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Yelena Rybákina besa el trofeo que le acredita como campeona de Wimbledon en esta presente edición. Reuters
Rybakina se subleva en Wimbledon
Final

Rybakina se subleva en Wimbledon

En el año del veto a los rusos, la moscovita conquista bajo bandera kazaja su primer Grand Slam

Enric Gardiner

Londres

Sábado, 9 de julio 2022, 16:59

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Cuando Wimbledon decidió hace unos meses prohibir jugar a rusos y bielorrusos, para evitar cualquier apología de Vladímir Putin y su gobierno, nunca se hubiera podido imaginar que el 9 de julio, en su pista central, una moscovita levantaría el título de campeona. Elena Rybakina, que compite bajo la bandera de Kazajistán, pese a nacer en Moscú, venció en la final de Wimbledon a Ons Jabeur (3-6, 6-2 y 6-2) en una de las mayores ironías del deporte en este 2022.

La kazaja, que decidió cambiar de nacionalidad hace cuatro años cuando no recibió ayudas por parte de Rusia para continuar su carrera, se llevó el título más importante de su vida merced a un juego agresivo, basado en el servicio y los golpes ganadores (la que más acumuló en el torneo en ambos apartados), y aupada por una Jabeur que se achicó ante la historia.

La tunecina aspiraba a ser la primera árabe y la primera africana en ganar un Grand Slam y cuando estuvo a un set de lograrlo, se puso nerviosa. Sufrió un enredo terrible, una caída desde el tenis perfecto del primer parcial, que se lo apuntó por 6-3 tras 17 errores de su rival, a las dejadas sin sentido del tercero y los reveses cortados al clavo.

Rybakina, considerada la mejor cañonera del circuito y un diamante para el tenis de ataque a sus 23 años, solo necesitó de un juego sostenido y un equilibrio en su cuenta de ganadores/errores para derribar a la tunecina y conquistar su primer Grand Slam. Lo hizo como si hubiera ganado un título de una categoría mucho menor, porque, con la última pelota larga de Jabeur, apenas exhibió una sonrisa. La alegría era mayor en su banquillo, donde su hermana no podía contener las lágrimas, que en ella misma.

Este Wimbledon es el tercer título de su carrera, de largo el más importante, y el que la coloca como la primera kazaja en la historia en subir hasta estas cotas. Lo curioso es que, a su yo de 18 años, a esa Rybakina que aún no había tomado la decisión de cambiar de nacionalidad, nunca le hubieran permitido participar en este torneo. Con 23 años y otra bandera tras ella, es campeona de Wimbledon.

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