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Jerobe, durante uno de sus entrenamientos en el Polonia, club del Risco de San Nicolás. Fotos: Cober Servicios Audiovisuales

Jerobe: «Es una locura que la gente, tras 6 años, me siguiera pidiendo que volviera»

Boxeo ·

El boxeador grancanario regresa al ring el próximo 10 de noviembre empujado por el cariño de la afición y la pasión recobrada por su deporte

Domingo, 1 de octubre 2023, 18:35

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El 16 de diciembre de 2017 fue la última vez que Jerobe Chocolatito Santana (Las Palmas de Gran Canaria, 1992) se subió a un ring. Ahí había parado su reloj un púgil que, en sus tiempos, ganó fama y popularidad por sus condiciones y emergente palmarés. Tras una trayectoria amateur destacadísima, dieciséis de sus diecisiete peleas como profesional las había saldado con victoria, se alzó con dos mundiales júniors y pujó en Francia por el título de la Unión Europea en el que perdió su condición de invicto, una carrera emergente que decidió aparcar «por desmotivación y un cúmulo de sensaciones». Desde entonces, casi seis años sin boxear pero que en absoluto le han hecho caer en el olvido de la gente.

«Nunca han dejado de pararme por la calle para pedirme que vuelva. Es una locura que después de tanto tiempo se acuerden de mí, me llamen por mi nombre, me animen a que regrese...«, reconoce emocionado. Esa insistencia ha terminado por funcionar y el próximo 10 de noviembre, en la velada estelar que se celebrará en el Gran Canaria Arena con el duelo Aramis Torres-Samuel Carmona por el cinturón continental del EBU Silver, Chocolatito estará de vuelta. Una noticia enorme por lo que significa recuperar para la causa a un deportista cuya huella, pese al largo parón voluntario, jamás se difuminó.

-Colgó los guantes por decisión propia y en poco más de un mes estará de nuevo pendiente de la campana. ¿Cómo ha asumido este cambio radical después de varios años fuera del mapa?

-Estoy muy feliz por todo. Hace un año intenté volver y estuve entrenando, pero no terminé de convencerme y lo dejé. Pero ahora es diferente. Antonio Pulido no ha parado de insistirme, me ha picado cada vez que me veía. Comparto con él y el resto de la promotora Premier Boxing Intercanarias proyectos para organizar veladas y eso también ayudó a que me animara. Muchísimas personas han estado detrás de mí para que volviera a boxear. Esas cosas te llegan al corazón, sentir tanto cariño ha sido clave. Al final me lo pensé de nuevo y aquí estoy. Feliz, motivado, con muchas ganas.

-Justo lo que le faltaba antes...

-Así es. No me arrepiento de nada de lo que hice porque cuando tomé ese paso fue convencido totalmente de que era lo correcto. Y esa misma seguridad que tuve en su momento para dejarlo, la tengo ahora para volver. En su día dejé de disfrutar del boxeo, no encontraba mi sitio, no me sentía como quería sentirme. Ahora, tras varios meses de preparación muy intensa, enfocada a volver con garantías, reconozco que he recuperado toda la ilusión. Me siento fuerte, con energía y fuerza de voluntad. Y allá vamos.

-¿Vuelve para quedarse?

-Es mi idea. El futuro es impredecible. Tengo una familia, un trabajo, una estabilidad que no quiero perder y espero hacer compatible con el boxeo. Cuando peleaba, el boxeo y las competiciones eran el centro de todo. El ombligo del mundo. Vivía obsesionado con mejorar, con llegar arriba. Con el paso de los años, mis prioridades son otras pero no por ello creo que pueda ser menos competitivo. Mi vida va a dar un vuelco ahora, lo está dando. Hasta hace nada tenía la cara nueva de paquete y ahora, con los entrenamientos y los golpes que recibo el cambio se puede ver. Mi rutina es de máxima disciplina cuando hasta hace unos meses la libertad era mayor y disponía de tiempo para todo. Volver al boxeo me ha obligado a tener los días perfectamente estructurados, cuidar la dieta, ahora estoy en 67-68 kilos y quiero bajar a 65, y privarme de cosas que formaban parte de mi normalidad. Pero estoy llevando muy bien el proceso.

-Llegará a la velada del 10 de noviembre con 31 años y en plena madurez personal. ¿Es el mejor antídoto para combatir la falta de rodaje competitivo?

-Así lo pienso. Creo que un boxeador alcanza su mejor nivel entre los 30 y los 35 años si se ha cuidado bien y sabe exprimir bien su bagaje anterior, la experiencia acumulada. Diría que puede extender su carrera, incluso, hasta los 40 años. En mi caso, si vuelvo es porque estoy seguro de que puedo dar un gran nivel y plantearme, poco a poco, metas importantes.

-¿Teme las comparaciones del Jerobe que se fue al Jerobe que ha vuelto?

-Ni pienso en eso. No voy a competir contra mí mismo ni me voy a juzgar. Mi objetivo es dar el máximo. Luego podré ganar o perder. Pero ponerlo todo en el ring es lo que centra mis fuerzas sin pensar en comparaciones de ningún tipo.

-¿Hay nervios a cinco semanas del día que ahora marca su calendario?

-He recuperado la pasión por el boxeo. Y cuando sientes pasión por algo, los nervios están a flor de piel. Lo reconozco. Y así lo comparto con mi entrenador, Abián Suárez, y mi preparador físico, Jesús Alemán. Ellos me ven a diario y saben lo que me ha costado llegar a este punto y lo que quiero para mi futuro dentro del ring.

-Siempre fue un ganador. ¿Considera que volver, por encima de lo que pase en su pelea, es ya el mayor triunfo?

-Lo veo de esa manera. Es un triunfo personal, por encima de lo que significa el boxeo.

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