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Imágenes de un estudio en Las Canteras por 675 euros al mes. C7
700 euros por una habitación: «Es lo que hay»

700 euros por una habitación: «Es lo que hay»

Encontrar un piso de alquiler asequible en Las Palmas de Gran Canaria se está convirtiendo en una odisea a la que se suman las garantías que se piden, que suponen desembolsar más de 2.000 euros el primer mes

Sara Toj

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 3 de marzo 2024, 23:05

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Valeria es una joven de 25 años que acaba de encontrar trabajo en Las Palmas de Gran Canaria. Actualmente reside en Lanzarote, lo que supone que tendrá que trasladarse hasta la isla redonda. Por ello, decide buscar un piso de alquiler en la ciudad esté bien ubicado, conectado con las principales líneas de transporte público, en una zona tranquila, que sea amplio y, sobre todo, que tenga un buen precio.

Sin embargo, la realidad presente en ciudades como la capital grancanaria dista mucho de los deseos de los futuros inquilinos. Encontrar un alquiler, y asequible, es una tarea «muy difícil» a día de hoy. En portales como Idealista o Fotocasa encontramos anuncios atractivos que nos hacen dar clic pero, una vez dentro, las fotografías y las especificaciones nos hacen dar marcha atrás, sobre todo, cuando observamos las mensualidades que pagaremos.

Haciendo una búsqueda rápida y configurando la página para que nos aparezcan los resultados más económicos en primer lugar, encontramos opciones que rondan los 600 euros al mes. Sin embargo, estos pisos tienen algo en común: su dimensión está entre los 30 y 40 metros cuadrados y son estudios pensados para una o dos personas.

A escasos pasos de Las Canteras se encuentra una de las 391 viviendas que nos ofrece el portal Idealista a día de hoy, un número que, como apunta el CEO de la firma inmobiliaria ERA España Rafael Tarajano, es «bajísimo teniendo en cuenta que en la actualidad podría haber en torno a 7.000 viviendas en venta en toda Canarias». Así, nos acercamos a un estudio de 38 metros cuadrados por el que se solicita una mensualidad de 675 euros al mes, sin gastos. Además, a esta cantidad hay que sumarle un mes de fianza y un mes de garantía adicional para el propietario del inmueble. En total, un inquilino que se decidiera por esta alternativa tendría que desembolsar 2.025 euros.

El problema de la poca oferta

La asesora que nos atiende comenta que ahora mismo hay una «demanda tremenda, horrible». De hecho, este piso ha causado «mucho interés» entre los posibles inquilinos. Sin ir más lejos, el anuncio de este inmueble ya no está disponible. «Ahora mismo, en Las Canteras, esto es lo más económico que te puedes encontrar», destaca la empleada, que comenta que «en la búsqueda de piso tienes que valorar la relación calidad-precio». También cuenta que los otros pisos en alquiler disponibles en el edificio tienen como arrendatarios a «mucho nórdico, suecos y jubilados» destacando «la armonía que reina» en el bloque.

La realidad es que no todas las personas que quieren alquilar lo pueden hacer. Tarajano recalca la «poca oferta» que hay y el aumento progresivo de las rentas. Según el último informe elaborado por la plataforma Idealista, el precio del alquiler aumentó un 2,2% en Las Palmas de Gran Canaria en febrero. Comparado con el mismo periodo del año pasado, incrementó un 8,3%.

Las escasas alternativas impactan con la alta demanda. Reflejo de ello son las respuestas a los anuncios. Como apunta Tarajano, los avisos se tienen que retirar «a las pocas horas» debido al elevado número de llamadas que reciben, que hace imposible «atender a todo el mundo». Con los alquileres por las nubes nos podríamos plantear la posibilidad de compartir piso, aunque los precios tampoco son esperanzadores. Una habitación en el barrio de Guanarteme asciende hasta los 450 euros al mes, con una estancia mínima de 3 meses. En este anuncio el precio incluye los gastos, pero se repite la misma fórmula en cuanto al desembolso inicial: al mes en curso se suma uno de fianza y otro para la inmobiliaria.

Imágenes de un piso en Tamaraceite.
Imagen principal - Imágenes de un piso en Tamaraceite.
Imagen secundaria 1 - Imágenes de un piso en Tamaraceite.
Imagen secundaria 2 - Imágenes de un piso en Tamaraceite.

Aunque se encuentre una opción que cumpla con todo lo que se necesita, los propietarios exigen una serie de requisitos. Como apunta el experto, a los dueños les cuesta admitir a cualquier inquilino, ya que «quieren tener las máximas garantías» de que el arrendatario podrá hacer frente al pago con «holgura». Suele pedirse que la persona que va a alquilar justifique que va a poder «pagar la renta siempre». Lo hará demostrando que cuenta con un trabajo estable y con una nómina «que no suponga un endeudamiento, que los ingresos le permitan pagar las mensualidades con normalidad». Otra de las opciones es contratar un seguro que pueda garantizar el impago en caso de producirse.

No obstante, cumplir con las condiciones no es tarea fácil para aquellos que acaban de encontrar un trabajo y quieren independizarse, ya que no tienen forma de demostrar sus ingresos. Además, si no se tiene una nómina apta muchos propietarios piden un avalista solidario.

El problema, en los barrios

«No todo el mundo puede vivir en el centro de la ciudad», comenta el CEO de ERA España, Rafael Tarajano. La tónica en cuanto al elevado precio de los alquileres no cambia en las zonas alejadas. «Es muy difícil encontrar un alquiler por debajo de los 700 euros» en barrios como Escaleritas, Schamann o 7 Palmas para viviendas de tres dormitorios.

Así, en la zona de Tamaraceite podemos encontrar, en la página web de Fotocasa, un ático de 60 metros cuadrados en Lomo Los Frailes que se encuentra a escasos minutos del parque comercial de Los Alisios y con conexiones con el transporte público. Está compuesto por un salón comedor, un dormitorio principal y una habitación pequeña. Para él se solicita una mensualidad de 750 euros con los gastos incluidos, además de un mes de garantía adicional y otro de fianza: 2.250 euros en total. Como en otros anuncios, el propietario solicita «solvencia demostrable», por lo que pide que pagar el alquiler no supere el 30% del sueldo de la persona arrendataria.

El perfil de los inquilinos

Las llamadas que reciben propietarios e inmobiliarias suelen proceder de personas que acaban de encontrar un nuevo trabajo y se trasladan a la ciudad desde otros pueblos o desde Tenerife, Lanzarote o Fuerteventura. También contactan estudiantes, nómadas digitales o inquilinos en búsqueda de empleo. Sin embargo, Rafael Tarajano comenta que en los últimos meses se han encontrado con un perfil novedoso: «Son personas a las que el propietario de la vivienda en la que viven no les va a renovar el alquiler porque, o bien quieren dedicarlo a otro uso, o simplemente les quieren subir la renta».

Tarajano predice que «todo seguirá siendo igual de complicado» de aquí a unos meses. Entre los motivos destaca la necesidad de que «las viviendas que se encuentran vacías se incorporen en el mercado del alquiler», una posible solución para esta problemática.

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