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Charles Leclerc su victoria en el podio. AFP
Pesadilla para los españoles en Australia y victoria de ensueño para Leclerc
GP de Australia

Pesadilla para los españoles en Australia y victoria de ensueño para Leclerc

El líder del Mundial se destaca en el campeonato tras su segundo triunfo del año, en una carrera en la que Sainz abandonó por primera vez en Ferrari y Alonso acabó último

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Madrid

Domingo, 10 de abril 2022, 09:26

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Aunque quedan aún 20 carreras para que acabe la temporada, mucho tendrían que cambiar las cosas para que Charles Leclerc no fuera la gran referencia y, posiblemente, el gran candidato al título. Lo ocurrido en el GP de Australia confirma que, además, tiene la suerte del campeón. Una fortuna que le fue esquiva a los españoles.

Mientras que el monegasco sumaba su segunda victoria del año sin apenas oposición, Carlos Sainz padecía lo que tarde o temprano iba a llegar: su primer abandono en Ferrari. 25 Grandes Premios después, el madrileño no acabó una carrera con la Scuderia por culpa en buena medida de su ansia. Minutos antes de la salida le cambiaron el volante porque detectaron un fallo en un sensor, lo que a la vez propició que ya arrancara con más nervios de lo previsto. En la primera curva ya había perdido cinco posiciones, y en su afán por remontar le pudieron las ganas: se equivocó en una curva, pisó la hierba y perdió el control de su coche sin remedio. Acabó empanzado en la grava e, impotente, abandonó.

No fue el único golpe de guión de la carrera que benefició a un Charles Leclerc imperial. El monegasco resistió sin problemas los envites de Max Verstappen, que trató de amenazar su primer puesto en la resalida después del accidente de Sebastian Vettel (debut para olvidar en este 2022 para él). Ya se vio que el de Red Bull iba a tener que pelear hasta el límite para evitar la victoria de su viejo rival (llevan peleando juntos desde tiempos del karting), pero de nuevo la fiabilidad le jugó una mala pasada.

Como le ocurrió en la primera carrera del año, Verstappen vio cómo el motor de su Red Bull le obligaba a abandonar. «Huele raro», anunció por radio, justo antes de que le pidieran detener el monoplaza en un lateral. Los extintores de los comisarios apagaron las llamas que salían por detrás del RB18 y el campeón volvía a quedarse fuera de carrera.

La carrera se quedaba en manos de un Leclerc que ya solo tenía que llegar a meta. El podio lo completó un Sergio Pérez, que fue de menos a más y que acabó llegando cómodo en segunda posición, y un George Russell que es el inesperado referente de Mercedes. El recién llegado logró su primer podio en Mercedes y el primero en total justicia después de la pantomima de Bélgica 2021. Con relativa comodidad sobre un Lewis Hamilton al que no le gustó verse fuera del podio por beneficiar a su compañero («Me ponéis en una situación complicada», presionó el heptacampeón por radio), Russell se ha aupado a la segunda posición del Mundial con 37 puntos. Lejos tiene a un Leclerc que con 71 tiene carrera y media de margen ahora al frente de la general: solo se ha dejado cuatro puntos de los posibles. Imparable.

Alonso se queda sin palabras

Lo que podía haber sido un fin de semana histórico para los intereses de los pilotos españoles acabó en pesadilla. Al abandono de Sainz hay que unir el resultado de un Fernando Alonso que llegó a boxes mordiéndose la lengua después de acabar el GP de Australia en última posición.

El asturiano empezó bien. Aguantó la 10ª posición en los primeros compases, estiró su estrategia para intentar ganar puestos en pista y en boxes y parecía que apuntaba a una más que óptima 6ª o 7ª plaza final. Sin embargo, como contó él mismo, los parones provocados por los coches de seguridad (reales los dos primeros por los abandonos de Sainz y Vettel y virtual otro por el de Verstappen) no le pudieron venir peor. En el segundo no entró a boxes para montar neumáticos medios porque aún restaban más de 20 vueltas y dudaba mucho de que fuera a aguantar, y cuando lo hizo en el segundo la parada no fue rápida y, para más inri, esos mismos neumáticos empezaron a sufrir un inesperadísimo 'graining' (especialmente en la rueda delantera izquierda) que le obligaron a hacer una tercera parada extra. Cuando Alonso salió de boxes iba en una irremontable última posición con la que cerró su participación en Australia. No se puede decir que haya sido un fin de semana para recordar, ni mucho menos, o al menos no por el lado positivo.

En quince días, la Fórmula 1 aterriza en Europa. El circuito de Imola albergará el GP de Emilia Romaña, en un trazado tradicional y en el que habrá una nueva oportunidad para ver hasta qué punto Leclerc es el gran dominador, Sainz un posible candidato y si Alonso es un 'sí pero sí' después de que la visita a Australia haya sido 'sí pero no'. Otra vez.

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