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Fidel saca el guante y Rubén, el martillo

Fidel saca el guante y Rubén, el martillo

El equipo de Manolo Jiménez se impuso desde los once metros (2-3) después de que el conjunto gatitano empatase el gol de Rubén en el último minuto. Este sábado (21.45 horas, Televisión Canaria) se enfrentará al Betis de Quique Setién por el trofeo Carranza.

Kevin Fontecha y Cádiz

Jueves, 16 de julio 2020, 14:14

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kevin fontecha pérez cádiz (enviado especial)

El encuentro de anoche era una buena piedra de toque para calibrar el estado de la nueva UD Las Palmas de Manolo Jiménez. De hecho, viendo el once inicial que presentó en el Ramón de Carranza, dejó claro que se acabaron las bromas. Sacó toda su artillería pesada, salvo a Dani Castellano. El ex del AEK Atenas dio una oportunidad de oro a Benito en el lateral izquierdo y el aldeano la aprovechó con creces. Subió una y otra vez al ataque. Se asoció con todo el que tenía por delante y en defensa, pese a que sufrió bastante, cumplió hasta que se marchó lesionado.

La UD, con mucho sufrimiento, aguantó las acometidas del anfitrión con fortaleza y sacó el colmillo en la única acción de peligro que tuvo. Ya llegando al final del partido, un latigazo de Salvi puso el empate en el marcador. Eso sí, Jiménez aún tiene que cambiar muchos automatismos para que este equipo llegue al potencial que, por jugadores y currículum, puede alcanzar.

Le costó asentarse a los de Jiménez, ayer de verde por eso de que el Cádiz jugaba como local. Pero una vez lo hizo, la maquinaria comenzó a dejar ciertas señas de identidad. Mucha movilidad en la zona de tres cuartos, con un Momo hiperactivo y con ganas de fiesta. El extremo de Las Torres fue un incordio para los de amarillo. Con el once a su espalda, se deleitó entre quiebros y toques repletos de clase. Empezó en la derecha, pero con el transcurrir del encuentro su mapa de calor sobre el césped fue una olla de presión. Lo mismo hizo Rafa Mir. El canterano del Valencia, detrás de Rubén Castro, referencia ofensiva en el campo, pidió su sitio en el equipo titular y reafirmó las buenas impresiones que había dejado amistosos atrás.

Las Palmas mostró músculo hasta cuando erraba como antaño. Para eso ya estaba Raúl Fernández. Este curso hay portero. Vino para esto. El arquero salvó un latigazo de Matos y mandó el balón a saque de esquina. Luego, tras un fallo clamoroso de Vicente Gómez, que regaló el esférico al rival para fusilar al meta, el portero bilbaíno se empeñó en demostrar sus tablas. Mario Barco quiso lucirse pero ahí estaba Raúl Fernández para robarle la bola de los pies pasado el ecuador de la primera parte. No ganaba la Unión Deportiva en sustos y, una vez más, el ex del Levante insistió en convertire en el hombre del partido. En la grada ya se oía que Barco iba a tener pesadillas con Raúl. Nuevo remate que se colaba en la portería y nueva estirada imposible del vasco. Lo que vino después ya fueron palabras mayores. Mismos protagonistas, mismo resultado, pero con mayor dificultad. Lo de Fernández, ayer, fue para quitarse el sombrero y aplaudirle hasta que amaneciera. Con todo y gracias a los reflejos del portero, la UD se marchó viva al descanso.

Así como la nota positiva la puso el cancerbero, la negativa la sacó a relucir la defensa. Hubo errores propios de Las Palmas de Paco Jémez. Jiménez tiene aún mucho que hacer.

Tras la reanudación del encuentro, malas noticias para la escuadra grancanaria. Benito se tiró sobre el césped y pidió el cambio. Se marchó roto, tanto física como anímicamente, y su testigo lo cogió Dani Castellano.

Corría el tiempo y la sala de máquinas isleña no carburaba. Vicente mezclaba acciones famélicas con otras que recordaban a su mejor versión. Javi Castellano cortaba como acostumbraba pero no terminaba de asociarse con la zona de tres cuartos.

Y cuando todos los caminos llevaban a la derrota, Fidel Chaves, guerrillero durante toda la batalla, sacó su guante izquierdo y le puso un balón milimétrico a Rubén Castro. Un centro preciso que el pistolero de La Isleta no iba a dejar pasar. Si Raúl vino para atajar, Castro llegó para perforar. La primera que tuvo la mandó a la red. Remate cruzado con su testa al que nada pudo hacer David Gil, arquero local. Como el ratón que huele el queso, el máximo goleador en la historia del Real Betis quería disputar la final del prestigioso Carranza ante su exequipo. No metía con el escudo de la UD desde el 19 de junio de 2004.

Con el tanto del punta llegó el fútbol de la UD. Los de Manolo Jiménez se quitaron la correa y empezaron a tocar con más desparpajo y confianza. Un pase de Momo por aquí, otro de Fidel al primer toque por allí, y el Cádiz comenzaba a desesperarse. Y por si fuera poco, la entrada al campo de Christian Rivera, que sustituyó a Vicente, dotó de más mordiente a la medular. El centrocampista, pese a su juventud, tiró de veteranía una y otra vez. No rifó ningún esférico ni arriesgó más de la cuenta. Se entendió con Javi y tapó a la perfección las acometidas de Aketxe, que hasta el momento estaba moviendo a la escuadra andaluza de un lado para otro a su antojo. De hecho, pinchó un balón caído del cielo con una calidad soberbia y, con un giro endiablado, dejó en el suelo a Álvaro Lemos. Todo el fútbol gaditano llegaba desde su bota derecha.

Los de Álvaro Cervera no iban a desistir en su empeño de igualar el marcador y se fueron con todo al ataque. A la zaga isleña le venían de todos lados. Los Cala, David García, Dani y Lemos se tuvieron que multiplicar para contrarrestar tal vendaval ofensivo. Eso sí, Jiménez movía ficha y daba entrada a Hadi Sacko, que corrió más de la cuenta en ocasiones. Su primera acción fue una falta que le acarreó la amarilla. La segunda, una carrera llena de raza y un centro duro y seco que atajó el meta local. En su tercera maniobra, esprintó antes de pensar y se le quedó el balón en el camino.

La escoba de Rivera, siempre barriendo de forma solidaria para su equipo, terminó de frenar a un Cádiz que veía cómo se le escapaba un encuentro que, por lo visto sobre el césped, mereció ganar. Los locales pusieron las ocasiones de gol y al final encontraron el premio al esfuerzo.

Ya lo ha avisado Manolo Jiménez durante toda la pretemporada. Mientras la UD frene la hemorragia defensiva, Las Palmas sumará muchas veces de tres en tres. Lo de ayer fue un aviso a navegantes. Pese a que el rival tuvo las mejores ocasiones del enfrentamiento, la pegada que tiene la Unión Deportiva con Rubén Castro es letal. Mir ayuda y desahoga al de La Isleta que se estrenó en esta pretemporada con el equipo que le vio nacer.

El delantero dejó su sitio a Íñigo Ruiz de Galarreta, que debutaba con Las Palmas. El vasco se situó justo detrás de Mir y ejerció de mediapunta. Intervino poco, pues no tuvo tiempo para más, pero se dejó la voz pidiendo el esférico para dormir el duelo.

Una pérdida de Rivera y un derechazo de Salvi supuso el empate. Ya en la tanda de penaltis, Lemos, Rivera y de Galarreta no marraron, Mir falló, puso suspense, pero Las Palmas se coló en la final de esta noche ante el Betis de Setién, a las 21.45 horas.

Ficha técnica:

(1) Cádiz CF: David Gil, Rober Correa, José Mari, Álex Fernández, Marcos Mauro, Matos, Agra, Mario Barco, Aketxe, Kecojevic y Manu Vallejo. Entrenador: Álvaro Cervera. Suplentes: Cifuentes (ps), Servando, Garrido, Salvi Sánchez, Dani Romera, Perea, Álvaro, Carmona, Juan Hernández, Karim y David Toro.

(1) UD Las Palmas: Raúl Fernández, Álvaro Lemos, David García, Juan Cala, Benito, Javi Castellano, Vicente Gómez, Fidel, Momo, Rafa Mir y Rubén Castro. Suplentes: Cristian Rivera, Nauzet Pérez (ps), Deivid, Galarreta, Mantovani, Dani Castellano, Sacko, Edu Espiau, Fabio, Josep (ps), Erik Expósito, Josemi y Diego Parras. Entrenador: Manolo Jiménez.

Goles: 0-1, min. 56: Rubén Castro.1-1, min. 90: Mario Barco. Penaltis (2-3): Rober Correa (al palo), Lemos (gol), Karim (gol), Cala (gol), Juan Hernández (gol), Galarretaa (gol), Perea (fuera), Rafa Mir (paró David Gil), Salvi Sánchez (fuera).

Árbitro: Luis Mario Milla Albéniz. Estuvo auxiliado por; Antonio Martínez Moreno y Roberto Tejero García. Tarjetas amarillas: David García, Javi Castellano, Marioi Barco.

Incidencias: Semifinal de la LXIV edición del Trofeo Carranza, disputado en el estadio Ramón de Carranza. 10.000 espectadores. Los jugadores de la UD Las Palmas lucieron brazalete negro en memoria de Gilberto I y Antoñito Jorge, fallecidos recientemente.

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