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Pedri, el canario más joven en debutar con la Roja

Pedri, el canario más joven en debutar con la Roja

Pedri González se convirtió anoche en el jugador canario más joven en debutar con España, superando el listón que estableció Luis Valle en 1933 con 18 años y 316 días. Pedri cumplió la mayoría de edad el pasado 25 de noviembre.

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Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 25 de marzo 2021

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Decepcionante inicio de España en el primer capítulo hacia el Mundial de Catar y mucho trabajo por delante para Luis Enrique, el jefe de una selección muy renovada, todavía en formación e irregular en sus prestaciones. Debió ganar a Grecia, y lo hubiera hecho de no ser por un penalti absurdo cometido por Iñigo Martínez tras entrar por Sergio Ramos en la segunda mitad, pero cosechó un pobre empate y en nada se asemejó a esa selección vertiginosa y con pegada que maravillo ante Alemania.

El tropiezo no debería complicar la clasificación, aunque solo adquiere el billete directo el líder de grupo y también compite la Suecia de Ibrahimovic, pero sí deja muchas dudas pensado en esa Eurocopa que asoma en el horizonte. La Roja fue plana, previsible. Lo mejor, el gol de Morata y el desparpajo mostrado en el tramo final por el debutante Bryan Gil. Quizá debió entrar antes, igual que Pedri, el otro debutante de la noche.

Guste o no, Luis Enrique siempre deja su sello. Se esperaba el debut desde el inicio de los jugadores emergentes, pero el asturiano premió a nueve de los que actuaron en esa exhibición ante la 'Mannschaft' de noviembre. Solo faltaron Sergi Roberto y Pau Torres, ambos lesionados. Extrañó no ver a ningún jugador del Barça en ese once y que formasen Eric García, casi inédito en el City, o Ferran Torres, suplente habitual también con Pep Guardiola.

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Sorprendió también que Marcos Llorente ejerciera de lateral derecho en una defensa clásica, ya que el seleccionador se agarra al 4-3-3. El rojiblanco sirve de chico para todo, sobre todo por su físico privilegiado, pero ponerle en esa demarcación es un recurso, lógico en un club pero muy discutible en un combinado nacional. En ausencia de Carvajal y Jesus Navas, el único lateral específico que convocó Luis Enrique fue Pedro Porro.

Con esas trazas y Unai Simón por cuarto partido consecutivo como guardián de la portería, se plantó España ante una Grecia de perfil muy bajo que por algo no se ha clasificado para la Eurocopa. Dicen los especialistas en fútbol internacional que el neerlandés Van't Schip, su seleccionador, es un ferviente seguidor de la escuela de Johan Cruyff, pero una cosa es querer atacar y otra, muy diferente, poder hacerlo. Ante España, desde luego, asumió desde el minuto inicial el rol de equipo inferior y situó a todos sus jugadores en su propio campo. Si pasaban del círculo central era por algún pase fallido, exceso de confianza o relajación de los locales.

Tardó más de media hora La Roja en hincarle el diente a los griegos. Mucho dominio pero demasiados pases al pie, lo que molestaba a Luis Enrique. Faltaban desmarques, movimientos sin balón. Demasiado previsibles con ese toque de un lado otro que se asemeja al movimiento de un limpiaparabrisas.

Llegó el gol en una acción maravillosa. Ramos se incorporó al ataque, Morata aprovechó el espacio para hacer un gran movimiento a la espalda y Koke le dio un pase magnífico. El ariete de la Juventus controló con el pecho y, sin dejarla caer, marcó con la izquierda. Un gran gol de un ariete puro, el más completo que tiene España cuando está bien físicamente y no se come el coco.

Tras la reanudación, ya sin Ramos en un cambio por lo visto pactado que traerá cola, Grecia intentó estirarse y encontró demasiado premio. Error fatal de Iñigo Martínez, que controló mal, forzó para despejar y acabó golpeando con la plancha a un rival. Penalti, gol del capitan Bakasetas y vuelta a empezar, ya con más prisas.

En un momento difícil, Luis Enrique fue valiente e hizo debutar a la vez a Pedri y Bryan Gil. El tinerfeño acunado en la cantera de la UD entró por Dani Olmo y, con 25 minutos por delante, se mostró en la zona ancha y trató de imponer su categoría. En su gran noche con la selección, la primera de muchas con la Roja, no le alcanzó para que llegara el segundo. Pero ahí queda.

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