Secciones
Servicios
Destacamos
David Sánchez de Castro
Madrid
Jueves, 2 de mayo 2024, 10:11
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
El nombre más repetido estos días antes de que los coches se pongan a rodar en el llanísimo asfalto de Miami no es, precisamente, el de uno de sus conductores, sino posiblemente del (falso) autónomo más famoso del deporte mundial. Adrian Newey, el ingeniero que hizo campeón a Red Bull tanto con Sebastian Vettel como con Max Verstappen, dejará el equipo de las bebidas energéticas a partir de 2025. No es un asunto menor, ni mucho menos.
Y es que Newey es el único técnico de la Fórmula 1 que puede presumir de tener un palmarés que ya quisieran el 99% de los pilotos que alguna vez se han sentido como tal: siete mundiales de constructores, seis de pilotos, 118 victorias y 101 poles a fecha de 2 de mayo de 2024. El británico deja el equipo en el que se consagró después de su paso por Williams y McLaren. No deja de ser una cierta broma del destino que la noticia de Newey llegase precisamente un 1 de mayo, justo 30 años después de la muerte que lo cambió todo en la Fórmula 1, la de Ayrton Senna, en un monoplaza que había sido diseñado (en parte) por el ingeniero que ahora todos desean.
El destino del británico después de su consecuente periodo de 'jardinería', como se llama en el argot británico a los meses que obligan por contrato a los ingenieros a no trabajar para evitar posible espionaje industrial, es de momento una incógnita. A sus 65 años ya cumplidos podría jubilarse perfectamente, pero es un activo demasiado valioso para que cualquier equipo le deje escapar. Ferrari está en la pole para llevárselo, toda vez que parecen haber superado las reticencias de Newey a abandonar Gran Bretaña, lo que llevaría al mejor ingeniero a trabajar para el piloto más exitoso de la historia, Lewis Hamilton. También le están tentando desde Aston Martin, momento en el que uniría sus destinos a Fernando Alonso, pero la opción del equipo verde ha perdido fuelle en los últimos días.
El terremoto es absoluto. En una temporada 2025 que parece (no tiene por qué ser) de transición hasta el cambio normativo que se avecina en 2026, la presencia de Newey escudriñando la normativa para encontrar los grises que hicieron campeón a los monoplazas de Vettel y Verstappen puede ser crítico. Cualquier jefe de equipo soñaría con contar con sus servicios antes incluso que con los de muchos pilotos, por lo que en cualquier caso este será el gran fichaje de la próxima temporada, con permiso del de Hamilton y Ferrari, y muy por encima de lo que puedan hacer otros pilotos sin destino aún, como Carlos Sainz (Hulkenberg volverá al viejo Sauber para ser piloto Audi).
En lo que al fin de semana de competición se refiere, el circuito estadounidense de Miami volverá a albergar una cita con formato 'sprint' por segundo Gran Premio consecutivo después del de China. El trazado en los aledaños del Hard Rock Stadium no dejó mucha acción en su ediciones anteriores, hasta el punto de que la falsa bahía era lo más comentado por los aficionados. Tampoco es muy halagüeño para el espectáculo considerar que lo más probable es que sea Verstappen (con un coche diseñado por Newey) el que vaya a consumar un nuevo fin de semana de éxito, tanto en la sprint del sábado como en la carrera del domingo.
Muchas miradas estarán puestas en pilotos que optan a estar cerca, caso de Fernando Alonso. Este viernes se decidirá en una vista en la FIA si la reclamación que puso Aston Martin sobre la sanción que le impusieron al español en la sprint de China por el toque con Sainz queda sin efecto, algo que podría devolverle no tanto puntos sino un pequeño resarcimiento. Si no les dan la razón, no es descartable que Alonso cumpla su amenaza repetida dos veces en Shanghái y se niegue a salir a pista el sábado para evitarse problemas. Total: no le va a afectar en nada, siempre que pueda salir a la clasificación normal para la carrera del domingo.
Que el apellido Andretti esté vetado en la actual Fórmula 1 es algo que pocos pueden explicar. Liberty Media, dueños de la Fórmula 1, y los equipos han impedido la entrada del equipo de Michael Andretti, que ya es toda una institución en la IndyCar y que cuenta además con el apoyo del grupo General Motors, nada menos. Pero el empeño de Michael, hijo del legendario Mario Andretti (campeón del mundo de F1 en 1978), por llegar al gran circo es tan alto que está dispuesto a acudir a las más altas instancias.
El mismísimo Congreso de Estados Unidos ha recibido una petición de Andretti Autosports para que revise el caso. Esgrimiendo la Ley Sherman de Defensa de la Competencia de 1890, que impide la competencia no razonable contra empresas estadounidenses, ha enviado una carta que ya ha recibido el apoyo de doce congresistas estadounidenses de ambos partidos (algo que en año electoral tiene mayor relevancia) que están dispuestos a servir de contrapeso a las intenciones de Liberty Media de no dejarles entrar. «Seguimos comprometidos en traer el primer equipo oficial y la primera unidad de potencia de EE UU a la F1 y a brindarles a los fans estadounidenses un equipo local al que apoyar. Esperamos que esto se pueda resolver rápidamente para que Andretti Cadillac pueda ocupar el lugar que le corresponde en la parrilla de salida en 2026», señalan en un comunicado agradeciendo la intervención política.
Andretti sería el undécimo equipo de la parrilla de Fórmula 1, lo que obligaría a reevaluar el reparto de premios e ingresos entre todos, toda vez que contar con el potencial de General Motors, además de la experiencia de Andretti como equipo, podría cambiar el 'statu quo' de la parrilla. Algo que no están dispuestos a aceptar ni los equipos grandes ni los pequeños.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.