Y en Valsequillo, una joya del Madrid
A sus 18 años, Pablo Rodríguez progresa sin techo en la cantera blanca
En el cupo de meritorios que vigilan con mimo en Valdebebas, los llamados a ser protagonistas en el Real Madrid del futuro, hay uno que sobresale por talento y clase y que, con 18 años, ya comienza a reclamar atenciones mayores: Pablo Rodríguez. El delantero de Valsequillo, y que antes aterrizar en la cantera blanca, en 2016, pasó por la cadena de la UD, ya ha debutado en el filial que dirige Raúl González ofreciendo el don más preciado, el del gol, en dos partidos que ha disputado hasta el momento en Segunda División B con el Castilla. Y eso que tiene ficha con el juvenil A, lo que da cuenta de su precocidad y, al tiempo, madurez para poder afrontar las exigencias competitivas que le pongan por delante. Una avanzadilla se lo que viene con este jugador que no ha parado de progresar y que augura un porvenir de éxitos.
Pablo tuvo tiempo para regresar a Gran Canaria cuando estalló la crisis del coronavirus y ahora pasa en casa la cuarentena con el plan de trabajo recetado por el Real Madrid y suma, por si fuera poco, el valioso tutelaje de su padre, en tiempos, uno de los futbolistas más destacados del equipo de su municipio.
«Son días duros, pero tenemos que afrontarlos de la mejor manera posible. Es momento de estar en casa con la familia y evitar riesgos. De esta manera, podremos ayudar a todos los profesionales que trabajan para frenar esta epidemia mundial», asegura desde su domicilio.
Sin perder la disciplina y la exigencia, y utilizando todo tipo de utensilios para realizar los ejercicios que necesita en su plan de mantenimiento, el atacante grancanario está centrado en cumplir su sueño y escribir una historia importante en el fútbol profesional, aspiración que compatibiliza con los estudios.
«Es un jugador que puede darnos mucho y tiene muchas posibilidades de continuar», dijo de él Raúl. Elogios que se suman a la descripción institucional que han hecho de él en el Real Madrid y en la que no dudan en calificarlo como «un goleador que se mueve con facilidad en la inmediaciones del área». No le pierdan ojo.