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Enric Gardiner
Madrid
Sábado, 13 de julio 2024, 16:49
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Pocos hubieran aventurado en 2021 que Barbora Krejcikova se proclamaría campeona de Roland Garros y muy pocos hubieran podido prever que volvería a ganar un Grand Slam y que sería en Wimbledon.
Tres años después de su victoria en París, la jugadora checa volvió a saborear un gran título al doblegar a Jasmine Paolini (6-2, 2-6 y 6-4) en la final de Wimbledon.
Krejcikova, que sumaba tres cuartos de final como mejor resultado desde su victoria en París, se quitó este sábado su estigma de jugadora de un solo Grand Slam. La checa, con mucha más experiencia no solo por Roland Garros, sino también por los diez títulos de Grand Slam entre dobles y mixto, aceleró en un primer set jugado de forma horrible por Paolini, hecha un manojo de nervios.
En el segundo, se combinó el vértigo de la checa con la menor presión para Paolini, que castigó la pasividad de la checa y se hizo con un parcial que igualaba la final. Con todo empatado, Krejcikova se refugió en su saque y comenzó a asestar golpetazos a Paolini hasta que esta entregó el suyo.
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La checa vivió los nervios en sus propias carnes al sacar para título con 5-4. Tras haber perdido un solo punto al servicio en todo el set, Krejcikova tuvo que salvar dos puntos de 'break' antes de, con un saque abierto, provocar el error de la italiana y la euforia en su banquillo. Krejcikova, campeona inesperada.
«Es el mejor día de mi carrera y de mi vida», expresó la checa con el Plato de Venus ya en las manos y mientras se inmortalizaba en la pared del club su nombre justo debajo del de Marketa Vondrousova. Cuando la checa fue a verlo con sus propios ojos, se derrumbó a llorar.
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