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Puerta a cero, consigna innegociable

Puerta a cero, consigna innegociable

Paco Herrera idea el resurgir de la UD desde la seguridad defensiva y poniendo fin a la hemorragia de goles encajados desde que regresó; ya el lunes, en Majadahonda, quiere poner el precinto al área propia

Jueves, 1 de enero 1970

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Lo tiene claro Paco Herrera cada vez que analiza los males de esta UD y trata de poner remedio. Es insostenible la media de goles encajados por el equipo e intolerable que, en las tres últimas salidas, ya con él en el banquillo, la media de tantos recibidos sea de cuatro por partido. En las visitas a Cádiz, Lugo y Córdoba se acumularon doce tantos en contra, un oprobio para cualquier candidato al ascenso que se precie y más para una UD necesitada de puntos y de credibilidad. Al técnico catalán también le preocupan otras situaciones relacionados con la sincronía de líneas y el achique que pretende para cuando no se tiene la pelota, pero a la cabeza de sus lamentaciones figura, y de manera apabaullante, este déficit y para el que ya trabaja con especial insistencia. Desde que se retomaron los trabajos tras el parón invernal, Herrera no ha parado de insistir a sus hombres en la importancia de implicarse en las ayudas, realizar una presión armónica y extremar las vigilancias en las acciones a balón parado. También en la importancia de considerar las faltas tácticas como recurso a utilizar para evitar contras y galopadas que pillen a la defensa en minoría, como así ocurrió, de manera invariable, en los desplazamientos recientes y con el rival con metros y en despliegue al contragolpe.

Las fallas defensivashan sido constantes en la UD desde que arrancó la temporada y se han intensificado de manera notable desde hace mes y medio, arruinando cualquier mérito exhibido y cobrándose un alto peaje en los marcadores y la clasificación. De hecho, a la hora de pedir refuerzos, las peticiones más urgentes han venido para la retaguardia. Eric Curbelo ya ha sido ascendido al primer equipo y viene un central en camino para suturar las vías de agua.

Y ha llegado la hora, en opinión de Herrera, de poner fin a esta dinámica y quiere ver los resultados desde ya. El lunes, frente al Rayo Majadahonda mayormente. Ahí quiere el entrenador ver los efectos de sus instrucciones enérgicas y consignas específicas destinadas a las labores defensivas. Quiere el partido, como no podía ser de otra manera, pero exigirá y valorará las mejoras en esta faceta, que considera fundamentales en su propósito de enderezar el rumbo. Portería a cero como primer paso.

Teniendo en nómina a unos de los mejores guardametas de la categoría, caso de Raúl Fernández, de momento no se está rentabilizando como se debe la capacidad de un portero que puede ganar muchos partidos con sus intervenciones pero que, de momento, es una víctima colateral más de esta onda expansiva.

El partido inaugural de 2019 presenta, por tanto, una prueba de fiabilidad para la UD, que carga con trece goles recibidos en los cinco encuentros con los que cerró 2018. Algo insostenible.

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