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Ala García fue el mejor de la UD. Hizo un gol y rozó otros tres. Fotos: Cober Servicios Audiovisuales

Nadie dijo que iba a ser fácil

Fútbol ·

La UD, de más a menos, acaba cediendo un empate (1-1) y pidiendo la hora ante el Andorra tras la roja a Pezzolesi

Ignacio Sánchez Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 17 de agosto 2025

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Con un empate sufrido en casa ante un recién ascendido y sensaciones contrapuestas, de más a menos y la evidencia de que queda mucho por hacer. Así se escribe la película del regreso de la UD a Segunda, sometida por el Andorra tras un inicio prometedor y que terminó pidiendo la hora ante el miedo de que todo fuera a peor. Nadie salió contento del Gran Canaria tras un estreno en las antípodas de las expectativas.

La UD encontró el gol antes que el juego, que también vale. Su primera aproximación al arco del Andorra, tras un inicio de disputas y pocas ideas, terminó en la red gracias al mérito compartido de Iván Gil, que largó un chutazo al larguero que mereció mejor suerte, la persistencia de Marvin para hacerse con el rebote, la finura de Fuster, que filtró un balón crucial, y el oportunismo de Ale García, presente donde tenía que estar y ortodoxo en su proceder, con remate adentro cuando el defensa le encimaba. De repente, viento a favor con el 1-0 y el equipo todavía por hacerse a la tarea.

Sin que se lograra ese punto de fluidez en la construcción, muy dispersos Loiodice y Amatucci en la zona ancha, y con Fuster y Gil apareciendo de manera intermitente, el plan de partido de Luis García tuvo muy pronto el golpe de efecto deseado para crecer y serenarse. El rival no dio ni una facilidad y, por momentos, se mostró muy académico en sus posesiones y posicionamiento, con paciencia en la distribución, llegadas por las dos bandas, aunque sin profundidad, y recursos para discutirle a la UD el pleito.

Secuencia del gol y celebración de Ale García en el 1-0.
Imagen principal - Secuencia del gol y celebración de Ale García en el 1-0.
Imagen secundaria 1 - Secuencia del gol y celebración de Ale García en el 1-0.
Imagen secundaria 2 - Secuencia del gol y celebración de Ale García en el 1-0.

Esa disposición escalonada del Andorra dificultó las transiciones, aunque toleró el galope. Y así pudo llegar el 2-0, apenas diez minutos después del primero, con un gran pase al espacio de Loiodice para Ale García, que entró con todo por el centro, pero, en el mano a mano con el portero, se quedó a medias. Ni regateó, ni chutó. Y, por abajo, le rabañaron la pelota. Ese segundo de duda le privó de otro. Un aviso que quedó en eso y que pudo haber ampliado la cuenta, quien sabe si sentenciado.

Loiodice, que ejerció de capitán, en una acción durante la primera mitad.

Fuera por consigna del técnico o porque las piernas, en agosto, todavía no dan para más, la UD pareció conformarse con que nada ocurriera y dio un paso atrás a verlas venir, lo que cedió el mando a un Andorra tan entusiasta como inocente. A Horkas solo se le vio en un centro que se le complicó por exceso de confianza y cada amago de acometida terminaba en el camino, sin que prosperara nada. Así corrieron los minutos hasta el intermedio, a un ritmo pausado y con todo concentrado en zonas tibias, sin peligro ni relevancia.

Y lo que se temía, llegó

Era necesaria más intensidad y precisión. También otro gol que evitara mayores suspenses, que de lo que se trataba, por encima de todo, era de facturar de tres en tres. Pero el Andorra salió contestatario, beneficiado por la presión menos agresiva de la UD, confiada en su contragolpe. Era peligroso manejarse con renta justa porque el rival, con sus limitaciones, se veía con opciones y empezaba a creérselo. Loiodice, con una vaselina por sorpresa, rozó un acierto de bandera y, en otro robo, a Ale García le anularon una celebración por un fuera de juego ajustadísimo, por milímetros estuvo la cuestión. La UD remataba más que generaba, pero el partido estaba para eso.

Amatucci trata de robarle la pelota al atacante del Andorra Nieto.

En una fase de indeterminación, murmullos en el Gran Canaria porque nada se veía claro, se llegó al tramo final, con todo abierto y demasiado vértigo frente a la crecida de un Andorra al que mejoraron, y de qué manera, los cambios. Y del temor se llegó a lo que nadie quería que pasara, un empate que llegó por pura desgracia, con despeje hacia su propia portería de Barcia. Y el 1-2, a continuación, no subió de milagro, poruuqe un trallazo de Theo, desde la frontal, no pilló portería por un pelo.

En una acción aislada, al saque de una falta de Pejiño, Ale García tuvo otra ocasión inmejorable, pero el larguero le negó la gloria cuando ya sobre la bocina. Y como no podía faltar el drama, Pezzolesi se fue a la calle por doble amarilla dejando a la UD con uno menos y siete minutos de descuento por delante. No llegó la sangre al río pero dejó un aviso: esto es la Segunda División.

Ficha técnica:

1 UD Las Palmas: Horkas; Marvin Park (Pezzolesi, min. 70), Barcia, Mika Mármol, Enrique Clemente; Loiodice, Amatucci (Cedeño, min. 79), Cristian Gutiérrez (Marc Cardona, min. 79); Manu Fuster (Jeremía Recoba, min. 79), Iván Gil (Pejiño, min. 83); y Ale García.

1 Andorra: Yaakobishvili; Carrique, Gael Alonso, Bomba, Marc Doménech; Sergio Molina, Imanol; Manu Nieto (Jastin, min. 59), Théo Le Normand (Villahermosa, min. 80), Minsu Kim (Olabarrieta, min. 59); y Lautaro (Uzkudun, min. 80).

Goles: 1-0, min. 8: Ale García. 1-1, min. 77: Barcia, en propia portería.

Árbitro: Bestard Servera (Comité de Baleares). Expulsó por doble tarjeta amarilla al jugador local Pezzolesi (minutos 76 y 90+1). Además, amonestó a los visitantes Carrique, Sergio Molina y Théo Le Normand.

Incidencias: partido de la primera jornada de LaLiga Hypermotion 2025-2026 disputado este domingo en el Estadio de Gran Canaria ante 19.664 espectadores.

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