El presente impulsa el futuro

Imaginaba también que alcanzaríamos pronto un acuerdo con los acreedores de un concurso que no sabía cómo íbamos a pagar sin descender a Segunda B.

Desde entonces competimos, temporada tras temporada, sin poner al servicio de nuestros proyectos deportivos la aportación de nuestro patrocinador principal, el Cabildo, que disfruta la promoción de nuestra Isla con varios soportes y acciones, ocupando el frontal de nuestra camiseta como soporte más notorio. Esa aportación se destina íntegramente desde 2006, y hasta 2027, a pagar el crédito con el que se financió la satisfacción de las deudas aquellos acreedores, hoy felizmente amigos de la casa.

Por estas razones celebramos el sesenta aniversario con vida y el setenta con salud. Ahora la efeméride es el 75 aniversario. La celebramos con vida, salud, y en busca de una excelencia que no deje de hacer de la UD Las Palmas motivo de orgullo para Canarias.

Parece que todos los planetas se han alineado espontáneamente para que así sea: militamos en Primera, tenemos una ciudad deportiva referente de sostenibilidad, clave en la elección de sede mundialista, que da sus primeros pasos hacia su segunda fase. La intención es albergar cinco campos de entrenamiento que satisfaga las necesidades de espacio de nuestros equipos y permita acoger ilustres huéspedes para fijar el nombre emergente de Gran Canaria como destino deportivo imbatible en el sur de Europa.

Estos recientes acontecimientos no dejan hacer recuento de méritos, sino de metas. El Mundial 2030 vislumbra la mejor época de la Unión Deportiva, a poco que sepamos ponernos de acuerdo en un solo fin: la gestión de un Club tan aglutinador como Las Palmas debe entrar de lleno en el siglo XXI.

No son los planetas los que se han alineado espontáneamente. Es el contexto del fútbol profesional español, el consenso político y la feliz realidad de un Club saneado, pujante y en continua evolución, arropado por una gran familia de fieles de antaño y recién incorporados, los que nos han colocado en un punto de la historia óptimo para despegar definitivamente.

Porque no es lo mismo ser que estar, como venimos repitiendo al explicar nuestra hoja de ruta. Ser es esencia. Estar es circunstancia. Y nosotros queremos ser de Primera, no estar simplemente en Primera.

De ahí que redoblemos esfuerzos para encontrar nuevos recursos económicos que nos alejen de la cola de león en la que ahora estamos. Por eso nos implicamos con los bodegueros de La Palma y sacamos un vino, '12', el dorsal de la afición. Por eso nace nuestra cerveza, Pío Pío, con agua de La Palma. Por eso nos implicamos junto a otras empresas canarias en un parque tecnológico de energía limpia, investigación y desarrollo. Por eso damos los primeros y modestos pasos de expansión internacional. Por eso aplaudimos, soñamos con un estadio definitivamente de fútbol, en el que el Club pueda competir de tú a tú con el resto de sus rivales, algunos de ellos los más importantes del planeta. Un estadio en el que Las Palmas se sentirá, por fin, como se sienten la mayoría de los equipos de élite españoles, recibiendo a seguidores y simpatizantes cualquier día del año. Siendo anfitrión de cuantos eventos podamos albergar, generando los recursos que amplíen nuestras metas deportivas y podamos aspirar razonablemente a retos mayores, lejos de la meta agónica de permanecer, sin más, en la categoría.

Ese crecimiento que la familia amarilla avista en el horizonte es el que enmarca la celebración de este 75 aniversario. Feliz cumpleaños.