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El reto de fortificar el Gran Canaria como parte esencial de la candidatura de la UD a Primera

El reto de fortificar el Gran Canaria como parte esencial de la candidatura de la UD a Primera

fútbol ·

La temporada pasada se dejaron de ganar diez encuentros en casa y en este curso se arrancó cediendo un empate frente al Zaragoza

Ignacio S. Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 6 de septiembre 2022, 11:56

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Diez partidos dejó de ganar la UD la campaña pasada en el Gran Canaria si se suman, a los nueve del calendario regular, el de infausto recuerdo frente al Tenerife en la vuelta de la promoción de ascenso a Primera División. La mitad, además, acabó en derrota. Este dato es incompatible con cualquier candidatura a subir. Crueldades del destino, tres meses atrás la defunción de todas las ilusiones vino, de igual manera, en territorio propio. Y, para el proyecto en curso, todos tienen más que presente la importancia de fortificar Siete Palmas como base de los éxitos que se pretenden certificar.

No caer, en suma, en la trampa del año pasado que obligó a esfuerzos extremo fuera para equilibrar la sangría como local. Hasta García Pimienta, indudable revulsivo desde que agarró los mandos del equipo en enero y en sustitución de Pepe Mel, sufrió en sus carnes esta permeabilidad en casa, pues no ganó ninguno de los cuatro primeros choques que dirigió ante su público (0-0 ante la Real B, 0-2 frente al Burgos, 2-2 con el Lugo y nueva derrota por 1-3 con motivo de la visita del Girona).

La intención ahora es la de corregir esa trayectoria, aunque, a las primeras de cambio, y con dos comparecencias como anfitrión, ya se ha dado pie a una fuga de puntos, la del 0-0 en la jornada inaugural frente al Zaragoza. Luego de despachar al Andorra (2-0), toca repetir actuación solvente este viernes (20.00 horas) en el pulso con el Leganés. Y más para hacer bueno el empate del sábado en Mendizorroza y que dejó un sabor agridulce por lo que pudo ser y no fue, pese a que Álvaro Valles volvió a justificarse con intervenciones providenciales.

Hay unanimidad a la hora de estimar que unos números redondos en Gran Canaria dejarían el ansiado ascenso al alcance de la mano incluso por la vía directa, sin tener necesidad de recurrir a unas eliminatorias en las que no alumbra una buena tradición: de cuatro intentos únicamente se pudo culminar con éxito uno (2015). Mejor el atajo que dan las dos primeras plazas y más sabiendo que se está tiempo para todo y con una plantilla de garantías.

Y de regreso al ecosistema conocido, Siete Palmas, y, previsiblemente, con un auditorio que se acercará a los 20.000 espectadores, según las estimaciones que se manejan en Pío XII, no hay otro camino que el de alicatar los puntos y comenzar a marcar la tendencia que abre los caminos a Primera.

Lo contrario, lo del año pasado, encarece el reto hasta ponerlo imposible. Todo lo saben y se han puesto a la faena.

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