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Imagen de las zonas potenciales para instalar molinos en Gran Canarias. La extensión es de 220 kilómetros cuadrados de su mar. C7

Las islas tienen potencial para instalar molinos en 2.300 kilómetros de su mar

Los estudios prevén ocupar un 8% de la superficie de las aguas isleñas. La isla de Fuerteventura es la que más oportunidades presenta, con 1.500 kilómetros cuadrados. Se prevé instalar 15.000 megavatios: 2.500 para consumo de las islas y el resto para exportar

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 8 de mayo 2022

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La energía eólica marina se ha convertido en un nuevo El Dorado para el archipiélago canario. La instalación de molinos eólicos plantea para las islas un nuevo nicho de negocio que va mucho más allá de la generación de energía limpia y la descarbonización del archipiélago.

Los planes iniciales plantean la implantación de molinos en el mar para reducir el consumo de las islas de energías contaminantes. La previsión es que en 2040 se hayan instalado 2.500 megavatios de potencia y que los aerogeneradores en el mar aporten el 20% de la energía de las islas.

Sin embargo, el negocio de la eólica en Canarias es mucho más ambiciosoy se dirige a la fabricación y exportación de energía limpia a otros países, y sobre todo, al continente africano, en distintas formas de almacenamiento como amoniaco o hidrógeno verde. En total se estima, que se podrían instalar en aguas de Canarias 15.000 megavatios, 2.500 para consumo eléctrico de las islas y 12.500 para su exportación. De ahí, la necesidad de crear en el archipiélago y en los puertos isleños plataformas de asistencia a la eólica marina y que ya cuentan con inversión de fondos europeos a través del Perte naval, de casi 1.500 millones de euros. En estos espacios se montarán los molinos y se realizará su mantenimiento, desarrollando toda una nueva industria.

Un nuevo sector económico se está gestando y son muchos los inversores interesados en hacerse con un trocito de esta nueva tarta. Los vientos alisios, constantes durante todo el año, y la calidad del viento de las islas, sin grandes picos ni temporadas de huracanes, hacen de las islas un lugar idóneo para la eólica marina.

Los datos que maneja la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias y que coinciden con los del Estado, a apuntan a que en Canarias podrán instalarse molinos sobre una superficie de mar de casi 2.300 kilómetros cuadrados. Es cerca del 8% del total de la extensión de las aguas de las islas. «Igual no ocupa todo pero es el potencial que tenemos», indica el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena.

Este cálculo se ha realizado por la Consejería tomando en cuenta hasta 20 limitaciones, con las que se trata de impedir que la eólica marina choque con el rechazo social al poder afectar a áreas de paso cetáceos, o de protección de aves, la práctica de actividades deportivas marinas, la actividad pesquera, la operatividad de los aeropuertos, la imagen turística, los cables de comunicación, concesiones acuícolas, distancia de la costa (se estima en 8 kilómetros)... Por islas, es Fuerteventura la que tiene mayor potencial, con 1.500 kilómetros cuadrados de superficie de mar para instalar molinos. Estos serán flotantes pero los cables discurren por el lecho marino, de ahí que es necesaria una determinada profundidad, una batimetría de entre 750 y 1.000 metros. Además, la pendiente no puede ser superior al 15%.

En la isla majorera se dan las mejores condiciones, de ahí que será la que tiene mayor extensión.

Le seguiría Lanzarote, con 275 kilómetros cuadrados; Gran Canaria, con 220; La Gomera, con 170; Tenerife, con 100; La Palma con 20 y El Hierro, con 10.

El objetivo es instalar hasta 15.000 megavatios de potencia y aunque de forma oficial no se habla de número de molinos, fuentes vinculadas al sector apuntan a que podrían llegar a ser 9.000.

Como se apuntó antes, 2.500 MW serán para consumo propio y los 12.500 restantes se exportarán a otros países, como África, mediante distintas modalidades de almacenamiento que ya existen y sobre las que se investiga para mejorarlas, como apunta Valbuena. Actualmente, la energía eólica se puede almacenar en forma de amoniaco líquido fácilmente manejable. «El objetivo es que Canarias se convierta en un fabricante de energías limpias, produciendo amoniaco líquido fácil de transportar a África», señala Valbuena.

El Gobierno de Canarias ha remitido al Ministerio de Transición Ecológica sus previsiones de cara a la elaboración de una planificación dirigida a un desarrollo ordenado de la eólica marina y evitar el mismo error que con los parques terrestres.

Según indica Valbuena, se estima que el Ministerio tenga lista esa planificación (POEM) antes de final de 2022. Una vez esté realizada y se fijen las zonas de instalación de los molinos se convocarán los concursos en el primer trimestre de 2023. El primero se celebrará en Gran Canaria, en un área del sureste. Hasta la fecha son más de 15 las empresas que han presentado proyecto, entre ellos Naturgy y Equinor, Se prevé que el concurso esté «muy reñido», ya que es el primero que se celebrará en España y de los primeros del mundo en eólica marina flotante. Desde que arranque hasta que los molinos estén en funcionamiento se prevé un plazo de cinco años.

Canarias tiene que «correr» en los sistemas de abastecimiento

El consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, destaca las oportunidades de Canarias pero advierte de la necesidad de «correr» en los sistemas de almacenamiento, como es la presa de Chira-Soria.

Según advierte, las islas tienen el riesgo de producir mucha energía renovable y tener que tirarla al no poder introducirla en el sistema. Actualmente ya está pasando.

Es lo que se denomina «limitaciones a las operaciones», que solo se da en Canarias de todo el Estado y que provoca que se deseche energías limpias al no poder absorberla el sistema.

Como explica Valbuena, el hecho de que la aportación al sistema de las térmicas sea con equipos «viejos y muy grandes» impide que no se puedan «desenganchar» con facilidad de la red cuando hay buena producción de las renovables. «Son equipos de 70 megavatios de potencia y es difícil tener potencia renovable tan elevada y mantenida para cubrir esa cantidad, con lo que se produce de limpia se pierde», indica el consejero, que aboga por una renovación de los equipos por otros de menos tamaño. «No es lo mismo uno de 60 megavatios que tres de 20, que facilitaría las operaciones», indica.

En sus palabras, mientras no se solucione este problema y haya almacenamiento la aportación de las energías renovables al mix energético de las islas no va a superar el 20% de media anual actual. En este punto, también señala la necesidad de modificar el sistema de compensaciones por normativa.

Con Chira Soria e instalaciones similares en otras islas, el Gobierno de Canarias prevé que en 2040 el 90 de la energía producida en Canarias sea renovable y solo un 10% procede de la térmica. En cuanto a las renovables: la eólica terrestre aportará 3.900 megavatios; la eólica marina, 2.500 y la fotovoltaica, 1.200 megavatios. En total: 8.700 MW.

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