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Daniel Herrera
Lunes, 23 de abril 2018, 11:13
Con estos parámetros de desolación y protesta, comenzó un partido marcado con letras escarlatas, ante un rival envidiado por la propia UD Las Palmas ya que similar tesitura presentaba en invierno, hasta que un tal Abelardo supo reconducir la nave alavesa en una segunda vuelta más que óptima.
Los amarillos arrancaron con Lizoain en la portería y un sistema en teoría solvente para este choque: David Simón, Aguirregaray, Gálvez y David García en defensa, con Etebo, Javi Castellano y Vicente Gómez en la medular, cerrando la vanguardia Halilovic, Ezekiel y Calleri.
Por su parte, el Alavés saltó al campo con Pacheco en la portería y un esquema de plenas garantías: Duarte, Alexis, Sobrino, Ibai, Ely, Pina, Manu, Wakaso, Munir y Martín, dando los primeros avisos el propio conjunto vasco ante un rival que ya destilaba miedo al abismo.
Sin embargo, la ecuación del choque estuvo edulcorado por jugadas laxas de fútbol y desbordadas de anestesia. No había forma de perforar ambas porterías salvo en contadas ocasiones, destacando una oportunidad de Javi Castellano en el ecuador de la primera parte que casi consigue batir al meta Pacheco.
Los vitorianos empezaron avisando en el minuto 6, merced a una remate de Sobrino a pase de Munir que acabó sin ver puerta. Luego probaría fortuna Aguirregabiria a puerta, pero esta vez Lizoain abortaría la acometida visitante.
Ya en el 22’, el balcánico Alen Halilovic haría olvidar por unos segundos las protestas de la parroquia con remate con la izquierda desde la banda derecha que, al final, se marchó demasiado alto.
Sería en el minuto 27 cuando Javi Castellano estuvo a punto de sorprender al cancerbero del Alavés, siendo secundado poco después por Etebo y Halilovic nuevamente, pero el gol se negaba por momentos.
Dos nuevas ocasiones de Castellano y Aguirregaray, carentes de suficiente peligro, servirían de cierre para una primera parte para olvidar.
En la reanudación, y tras un disparo al paro de Etebo, el Alavés cerró todo tipo de incertidumbre firmando el 0-1 a través de un oportunísimo Wakaso, el cual supo ganarle la partida a Simón para centrar atrás y otorgarle un balón de oro a Munir, quien batió a placer a Raúl (min. 50).
Ya con tremendo cortocircuito, el encuentro remó ya a favor de los visitantes, sellando el excanterano del FC Barcelona su segundo tanto a pase de Pedraza (0-2, min. 72).
Con el tanto de Medrán, el Alavés terminó por pasar el rodillo ante una desaparecida UD Las Palmas (0-3, min. 78). Pero sería el tanto de Sobrino en las postrimerías del choque (0-4, min. 90) lo que terminó por erosionar aún más la imagen de un conjunto isleño sin alma y sin garra, que ya solo se juega el poco orgullo que supone evitar la etiqueta de colista, tras la victoria del Málaga en esta jornada.
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