La presencia de Viera ya es un bendito condicionante en la pizarra de Pepe Mel

Viera está de vuelta, para mayor alegría de la UD y todo su universo. Incluyendo a Pepe Mel, faltaría más, pese a que ver a Jonathan de titular, como así se espera ante el Zaragoza, implicaría cambios en una zona ancha que ha repetido en las dos últimas jornadas y con respuesta óptima, a juzgar por sus valoraciones. Fabio y Loiodice han ejercido de anclas organizativas, con Clemente y Benito en los costados y Kirian como enganche por detrás de Jesé. Especialmente significativa ha sido la aportación de Kirian, gol de cabeza como añadido, después de una larga etapa sin protagonismo. El tinerfeño se ha agarrado al puesto beneficiado por las numerosas bajas que le permitieron coger vuelo. En otras palabras, no sería justo que volviera al banquillo.

Viera no interfiere en el doble pivote pero, de tres cuartos en adelante, abre debates. Si mantener a Benito y que flote entre líneas, que si ubicarlo partiendo desde la izquierda y no tocar a Kirian... Un dilema táctico en todo caso enriquecedor, pues irá para bien de la UD. Tener la bala de Viera es oro molido y más si se considera su hambre de competición. Lleva veinte días fuera de combate pero, competitivo como el que más, sus piernas ya le piden fuego real y minutos. Y como se trata de un jugador innegociable, aún sin el estado físico idóneo tras su última lesión, le toca al entrenador definir su elección. Pasado mañana será el momento de que se esclarezca.

En defensa sí están claros los relevos. La disponibilidad de Lemos le devolverá al carril diestro mientras que el ecuatoriano Ferigra ocupará la vacante de Eric Curbelo, a quien una acumulación de amonestaciones que implica sanción federativa le sacará de un once en el que estaba consolidado como uno de los valores más fiables. Por tanto, de la última zaga, dos serán los mismos (Navas y Cardona) y entrarán como novedades otros tantos.

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