Últimas horas del mercado invernal en la UD sin novedad: «No habrá ningún movimiento»
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La ventana de transferencias finaliza el miércoles y en el club se mantiene la hoja de ruta ya establecida y anunciada por el presidenteNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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Lo ha repetido en varias ocasiones el presidente, Miguel Ángel Ramírez («no sé para qué piden fichajes con la plantila que tenemos»), y García Pimienta, que se resistía a quedarse sin algún retoque en lo que tenía, también ha terminado por sincerarse al respecto («no creo que se haga ningún fichaje ahora»). A diferencia de la mayoría de clubes de la categoría, en los que los rumores y las operaciones centrifugan a gran velocidad, en la UD se viven las últimas horas del mercado invernal con absoluta normalidad y sin que se varíe un ápice la hoja de ruta establecida, que contemplaba dejar todo como estaba luego de la salida de Jonathan Viera y el cumplimiento de la promesa de que Fabio recuperaría su dorsal tras la lesión sufrida en verano.
Este planteamiento se mantiene con toda su vigencia pese a que se han relacionado varios nombres tanto en cuestión de entradas (Manu Fuster, del Albacete, el más insistente) como en el apartado de salidas (Mfulu, Munir o Sory Kaba han entrado en estas quinielas).
Fuentes consultadas por este periódico son concluyentes en esta altura del calendario: «No habrá ningún movimiento». Pese a que el director deportivo, Luis Helguera, permanece vigilante por las opciones que pueden surgir, todo iría encaminado, dado el caso, al próximo verano. De hecho, la contratación de Fuster, ahora encarecida por la falta de acuerdo económico con su entidad de origen, se ha considerado para la temporada 2024-25. Y, de hecho, desde Pío XII se han dado aproximaciones más que significativas con algunos objetivos a largo plazo, nunca con la pretensión de una incorporación inmediata.
Esta ventana de transferencias concluye el próximo miércoles a media noche, un plazo que en absoluto condiciona la actualidad de la UD, sin necesidades evidentes, a la vista del funcionamiento del equipo, que ha encarrilado la permanencia con notable antelación y proyecto rendimiento y resultados por encima de las expectativas más optimistas al comienzo del campeonato.
Este argumento, el de los objetivos cumplidos, sustenta la determinación de confiar en los actuales componentes de la plantilla y que conforman un bloque de conformidad total para dirigencia y cuerpo técnico. También pesa el condicionante económico. La UD se maneja en unos parámetros financieros que obligan a equivocarse lo menos posible. Y lo que ahora se oferta no reúne la garantía calidad-precio.
Se entiende como un éxito de gestión y previsión desmarcarse de urgencias y transitar de esta manera en los inicios de la segunda vuelta, lejos de necesidades en cuanto a efectivos.
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