Las diez claves de los Presupuestos más expansivos de la historia

«Estos Presupuestos conjugan la apuesta por la recuperación económica y la mejora de la productividad y la competitividad con el blindaje y el fortalecimiento de los pilares del Estado de Bienestar y de la calidad de los servicios públicos esenciales», indican desde el Ministerio de Hacienda.

Unas cuentas que han sido denominadas desde el principio como las de la «recuperación justa» que, entre otras cosas, servirán para canalizar la llegada de los fondos europeos en los próximos meses, de los que ya se ha recibido el primer desembolso semestral de 10.000 millones de euros. Estas son las claves de las cuentas públicas más expansivas de la historia.

Las cuentas de la recuperación justa se han elaborado sobre el mayor techo de gasto de la historia: 196.142 millones de euros, que no incluyen los gastos financieros destinados al pago de deuda, créditos o intereses y de los que se restan también algunas transferencias territoriales. En total, el gasto incluido en los Presupuestos incluye 431.366 millones de euros, cifra que sube a 458.970 millones si se incluyen los más de 27.600 millones previstos en fondos europeos.

De la cifra total de gasto, más de la mitad (unos 248.391 millones), se destinará a gasto social. Entre las novedades que incluyen los Presupuestos en este punto destaca la subida del Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem), que se emplea como referencia para el acceso a becas y otras ayudas por parte de la población. En total, subirá un 2,5% el próximo año. También se incrementa la partida destinada al bono social térmico que beneficia a más de 1,27 millones de hogares, así como las ayudas a la dependencia, que aumentan un 23,3% para llegar a 350.053 beneficiarios.

Las pensiones se comerán buena parte del pastel de las políticas de gasto, con un presupuesto de 171.165 millones de euros, un 4,8% más. Se estima que la revalorización de las mismas será superior al 2%, con las mínimas y no contributivas subiendo un 3%. Las cuentas públicas de 2022 incluyen, además, un incremento de los gastos de personal hasta los 19.229 millones de euros, en los que se incluye la subida del 2% del salario de los funcionarios.

El dinero llegado de Europa (27.600 millones) permitirá elevar la cifra de inversión pública a un récord de 40.000 millones de euros. Una cifra histórica en la que las partidas más beneficiadas de los fondos europeos serán las relacionadas con la política industrial (3.184 millones del dinero de Bruselas), rehabilitación de viviendas (2.839 millones), movilidad sostenible (2.184 millones) o el Plan de Impulso a la Pyme, dotado con 2.140 millones de euros.

Los jóvenes se han convertido en el gran foco de las nuevas cuentas públicas, con un total de 12.550 millones de euros destinado a este colectivo, el doble de lo presupuestado para este año. Dentro de esta cifra, Educación superará por primera vez los 5.000 millones de euros presupuestados, con cerca de 2.200 millones destinados a becas de formación. La Formación Profesional contará, a su vez, con más de 2.000 millones de euros. Junto con el refuerzo de la inserción y la estabilidad laboral, los Presupuestos incorporan 7.060 millones de euros en conjunto para estas políticas.

Para ellos también se incluye una partida para el denominado bono cultural, dotado con 400 euros para los que cumplan 18 años y que complementará el bono al alquiler que va dentro de la nueva Ley de Vivienda y para el que se estima un gasto de unos 200 millones de euros.

En total, la dotación en vivienda será de 3.295 millones de euros para favorecer el acceso y para el fomento de la edificación, una cifra sin precedentes y un 46,3% superior a la de un año antes.

La esperada mejora de la evolución del mercado laboral ha dejado la partida destinada al desempleo en 22.457 millones de euros, un 10,2% menos. La cifra supone, no obstante, el 4,89% del gasto total de los Presupuestos.

A pesar de las dudas sobre el ritmo de recuperación, tras las constantes rebajas de previsiones por parte de las principales instituciones nacionales, el Gobierno confía en la mejora del consumo y del empleo para justificar sus cálculos de ingresos tributarios. Para 2022 prevén superar los 232.000 millones de euros, un 8% más, gracias a la mejora de todas las figuras. Destacan los 100.000 millones previstos en el IRPF por la esperada mejora de las rentas de los hogares. Para Sociedades se contempla una subida del 11,8%, hasta los 24.477 millones, mientras que para el lVA -un impuesto muy ligado al consumo- la mejora estimada es del 9,5%, hasta los 75.651 millones.

Aunque habrá que esperar a la futura reforma fiscal para averiguar la política que seguirá el Ejecutivo en los próximos años -las recomendaciones de los expertos se esperan para febrero- el proyecto de Presupuestos incluye algunas novedades en esta materia. Para empezar, se ha adelantado el plan de la Ley de Vivienda que establece que las empresas dedicadas al alquiler verán reducida su bonificación fiscal del 85% al 40%.

Tener un título nobiliario también será más caro a partir del próximo año, pues se elevan las tasas fijas y la escala del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentos en un 1% cada uno.

Los nuevos Presupuestos también prevén 400 millones 'extra' por la imposición del tipo mínimo de Sociedades al 15%, que en principio se aplicará a las empresas con una facturación superior a los 20 millones de euros.

Otra de las novedades está en el hachazo fiscal a los planes de pensiones del sistema individual, con una rebaja de 2.000 a 1.500 euros en los límites para desgravarse. A cambio, se amplía en los planes de empresa de 8.000 a 8.500 euros.

El Gobierno defiende que este el récord de gasto social e inversión pública será compatible con la reducción del déficit, que se prevé que se sitúe en el 5% al término del próximo ejercicio. La cifra supone reducirlo a menos de la mitad desde el 11% de 2020, el año de la pandemia. Esa misma senda descendente se prevé que dibuje la deuda pública, que se reducirá hasta el 119,5% del PIB este año, para caer hasta el 115,1% en 2022.

De los cinco puntos de déficit previstos para 2022, la Administración Central asumirá 3,9 puntos. Ello, porque efectuará una transferencia extraordinaria a la Seguridad Social de 18.396 millones de euros para garantizar las pensiones. A esta transferencia hay que sumar que a las Comunidades Autónomas se les ingresarán 3.900 millones adicionales en una medida sin precedentes para financiar las liquidaciones negativas de 2020 y otros 3.100 millones para compensar el SII IVA.

Las Comunidades Autónomas, además, recibirán una transferencia de 8.712 millones de euros procedentes de los fondos europeos. Las Entidades Locales, por su parte, contarán con 22.122 millones de euros del sistema de financiación, a los que se sumarán 1.228 millones de euros adicionales que aportará la Administración Central. Junto a esas cifras, a las administraciones locales les corresponderán 2.050 millones el próximo ejercicio de los fondos europeos.