El 'agujero' de las cuentas públicas isleñas se cubriría si cada canario pagase 2.874 euros
Canarias es la región más saneada del Estado y con menor porcentaje de deuda sobre su PIB, con un 13,1% y 6.516 millones de euros, según BBVA Research
Canarias es hoy la economía más saneada de todo el conjunto del país.Sus niveles de deuda pública supusieron el 13,1% de su PIB en 2022, frente a regiones españolas como la Comunidad Valenciana, donde el 'agujero' de sus finanzas llega al 44,5% de su producción económica y Cataluña y Castilla-La Mancha, donde se sitúa en el 33,5% y 33,7%, respectivamente. En el conjunto del Estado, la deuda de las comunidad autónomas alcanzó los 316.800 millones de euros, el 23,9% del producto interior bruto, un récord histórico pero por la mayor aportación de algunas regiones, ya que en el caso de las islas las deuda pública ha descendido en los últimos siete años.
Entérminos absolutos, la deuda de las islas asciende a 6.516 millones de euros. Si esta cifra se reparte entre todos los habitantes del archipiélago, la deuda per cápita, saldría a 2.874 euros, según el último observatorio sobre deuda pública del servicio de estudios del BBVA, el BBVA Research. Nada tiene que ver lo que debería abonar un canario con el desembolso al que tendría que hacer frente un catalán si los ciudadanos tuvieran que hacerse cargo del 'agujero' público de sus comunidades. Cada catalán tendrían que desembolsar 10.981 euros, situándose en segundo lugar los castellanomanchegos, con un desembolso de 7.528 euros.
La media del país es de 6.680 euros, tres veces más que la de los canarios.
La situación de deuda pública que tiene hoy Canarias ha mejorado además de forma sustancial en los últimos siete años. Según los informe del BBVA Research, en 2015 el agujero de las finazas públicas era de un 16,4% de su PIB, tres puntos por encima del 13,1% actual. En cuanto a la deuda neta por habitante, hace siete años era de 3.131 euros y se ha reducido hasta los 2.874.
La carga financiera que soportan las comunidades autónomas es asumible en el caso de Canarias, donde está muy por debajo de lo que establece la Lofca. Según la norma de financiaciónd e las comunidades autónomas, la carga fiscal -pago en intereses más amortizaciones- no debe superar el 25% de los ingresos corrientes. En el caso de las islas, esa carga financiera es del 9,7% frente a otras regiones donde ronza el 49%, como es la comunidad valenciana. Solo el País Vasco supera a Canarias en este indicador, al tener una carga financiera del 9%. La media estatal está en el 22,3%.
En definitiva, según el informe del BBVA Research, Canarias presenta una situación de fortaleza financiera frente a otras regiones más vulnerables y ésta ha mejorado en los últimos siete años. Así, su ahorro bruto cerró en 2022 en el 2,1% frente al negativo -2,1% de 2015; sus gastos en funcionamiento (entendido como el porcentaje de gasto no finciero) ha descendido al 50,7% frente al casi 60% de 2015; el esfuerzo inversor, por su parte, ha crecido hasta el 9,2% y frente al 6,7% de hace siete años. El gasto en capital sobre su PIB se sitúa en el 2%, un punto más que hace siete años y finalmente, el gasto en sanidad, servicios sociales y educación ha mejorado entre 2015 y 2022, situándose en el 15,4% y frente al 11,2% de hace siete años.
Frente a esto y tomando en consideración los datos de la Comunidad Valencia, que es la que pores cuentas y balances presenta, su esfuerzo inversor es más reducido que el canario, con el 7,8%; el gaso que realiza en políticas sociales, sanidad y educación desciende hasta el 13,8% de su PIB y el ahorro bruto está en tasas negativas, con un -6,1%.
Como se apunta en el informe, hasta 2007 la deuda autonómica permaneció en niveles moderados, con tasas de crecimiento interanual promedio del 7,3%, alcanzando un 5,8% del PIB en 2007 (61.960 millones de euros).
En el periodo de la crisis financiera (de 2008 a 2015), la deuda autonómica creció a un ritmo promedio anual del 20%, hasta alcanzar el 25% del PIB. Tras 2015 se inició un periodo de estabilidad, durante el cual la deuda se mantuvo en torno al 24,% del PIB (algo por debajo de 300.000 millones de euros).
En 2020, con la llegada de la covid, volvió a crecer, pero esta vez el aumento se vio matizado por las transferencias del Estado.
