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Un espejismo. No hubo rastro de la nueva UD. La poesía anterior se tornó en prosa rupestre. El Huesca pasó el rodillo por encima de Las Palmas y los de Mel dejan escapar el tren hacia las plazas de promoción de ascenso. Y puede que fuera el último que pasara. Benito fue un verso libre. Tan solo el aldeano creyó en las posibilidades en El Alcoraz. Un oasis en el desierto aragonés. El primer disparo entre los tres palos llegó en los últimos veinte minutos del juego y la sensación fue desoladora.
Malgastado el primer acto, los grancanarios ya iban con cierto retraso a la batalla. Con más tablas los oscenses que los insulares, Míchel maniató la resurrección amarilla. La velocidad local, tan solo contrarrestada en los minutos finales del envite, fue un dolor de cabeza. Además, Okazaki encontró una alfombra roja dentro del área que defendía Josep para decantar la balanza. De la Bella se perdió y no adivinó la zona de remate del delantero nipón, doctorado ya en eso de aprovechar los agujeros en la retaguardia. Ahí murió todo. El encuentro y las opciones de prolongar el cartel de invictos en la nueva normalidad. Para colmo, tal vez también falleció la oportunidad para soñar con colarse en la promoción para ascender a los cielos de la Primera División.
Trataba de meterle fuego el Huesca a la contienda nada más saltar al césped y después de un aviso en el minuto 3 de Pulido con un remate inerte que detuvo sin mayores problemas Josep, cuando el árbitro tuvo que parar el juego en el 5. Doukuré, entre lágrimas tras caer desplomado él solo, dejaba su sitio a Mosquera. Empezaba un nuevo choque. Las Palmas, bien plantada y con un 4-4-2, tejía telas de araña para que el cuadro oscense no pudiera triangular con éxito. Costaba un mundo encontrar espacios y otra vez el meta de Alzira tuvo que apagar fuegos, arrebatan el esférico de la cabeza a Okazaki cuando ya se disponía a rematar. Los locales aceleraban y un cabezazo de Josué Sá se iba por encima del larguero.
No terminaban de arrancar los de Mel. Javi y Galarreta no domaban la pelota. Los laterales del Huesca se hacían eternos en ataque y la UD se encomendaba a salvar los muebles. Solo la velocidad de Benito Ramírez, que llegó como un rayo tras el confinamiento, amenazaba a los locales. Los grancanarios aguantaban el envite hasta el primer parón de hidratación, pero no iba a bastar con verlas venir. La sala de máquinas insular tenía que debatirle el balón a la blaugrana. De lo contrario, la percusión iba a ser solamente azulgrana.
Y cuando parecía que el choque se iba a ir al descanso con las tablas al marcador, llegó la puñalada de Okazaki. El veterano delantero, con currículum en esto de los goles, aprovechó un desajuste defensivo de la UD para anotar el primer tanto de la tarde. Corrió la contra el Huesca, Mantovani no pudo meter la pierna porque ya iba cargado con cartulina amarilla, y le cayó el balón al más desequilibrante de los aragoneses, a Ferreiro, que colgó el centro al corazón del área pequeña. Allí perdió la marca De la Bella y el ariete japonés taladró a Josep Martínez, que nada pudo hacer. Era el colofón a una primera mitad para aislar de la memoria. El Huesca puso las ganas, el fútbol y la calidad; mientras que Las Palmas siquiera miró de reojo a Álvaro.
Agitaba el banquillo Mel tras el intermedio y daba entrada a Juanjo Narváez en detrimento de un Srnic completamente desaparecido. Cualquiera hubiese dicho que disputó 45 minutos. Con el colombiano en la izquierda, Benito pasaba al carril diestro. Y ahí iba a encontrar campo abierto para correr. En su primera acción individual, sacó un caño y una falta que casi clava en la escuadra casi desde la banda. Reaccionaba la Unión Deportiva con la raza de Narváez y el coraje del aldeano. Dani y Varela, al campo. Más velocidad y técnica al verde. Las Palmas empezaba a creer, todo gracias al empuje de un incisivo Benito.
Con Varela soplaba el viento en el centro del campo. El argentino se dejó ver y dio algún dolor de cabeza a Mosquera. Pasaban los minutos y el Huesca sacaba músculo. Míchel, consciente de que la amenaza isleña era zurda y tenía los pelos teñidos de rubio platino, doblaba el lateral izquierdo con Luisinho. Había que amarrar a Benito en corto.
Corría el reloj, el choque se iba hacia donde el Huesca quería, la UD no encontraba el camino y todo hacía indicar que llegaría la primera derrota después del confinamiento. Movió fichas Mel y hasta rescató a Álvaro Lemos para la causa. El gallego no jugaba desde octubre. Quién lo diría viendo cómo saltó al campo. Pisó línea de fondo con confianza y la calidad que acostumbraba antes de lesionarse. De hecho, de su bota derecha llegó la mejor ocasión de Las Palmas. Puso un centro con escuadra y cartabón a Martín Mantovani que solo los centímetros en el remate del zaguero argentino iban a impedir el gol del empate. Lo rozó el ex del Leganés. Y, de lo que pudo ser y no fue. Acto seguido, el central cogía la ruta hacia el túnel de vestuarios, pues vio la segunda tarjeta amarilla después de parar como buenamente pudo, en falta claro está, a un Rafa Mir que tenía ganas de morder el escudo que defendió el curso pasado.
Con diez y contra toda corriente, la escuadra grancanaria llegaba tarde a la contienda. Apretó solo al final y cuando el resultado ofrecía cierta tranquilidad al Huesca, que encima encontraba el premio de la segunda posición de la tabla. Se rozó la heroica en otra buena acción de Álvaro Lemos, que se estiró sobre la línea de fondo para colgar un balón a Rubén Castro dentro del área pequeña. El isletero no llegó, tampoco Varela y el susto al equipo azulgrana quedó en nada. Como mismo quedó el resurgir de Las Palmas fechas atrás. No hubo rastro alguno de la mejoría de la UD.
Alineaciones:
1 - SD Huesca: Alvaro Fernández; Miguelón, Pulido, Josué Sá; Javi Galán; Doukouré (Mosquera, m.8), Rico; Ferreiro, Eugeni (Cristo, m. 55), Sergio Gómez (Luiinho, m. 68); y Okazaki (Rafa Mir, m. 68)
0 - U. D. Las Palmas: Josep Martínez; Curbelo (Lemos, m. 82), Mantovani, Aythami, De la Bella (Dani Castellano, m. 59); Snic (Narvaez, m.46), R. de Gallarreta, J. Castellano, B. Ramirez (Aridai, m. 78; Cristian (Varela, m. 59) y Rubén Castro.
Gol: 1-0, m. 45 Okazaki.
Arbitro; González Esteban (Colegio Territorial Vasco). Mostró tarjetas amarillas a los locales Javi Galán; y a los visitantes Cristian, y doble tarjeta amarilla a Mantovani en el minuto 87.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada trigésimo séptima de la Liga SmartBank disputado en el estadio del Alcoraz, a puerta cerrada, entre la SD Huesca y la U. D. Las Palmas
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