Ensayo general en un Anfield Road vacío

A cinco días del esperado estreno liguero con el Sevilla y tras una semana con más malas noticias que buenas luego de las lesiones de Januzaj y Sinkgraven, con especial incidencia la del primero. Así se presenta este domingo (17.00 horas) la UD en Liverpool para librar su último amistoso antes del fuego real y con condicionantes realmente llamativos: hacerse 8.000 kilómetros de viaje para jugar a puerta cerrada, por mucho Anfield Road que sea, y encima ante los sub-23 del equipo inglés, tal y como está previsto dado que este domingo también, unas horas antes (12.30), hay programado un enfrentamiento con el Sevilla de García Pimienta en el que Arne Slot, entrenador de los reds, sí dispondrá de los integrantes de la plantilla profesional.

Lo último que llega es que, por motivos logísticos, la expedición de Las Palmas tampoco podrá hacer uso de los vestuarios del estadio y tendrá que utilizar unas instalaciones anexas, lo que ya terminaría de rematar una excursión controvertida como pocas. Dicen que imperativos económicos han impedido echar para atrás una comparecencia de imponente cartel pero devaluada en todos sus extremos al conocerse la letra pequeña. Porque pocos clubes de Primera, por no decir ninguno, aceptarían estas exigencias y que bordean el surrealismo.

Pero no hay marcha atrás y lo que queda es afrontar la ocasión con la mayor decencia posible y sin tener muy en cuenta un envoltorio realmente curioso, por no entrar en términos más hirientes.

Con todo, a Luis Carrión nada de esto puede despistarle porque el foco está puesto en lo importante, esto es, en llegar al viernes en la mejor disposición posible. Y ahí quiere afinar con las piezas y esos automatismos que todavía quedan por pulir. Es previsible que ponga en el césped la mayor aproximación posible de lo que planea. Considerando que la progresión colectiva ha ido a más y que el pico más alto de rendimiento no se dará hasta dentro de unas semanas, es importante en esta fase acumular trabajo y sensaciones y frente a los meritorios del Liverpool quiere ver Carrión más motivos para su optimismo creciente.

Esto es, exigencia y atención porque, con un rodaje ya importante, no hay lugar a mayores excusas. En la convoctoria desplazada a tierras británicas no se encontraban Fabio, Cédric y Viti, los tres por molestias de distinto grado.

A Carrión le preocupa especialmente la situación del lateral llegado desde el Oviedo, pues acumula varios días al margen de sus planes, lo que compromete seriamente su disponibilidad para el choque ante el Sevilla del próximo viernes. Y es uno de sus predilectos, lo que ahonda más en el pesar de no poder darle el rodaje que necesita. Viti, además, renunció a vacaciones, tras finalizar la promoción de ascenso a Primera a finales de junio, para ganar tiempo en su aclimatación a la UD.

Por lo visto en los anteriores amistosos, y con la prudencia lógica de estas fechas, un once conformado por Cillessen bajo palos, con Álex Suárez, Mármol, McKenna y Álex Muñoz en defensa, Marvin, Kirian, Javi Muñoz y Fuster en la línea de creación, con Moleiro de enganche y McBurnie arriba se acerca a la idea prevista para el debut liguero.

Ahora bien, la riqueza que ofrece la plantilla, con mayoría de futbolistas polivalentes y capacitados para asumir diferentes tareas y demarcaciones, sube el listón y aumenta una competencia interna que enriquece la toma de decisiones. Tiene para elegir el míster aunque el núcleo definido de los que van a ser más importantes ya ha ido dejando clara su jerarquía.

Con una travesía tan larga se hace imperativo contar con un grupo amplio y activado. Pero ahora lo que prima es el primer paso, competir (y, por qué no, ganar) al Sevilla. Y por Liverpool pasa engrasar como conviene la maquinaria.

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