Una puesta a punto bajo llave
Pablo Pérez, internacional con la selección española, sigue con su plan de trabajo de cara a la temporada que comenzará en junio. El patio de su casa en Corralejo se ha convertido en un circuito de lujo improvisado con cajas, pesas, balones y con sus primos ayudando a la dinamización de los ejercicios por la cuarentena
Los días no perdonan y los deportistas de élite tienen que apañárselas como buenamente pueden para mantener la forma. O si no, que se lo digan al majorero Pablo Pérez. Tras firmar el pasado mes de febrero su primer contrato profesional con el San Francisco de Mallorca por cuatro años, rompiendo todos los precedentes del país, el jugador de fútbol playa, a sus 34 años, aprieta en el patio de su casa para llegar en óptimas condiciones al inicio del campeonato, que arrancará, si no hay cambio de fecha, el próximo mes de junio.
Bajo el sol de Fuerteventura, y con el patio convertido en un circuito lleno de postas, una portería, conos y demás artilugios para preparar distintos ejercicios físicos y técnicos, el Tanque, como le conocen en su gremio, lleva a cabo ocho sesiones de trabajo a la semana. Ni el coronavirus (Covid-19) frena a Pablo Pérez. Lunes y miércoles realiza sesiones dobles (mañana y tarde), mientras que el domingo es el único día que se toma un respiro.
Con la ayuda de sus primos pequeños, a los que cuida, ya que sus padres trabajan aún en tiempos de confinamiento, se le hace algo más ameno el trabajo. Los niños pasan las pelotas a Pablo mientras este combina lo físico con lo técnico y ojo a los chavales, que también se ve que apuntan maneras.
Con una trayectoria meteórita y brillante pese a haber empezado bastante tarde, a los 27 años, en el mundo del fútbol playa, espera con ganas su nueva aventura en Mallorca. Conquistó Japón, Holanda, Portugal, Lituania o Estados Unidos, entre otros.
Ahora, y teniendo que hacer malabares para prepararse como otros muchos deportistas profesionales, Pablo Pérez apuesta por ganar la batalla al coronavirus con el ya famoso hastag #quedateencasa. Así, y gracias también al entrenamiento personalizado que le han elaborado desde Feel Fit Nutrition de Puerto del Rosario, el isleño lo lleva de la mejor manera posible.
«Yo tengo la suerte de tener un patio bastante bueno, con césped artificial, una portería y bastante espacio», destaca el profesional que, además, pone todos sus esfuerzos procurando que su rutina de trabajo «no cambie mucho».
«La planificación es la misma, pero tengo que adaptarme al espacio con los ejercicios de técnica, que serían los que tendría que hacer sobre la arena de la playa», asevera Pablo Pérez, que siempre intenta que el ejercicio «sea lo más dinámico posible».
«Mis primos viven enfrente de mí y durante la cuarentena prácticamente están viviendo en mi casa. Sus padres trabajan en un hotel y en una tienda de comida, así que tienen que trabajar por fuerza y los niños se están quedando conmigo», relata el protagonista. «Me sirven de gran ayuda porque así hago ejercicios más variados», destaca el .
Con todo, y con la mente puesta en la nueva temporada, el mensaje desde el San Francisco de Mallorca es que siga trabajando. «La planificación según mi club continúa siendo la misma, estamos esperando a ver si de aquí a junio hay suerte y termina todo este tema», afirma. «Yo cumplo con mi trabajo de la mejor manera posible, también en términos de alimentación», concluye el majorero.