Las seis comparaciones odiosas del derbi

El Tenerife no ha ganado ninguno de sus últimos tres partidos (dos derrotas y un empate) y tampoco ha podido ver puerta en esta secuencia de partidos. Ofrece, además, bastante permeabilidad como local, pues han volado ya de su feudo 19 puntos (cinco empates y tres derrotas). En cambio, la versión visitante de la UD es la más fiable de la Liga SmartBank: una única derrota en quince desplazamientos (Huesca) y solo siete goles encajados fuera de casa. La última vez que Las Palmas no sumó como visitante fue en octubre. Desde entonces, siempre, como mínimo, un empate.

La paz social e institucional que lleva siendo característica en la UD en los últimos tiempos brilla por su ausencia en un Tenerife que ha sufrido la huida al Zaragoza de Juan Carlos Cordero, director deportivo que diseñó la plantilla en verano, y tiene también muy reciente el relevo presidencial, con el aterrizaje de Paulino Rivero en el cargo en sustitución de un Miguel Concepción que es noticia por haber sido condenado por el Tribunal Supremo por un «delito continuado de estafa agravada» cuando era el máximo dirigente de Islas Airways, confirmando un fallo que data de 2020. Concepción delinquió entre los años 2007 y 2011 y siendo presidente del Tenerife y, pese a este procesamiento penal, se mantuvo en el palco del Heliodoro.

No es noticia la diferencia abismal entre proyectos en lo que respecta la cantera. En el Tenerife la presencia de jugadores de la tierra es residual. Solo cinco jugadores de la plantilla han nacido en la isla (David Rodríguez, Teto, Javi Alonso, Ibra y Alassam), únicamente dos tienen presencia regular en los planes del entrenador y Teto, con 17 titularidades en 31 jornadas es el que más ha jugado. Es más que habitual ver una formación titular del Tenerife sin canteranos. La comparación resulta odiosa con una UD con hasta diez futbolistas canarios en su primera plantilla, tres de ellos tinerfeños (Kirian, Moleiro y Óscar Clemente) y con amplio protagonismo de isleños en los planes de García Pimienta. Más sangrante resulta que, en épocas recientes, dos de las grandes figuras que han vestido de amarillo hayan procedido de equipos tinerfeños y escaparan al radar blanquiazul: Pedri y Moleiro. Estos ejemplos contemporáneos han generado hondas críticas a la naturaleza del modelo que se ha llevado a cabo en el Heliodoro por parte de sus regentes.

El banquillo constituye otro punto antagónico a la hora de establecer paralelismos. En la UD están encantados con la labor de García Pimienta y la intención es la de renovar su contrato que acaba en junio. Los elogios cruzados club-entrenador son constantes, lo que apunta a un entendimiento que sería ya automático en caso de ascenso.En el caso de Ramis, los síntomas de desgaste son evidentes. Para nada ayuda una temporada decepcionante y muy lejos de las expectativas. En alguna fase del calendario, al calor de los malos resultados, hasta se llegó a rumorear con su despido y ahora ya circulan nombres para tomar su relevo cuando termine el curso porque se da por hecho que el catalán pondrá fin a su etapa como entrenador en el Tenerife.

A menos de una semana para el derbi, todavía no se garantiza el lleno a reventar en el Heliodoro. La trayectoria del Tenerife tampoco invita a ir al estadio al aficionado local y el riesgo de que quede papel en las taquillas para este clásico está bien presente. En realidad, es la inercia de todo el curso, con asistencias que no superan la mitad de su aforo. Según datos oficiales de LaLiga, el campo de Santa Cruz de Tenerife es el noveno de la categoría en cuanto a media de espectadores: de 22.824 butacas, la media de ocupación es de 11.388. La UD, por su parte, lidera y con diferencia esta clasificación. De los 32.400 asientos del Gran Canaria, 19.758 se cubren en cada presencia del equipo en casa, por delante de aficiones como las de Málaga, Zaragoza o Sporting de Gijón.