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De la quimio a la tierra batida de París en nueve meses

Lección de vida. Anunció en septiembre que le habían detectado linfoma de Hodgkin y, desde entonces, ha cubierto una recuperación conmovedora

I. S. ACEDO

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 2 de junio 2021, 02:00

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Fue durante el pasado mes de julio, apenas once meses atrás. Carla Suárez preparaba su participación para dos torneos en Nueva York y «una indisposición general», en sus propias palabras, le impidió completar los entrenamientos, lo que le condujo a realizarse unos análisis clínicos. El 1 de septiembre, la jugadora grancanaria daba a conocer los resultados de estos chequeos: «Me han confirmado la aparición de un linfoma de Hodgkin en mi cuerpo. El equipo médico me indica que la detección es temprana, su proliferación es curable y de pequeñas dimensiones. La reacción va ser inmediata: vamos a seguir un tratamiento de quimioterapia durante los próximos seis meses». Fue en ese momento cuando, en mitad de una ola de solidaridad mundial, con figuras de todas las especialidades volcadas en darle su apoyo, Carla inició una batalla titánica que, lejos de empequeñecerla, se la tomó como un desafío en el que no podía fallar. Verla ayer sobre la tierra batida y compitiendo en un torneo como Roland Garros, menos de un año después desde que iniciara su tratamiento hospitalario, es un canto a la superación. Su película hasta aquí la ha narrado ella misma y con una naturalidad pasmosa.

Efectos de la quimio

«He hecho cinco sesiones y lo pasé mal en la segunda, un poquito, y en la quinta también. Después de las sesiones, estoy dos o tres días con dolores de barriga, con náuseas, pero después ya puedo hacer vida normal. En ese sentido estoy diez, doce días pudiendo disfrutar de cosas».

Fortaleza, lectura y mandalas

«No sabía de qué manera iba a reaccionar mi cuerpo a una situación sin precedentes como esta, así que ha habido días que han sido muy duros desde el punto de vista físico. Mentalmente, sin embargo, creo que lo he manejado todo muy bien. El tenis es un deporte individual y estamos acostumbrados a recuperarnos en soledad. También he leído muchos libros y he dibujado mandalas, eso es algo que me ha ayudado mucho».

Sin miedo

«No tengo miedo porque sé que estoy en las mejores manos. Nunca me he rendido y mi hematólogo tampoco. Este partido lo vamos a ganar juntos».

En abril, la gran noticia

«Un pasito más en este camino. Hoy termino el tratamiento y puedo decir que he superado un linfoma de Hodgkin. A todos ustedes, gracias. Cada mensaje de ánimo me ha hecho llegar mucha fuerza. Gratitud infinita a todos los sanitarios que nos cuidan día a día. ¡ESTOY CURADA! Han sido unos meses distintos, donde he tenido que afrontar una realidad que no conocía de primera mano. Teniendo disciplina y escuchando en todo momento el consejo médico, se han puesto las bases para superar la enfermedad».

Prudencia infinita

«Quiero esperar un poco a ver cómo reacciona el cuerpo porque sí es verdad que me canso un poco más rápido y las recuperaciones son más lentas, pero dentro de lo que cabe, si el cuerpo me deja, si responde bien, me gustaría despedirme en una pista de tenis, porque no quiero que la gente me recuerde en una camilla. Si puedo despedirme en algún torneo este año, pues lo haré».

Y a París

«Contando las horas para que llegue el día. Lo he tenido en mente todos estos meses».

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