El cielo ficha a otro de los grandes

No cabe duda de que en el cielo prima la inteligencia organizacional. Y que los ojeadores celestiales de turno, conscientes de que el plazo para fichajes «de relumbrón» finalizaba el próximo 31 de agosto, ni siquiera optaron por apurar los plazos. Te han requerido de manera ipso facto allá arriba. Y a nosotros, tu inesperada marcha, nos acaba de dejar devastados.

Ojeadores que, ya en 2017, manejaban informes como el del diario ABC, del Grupo Vocento (aliado empresarial de Inforcasa), en el que te ponían como un ejemplo más de los «Líderes formados en Hoteles Escuela de Canarias». O el del Grupo Prensa Ibérica (La Provincia), de 2014, en que referían «Siete historias de éxito profesional», también surgidas de la factoría de Hecansa, entre ellas, cómo no, la tuya.

Ya te lloramos a ríos, queridísimo Miguel Corbatón. Dura noticia –otra más- a la que no quieres dar crédito. Nudo en el estómago y en el corazón. Desconcierto absoluto en el sentimiento y pensamiento.

Tú no eres –me niego de nuevo, como en el caso de Lorenzo, a usar el pretérito imperfecto- simplemente el director del H10 Meloneras, otro de nuestros establecimientos hoteleros de referencia en Gran Canaria, que has liderado con humana y profesional maestría durante algo más de esta última década. Tú eres «Miguel», «Corbatón», o, sobre todo, «socio», «rey» y «cari». Tú eres el gran profesional, y mejor persona, del tono sosegado, de la amabilidad continua, de la predisposición más absoluta, y de la vida hecha sonrisa perenne.

Excelente anfitrión de tus clientes. Compañero y amigo de tu gente del H10 que ahora, inesperadamente, se siente huérfana sin su Miguel. Engranaje fundamental del Foro Internacional de Turismo de Maspalomas. Casa, tu hotel y tú mismo, de las nuevas generaciones de profesionales turísticos que se forman a través del Instituto Canario de Turismo. Y argamasa fundamental, también en lo humano y en lo profesional, de ese nuestro chat de «Gran Canaria Managers» ahora mismo en estado literal de shock.

Hace escasas semanas celebrábamos todos a Lorenzo en el Vital Suites. Y ahora la vida nos vuelve a dejar noqueados. Recordándonos Karin esa maravillosa foto que les hizo a ti y a Lorenzo, hace pocos años, en que, abrazados ustedes dos, miran felices a la cámara y nos mandan ambos «un beso volado». Cosas del destino.

Desde mi óptica individual, que suerte la mía haberme iniciado también junto a ti en esto del turismo, hace ya –a pesar de nuestra juventud- casi treinta años. Cuánta fortuna haber compartido contigo tantos momentos y experiencias. Y cuánto nos hemos reído analizando y recordando, entre otras, esa foto del año 98 en Bilbao en que, siendo unos auténticos pipiolos, y tú bajo la bandera de Saturno y yo bajo la de Hecansa, ya estábamos, muy ilusionados, recorriendo el mundo promocionando con orgullo nuestra tierra, bajo el lema «Canarias, El Paraíso».

Ese «paraíso» canario, terrenal, que tanto te debe por cuánto tanto le has dedicado a su turismo. Y ese «paraíso» celestial al que llegas hoy por la puerta grande.

Recibe un beso, gran amigo. Da un cariñoso abrazo a Lorenzo. Y, sobre todo, no armen mucho escándalo

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