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Coco sostiene el trofeo, con sus padres, Matías García y Nicolás Ortega, antes del partido. Fotos: Cober Servicios Audiovisuales

Coco y por aclamación popular

Fútbol ·

Recibió el XII Premio CANARIAS7-Germán Dévora antes del partido del ascenso ante el Alavés

Ignacio S. Acedo

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 27 de mayo 2023, 21:59

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Antes de que todo sucediera, cuando el Gran Canaria ya hervía de pasión, Saúl Coco se hizo sitio sobre el verde para recibir de manos de Matías García, director general de Inforcasa, empresa editoria de CANARIAS7, la duodécima edición del Premio CANARIAS7-Germán Dévora. Galardón merecidísimo y decantado por unanimidad al calor del voto popular y que reconoce el sensacional rendimiento del central internacional guineano nacido en Lanzarote.

Coco, acompañado por su núcleo familiar, levantó al cielo el motivo artístico acreditativo feliz y agradecido. En una temporada en la que rompió todos los pronósticos para hacerse inamovible en el centro de la zaga y a base de rendimiento, regularidad y prestancia. Nadie le ha discutido el rol a Coco desde que agarró la titularidad en agosto para no soltarla más. Y hasta ahora ahí ha seguido, convirtiéndose en uno de los grandes protagonistas de esta UD que tantas ilusiones ha despertado en su gente.

Matías García y Nicolás Ortega, antes del partido. Cober

«Es un orgullo y una satisfacción para mí poder recibir un premio como este. Siempre pongo por delante al equipo, aunque es bonito que la gente valore tu trabajo de esta manera. Siempre trabajé de la misma manera. En filiales, cuando no tenía minutos, en los momentos en los que me tocó esperar... Pero sabía que llegaría mi momento y, la verdad, estoy muy contento y feliz de poder ayudar a los compañeros en el campo y dando todo lo que llevo dentro», reconoció días atrás en una entrevista concedida a este periódico y en la que valoraba esta distinción personal.

Monitorizado por varios clubes desde hace meses y con una cotización disparada, el central quiere prolongar su sueño de enraizar en la UD y triunfar en el club en el que siempre quiso estar.

Por eso sentirse importante y realizado, como ahora se da el caso, es la mejor garantía para que hay Coco para rato en una UD de nuevo entre los mejores del país y que le ofrece, como al resto de los compañeros, una dimensión sin competencia como es competir en Primera División para magnificar toda su potencialidad.

Sus padres, Basilio y Mahy, asistieron emocionados y a pie de césped al acto de homenaje y, como no podía ser menos, se llevaron a casa el trofeo, motivo de felicitación en el domicilio familiar de Lanzarote.

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