los 365 días del año»
– Finalmente, El Corte Inglés siempre ansió un centro en el sur de la isla y hubo varios proyectos que no salieron adelante. ¿Sigue esa idea viva o ya se ha descartado?
– En más de 40 años de El Corte Inglés en Canarias ha habido varios proyectos para ir a los sures de Gran Canaria y Tenerife. Hubo varios intentos que por varias razones, la mayoría urbanísticas y de desarrollo del suelo en el que iban a ubicarse, no cristalizaron. No sabemos lo que traerá el futuro aunque está claro que nos visitan al año 15 millones de visitantes y todo lo que sea estar cerca de esos turistas nos interesa. No hay ningún proyecto en el cajón pero tampoco se descarta.