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Valerón, abrazado por Manuel Pablo tras enfrentarse a la UD en 1997 en el Insular. C7
Del «Robaina vete a la Wilson» a «aplausos como cuchilladas» a Valerón

Del «Robaina vete a la Wilson» a «aplausos como cuchilladas» a Valerón

Fútbol ·

El domingo Jonathan Viera se medirá a la UD como rival. Así han sido recibidos, en la historia contemporánea, canteranos ilustres cuando regresaron por primera vez a Gran Canaria con otros equipos

Ignacio S. Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 11 de marzo 2024, 11:09

Si no media lesión o decisión técnica que lo impida, el próximo domingo se vivirá en el Gran Canaria una experiencia emocional inédita: Jonathan Viera, ahora en el Almería, como rival. El que hasta hace unos meses era capitán, emblema e ídolo en Gran Canaria, hacedor de dos ascensos a Primera (2015 y 2023) y de goles, jugadas y actuaciones memorables durante su larga y fértil militancia en la UD, pisará el estadio en el que se hizo internacional como visitante, lo nunca visto y que va a generar una bomba emocional en el respetable. ¿Cómo recibir a alguien que lo fue todo pero que ahora defiende intereses contrarios? ¿Primará la nostalgia o se impondrá la actualidad competitiva? ¿Qué música ambiental se oirá cuando suene su nombre en la megafonía o entre en contacto con el balón?

Viera tuvo una salida tortuosa de la UD, con más de dos meses sin jugar y una explosiva conferencia de prensa en la que acusó a García Pimienta de no interesarse por sus problemas familiares que fueron el principio del fin. Y en el club y el vestuario no gustaron sus formas de decir adiós en absoluto. Anunciada su rescisión, poco antes del parón invernal, se publicitó la iniciativa de que realizara un saque de honor, el partido inaugural de 2024 en casa frente al Barcelona, que nunca se produjo y sin que trascendieran los motivos, algo que terminó de tensar la separación de caminos UD-Viera.

Ahora, los caprichos del calendario lo traen de vuelta su casa con el morbo añadido que eso implica. No será la primera vez que la afición isleña viva esta dicotomía por ver en el bando contrario a un canterano que entronizó. Y un repaso a la hemeroteca deja experiencias muy diversas en este campo. Desde insultos, tímidos aplausos o indiferencia. Dependiendo de cada nombre propio, la grada reaccionó con cariño, desaire o templanza. Y son varios los ejemplos contemporáneos que así lo atestiguan.

  1. Toni Robina y Alexis Suárez

El 8 de octubre de 1997, con motivo de una eliminatoria de Copa del Rey, Toni Robaina y Alexis Suárez se presentaban ante un Insular lleno a reventar... Con la camiseta del Tenerife. Ambos habían sido transferidos al club blanquiazul por los graves problemas económicos en Pío XII, operaciones que levantaron ampollas en la masa social por el destino elegido para dos jugadores criados en la casa y de un porvenir indiscutible. Que vinieran con ese escudo en la pechera fue gasolina para la hoguera. «Vete a la Wilson, Robaina vete a la Wilson», rugió la Naciente contra el atacante en referencia a la emblemática discoteca capitalina de la época. Alexis también tuvo lo suyo, con «todo tipo de improperios», según se reflejó en las crónicas del partido. Uno y otro soportaron con relativa madurez ese recibimiento hostil y no quisieron hacer más leña de lo vivido, atribuyéndolo a la naturaleza propia que comportaban los derbis, con la adrenalina disparada.

  1. Juan Carlos Valerón

El genio de Arguineguín salió de la UD abonando su cláusula de rescisión, 50 millones de pesetas de entonces, rumbo al Mallorca. Y meses después de una decisión que no todos comprendieron y compartieron, su equipo, que militaba en Primera División a la órdenes del argentino Héctor Cúper, quedó emparejado con la UD, en Segunda y dirigida por García Remón, en la Copa.

El 2 de diciembre de 1997, Valerón, de rojo bermellón, pisó de nuevo el Insular. Durante los días previos fueron insistentes las proclamas desde la radio, en voz de Segundo Almeida, para que desde la UD ni se tuviera la cortesía de invitar a la familia del jugador al palco como evidencia del malestar que originó su marcha. Y un sector importante de la afición parecía inclinada a abuchearle, pero no fue así. Antes del encuentro, Ángel Luis Tadeo, miembro de la directiva de la UD, le agasajó en el césped como muestra de bienvenida. Y cuando ingresó en el campo, pues fue suplente, en el minuto 65, la reacción fue dividida.

«Aplausos que parecían cuchilladas», escribió Juan Nicolás Cruz de un recibimiento dividido, con palmas por una parte y tímidos pitos por otra. Ganaba 0-1 el Mallorca cuando sustituyó a Palinha y terminó remontando la UD (3-2) con exhibición del Turu Flores. Esto es, coincidió su fase en el césped con la crecida amarilla hasta el triunfo en menos de media hora. Tras el pitido final, le consolaron los que hasta hace nada habían sido sus compañeros, como Manuel Pablo, que no dudó en abrazarle. Valerón volvería a ser rival de la UD con las camisetas del Atlético de Madrid y Deportivo y en cada regreso, y pese algún pito minoritario que se hizo notar por discordante, imperó el respeto.

  1. Guayre Betancor

Un caso similar al de Valerón por la manera en la que, tras debutar y explotar con la UD, terminó haciendo las maletas para emigrar. En el verano de 2001, y tras lamentar en voz alta que no se le mejoraran las condiciones de su contrato, Guayre se fue al Villarreal previo pago de su libertad federativa y que ascendía a 1.000 millones de pesetas, una cifra récord en la historia de transferencias del club hasta esa fecha. Y con UD y Villarreal en Primera, su vuelta era una cuestión de paciencia y se produjo el 23 de marzo de 2002. «Indiferencia». Así se calificó su retorno al Insular con el equipo levantino. Ni siquiera hubo división de opiniones porque la gente estaba más preocupada por el futuro de una UD que iba directa a Segunda División, como así terminó pasando, que de dividir su atención en Guayre, quien ya cimentaba su posterior eclosión como delantero de zancada, clase y gol.

  1. Ángel López

Uno de los canteranos de oro de comienzos de siglo que terminaría siendo internacional y con una dilatada trayectoria en la élite, cruzó por primera vez sus caminos con la UD el 14 de noviembre de 2007 en la Copa del Rey y formando parte del lujoso Villarreal de Manuel Pellegrini. Había sido traspasado en la Navidad de 2003 al Celta y su recuerdo no podía ser mejor en los aficionados, que se tomaron aquel partido como una fiesta, dado el calibre del adversario, y acogieron de la mejor manera al lateral internacional de Pozo Izquierdo.

  1. Aythami y Momo

El central fue bastión en el ascenso a Segunda de 2006, mientras que el interior zurdo, cuya imagen llorando tras el descenso a Segunda B de 2004 habló a las claras de su sentimiento por la causa, también había dejado huella antes de ser vendido. Ambos, en diferentes años pero al mismo comprador: el Deportivo de La Coruña. Y regresaron juntos, el mismo día, en las filas del Xerez Deportivo. El 8 de junio de 2008, en Segunda División, y con la temporada finiquitada para uno y otro equipos, con ascenso para el andaluz. Sin reproches ni rencores y con agradecimiento a los servicios prestados.

  1. Jorge Larena

Justo antes de iniciar su segunda etapa en la UD, retornó a su tierra con el Celta de Vigo y en la categoría de plata. Fue el 23 de febrero de 2008. Cuando fue cambiado, la afición le despidió en correspondencia a su rendimiento en su primer ciclo de amarillo (2000-2002) y el posterior beneficio que dejó con su venta al Atlético de Madrid.

  1. Rubén Castro

Formó parte de la operación con Momo en 2004 rumbo al Deportivo y tardó en aparecer de nuevo por el Gran Canaria. Lo hizo el 2 de mayo de 2009 con el Huesca, en cuya medular estaba el actual director deportivo de la UD, Luis Helguera. Fue más pitado en posteriores ocasiones, con el Rayo Vallecano o Betis, cuando, además, marcó goles en su isla natal.

  1. Nauzet Alemán

Inmortalizado por aquel gol en Anoeta en 2006 ante la Real B que abrió los cielos del ascenso a Segunda de la UD, volvió «entre reproches y aplausos al antiguo héroe» el 12 de marzo de 2011 con el Real Valladolid en Segunda División. Ese misma temporada ya se había medido a la UD en Pucela en una eliminatoria de Copa del Rey en la que fue verdugo de los amarillos. En su retorno, apenas dejó destellos y abrió controversia en la grada. Muchos quisieron reconocerle su valía y pedigrí. Otros optaron por censurarle en voz alta cada vez que tocaba el balón.

  1. Roque Mesa

En la jornada inaugural de la campaña 2021-22, con el Valladolid, el teldense, que se había despedido entre lágrimas al ser traspasado al Swansea galés en junio de 2017 por 12,5 millones de euros, volvió a pisar el césped de su jardín favorito y tuvo una acogida cálida. En la UD siempre fue querido y respetado y por mucho que viniera con otra camiseta, hubo correspondencia con la gente.

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