Willy Villar posa durante una entrevista en Canarias7. / arcadio suárez

Villar: «Las nuevas incorporaciones han aportado mayor estabilidad emocional y calidad al juego»

El máximo responsable de la parcela deportiva analiza la reacción de la entidad claretiana en la ACB tras llevar a cabo el segundo peor inicio de la historia amarilla en la élite.

ÓLIVER SUÁREZ ARMAS Las Palmas de Gran Canaria.

Willy Villar fue el escogido para guiar el rumbo del nuevo proyecto deportivo del Club Baloncesto Gran Canaria tras tantos años siendo capitaneados por Berdi Pérez. El exjugador y profesional de los despachos de La Isleta, de 51 años y con una amplia trayectoria en todas las competiciones del baloncesto español, asumía con ilusión y responsabilidad la oportunidad de aplicar sus conocimientos del mercado y de la gestión en la entidad de su isla.

Apostó por Porfi Fisac, uno de los entrenadores nacionales en boca de todos por sus éxitos en el Casademont Zaragoza en las últimos dos ejercicios, y confeccionó un plantel que despertó elogios de propios y extraños. No había dudas y sí mucho entusiasmo de cara a un curso repleto de incertidumbre por la pandemia de la covid-19 y la no presencia de público en los pabellones, pero con los mimbres adecuados para volver a disfrutar tras dos temporadas amargas del Granca.

Mantuvo al técnico segoviano a pesar de los resultados preocupantes en la Liga Endesa -sólido y resolutivo en la EuroCup- y la asfixiante presión interna y externa que pedía su cese, tomando la decisión de realizar movimientos en el plantel. En apenas cuatro meses de competición, Amedeo Della Valle y Frankie Ferrari abandonaron la isla, Javier Beirán fue apartado un mes y readmitido por necesidad, y Jacob Wiley, protagonista de una operación rocambolesca que permitiría su salida con el pasaporte macedonio bajo el brazo, dio positivo por coranavirus en Estonia y se encuentra temporalmente en Estados Unidos tras suspender su contrato; mientras que llegaron piezas que han propiciado el despertar. Villar valora el presente y futuro insular en este curso.

-El Herbalife Gran Canaria firmó un arranque desastroso en la ACB con un balance de dos victorias y diez derrotas. Desde ahí, cuatro triunfos consecutivos ante el Urbas Fuenlabrada, el Acunsa GBC, el Coosur Real Betis y el Baxi Manresa y un tropiezo en la pista del Valencia Basket en la última jornada. ¿Qué análisis hace de la reacción?

-Creo que ha sido un cúmulo de cosas. Las nuevas incorporaciones han aportado mayor estabilidad emocional y calidad al juego. Creo que todos hemos ido aprendiendo sobre la marcha de un inicio tan malo y, sobre todo, a nivel mental tener la paciencia para que llegara nuestro momento. Al final, hemos ido cogiendo confianza, pero aun así con todo, hay mucho por hacer y hay que seguir en alerta porque seguimos en una situación que no nos gusta. Ha quedado demostrado que si te despistas no perdona nadie, y estamos todavía en fase de consolidación y con todas las alertas puestas para continuar mejorando.

-Defendió a ultranza la continuidad de Porfi Fisac en el banquillo y prefirió agitar la plantilla en busca de soluciones. Los primeros en llegar fueron AJ Slaughter y Oliver Stevic. Con el primero existían dudas por su estado de salud y físico. ¿Le ha sorprendido su rápida adaptación y, sobre todo, aportación?

-Todos saben que siempre fue la primera opción desde verano. Nos trastocó mucho la idea de que no pudiera incorporarse al final. Nunca lo perdimos de vista y, finalmente, ha venido. Es verdad que seguíamos teniendo las dudas, pero su llegada ha sido muy importante porque ha dotado de confianza a todo el mundo a nivel de su calidad. Y también por su temperamento y su experiencia. Es verdad que ha sorprendido la rapidez con la que ha empezado a aportar después de tantísimo tiempo parado y con problemas de salud, pero creo que lo ha suplido con la ilusión tan grande que tenía por volver a jugar. Estaba muy agradecido porque le diéramos esta oportunidad y todo ha podido más que su estado real de forma, ya que todavía está por alcanzarlo, pero a veces la ilusión genera estas cosas. Estamos encantados porque ha dado mucho más ahora de lo que podíamos esperar, aunque es verdad que este nivel es el que todos conocíamos y por eso lo queríamos.

-Por liderazgo, experiencia y conocimiento de la competición, ¿era Stevic -firmó por tres meses- el pegamento necesario para cambiar la mentalidad y las caras del equipo? Y, por supuesto, más allá de su aportación en la pista...

-Sin duda. No nos olvidemos que en la cancha está siendo un jugador importante porque nos da mucha solidez defensiva, nos da rebote también, nos da criterio... Son cosas que, a lo mejor, el tema de criterio no sale en ninguna estadística ni está reflejado. Todo eso en el campo nos ayuda una barbaridad ya. Luego, es verdad que genera mucha unión en el grupo porque sabe manejar el vestuario, quitar dudas a los jugadores que pueda entrarles más desconfianza por los resultados y por su forma de jugar. Él sabe hacer ese papel tan fundamental en cualquier equipo. Todos necesitan líderes en el campo y fuera, y, quizás, Slaughter y él fueron artífices de que el resto de jugadores que estaban desde el principio, que han hecho un trabajo encomiable y han estado a las duras y a las maduras, pero necesitaban un poco de ayuda, cogieran confianza. Cada uno en su rol ha sido muy importante para conseguir las victorias.

-Los últimos en aterrizar en las isla para completar la revolución en el plantel claretiano fueron Sean Kilpatrick y Earl Clark. ¿Qué espera de ambos y en qué condiciones contractuales se encuentran con la entidad?

-Kilpatrick llega porque necesitábamos un jugador más en la línea exterior. Lo hemos fichado para el resto de la temporada y con él buscábamos talento en forma de puntos, de experiencia, de criterio... Y, evidentemente, se puede adaptar al grupo, que tiene una esencia de jugar en defensa, de jugar unidos y creo que, de momento, nos está demostrando que va a ser capaz de adaptarse perfectamente. Clark es un fichaje que viene tras la lesión de Matt Costello y, en principio, se le ha fichado hasta el parón por las ventanas y la Copa del Rey, hasta el seis de febrero que es exactamente un mes y medio. A partir de ahí, ya veremos porque, en principio, tendríamos tres extracomunitarios. Todo dependerá del nivel y de la adaptación que tenga al grupo porque también tenemos la EuroCup, donde no hay límite de jugadores norteamericanos. Será una cuestión a estudiar en función de cómo vaya el equipo, de cómo vaya el propio jugador, de los intereses de cada uno. Evidentemente, esperamos también la vuelta de Matt Costello al equipo, por lo que ya valoraremos en su momento cómo queda todo y las posibilidades que tenemos.

-Precisamente, ¿cómo está Costello de su lesión -sufrió una rotura en la musculatura extensora de los dedos del pie derecho- y cuándo cree que estará disponible para volver al grupo?

-Da la sensación de que su recuperación va por muy buen camino, pero también con la idea de no forzar lo más mínimo. Sería muy contraproducente que su vuelta al equipo no fuese al 100% de condiciones y que eso originase una recaída, pero parece ser que, incluso antes de que acabe el parón en febrero, se podría incorporar. Esta es la buena noticia que parece que podremos tener a Matt de vuelta y completamente recuperado, y que sea incluso antes del parón.

-Además, en febrero se cumplirá también la finalización de la suspensión de contrato acordada con el interior estadounidense Jacob Wiley. ¿Su retorno al club estará supeditado a que debute en partido oficial con Macedonia del Norte para obtener el pasaporte comunitario o ya no cuenta con el jugador para lo que resta de campaña?

-Es otro tema que habrá que afrontar en el momento que se incorpore. Ahora mismo, pidió un poco para recuperarse completamente de todo lo que había sufrido por la covid, tanto a nivel físico como mental y decidió irse a casa. Por supuesto, el acuerdo fue amistoso por las dos partes, él se va a incorporar directamente a la selección para las ventanas, si no hay ninguna sorpresa, y cuando vuelva lo hará con ese pasaporte. Es lo mismo que hablaba con Clark, llegado el momento veremos cómo está el equipo, ojalá que no haya lesiones de ningún tipo, cómo es el rendimiento del equipo en ese momento y cómo tenemos que afrontar el final de temporada. Decidiremos cuando llegue el momento, pero lo primero de todo es que Jacob Wiley es jugador del Gran Canaria, eso es lo más importante y, a partir de ahí, las decisiones se tomarán en el momento que sean oportunas.

-Frankie Ferrari salió también hace algunas fechas. Viendo cómo ha reaccionado el conjunto amarillo, ¿considera que se equivocaron apostando por él?

-Que nos equivocamos y hemos cometido errores, sin duda, pero centralizarlo sería muy injusto. Al final, los equipos pierden y ganan como equipo, todos estamos señalados. Lo que no funcionó al principio fue la química y la unión de todos, sea deportiva, anímica o de cualquier tipo. La fusión de los jugadores que estaban con los que trajimos no fue la mejor y, además, vino precedida con demasiadas derrotas, más de las que a lo mejor podíamos merecer por la calidad que tenía el equipo y por el trabajo que íbamos haciendo. Pero esa fue la realidad y, además, vinieron muy seguidas y sin apenas reaccionar. A partir de ahí, hemos tomado decisiones, pero en ningún caso conviene más que señalarnos a todos, hay que mirarse al espejo, todos hemos cometido error y, en ningún caso, las derrotas van dirigidas a nadie en particular sino a todos como equipo. De la manera que, si ahora se gana, pues también es producto de que todos están dando un paso adelante. Pero, como decía antes, con las máximas cautelas porque es una Liga muy dura, ahora viene un calendario difícil y tenemos que seguir en la misma línea que estamos ahora. La única diferencia es que hemos salido de un momento muy malo y esto nos va a dar confianza para el futuro si volvemos a tener una situación parecida, sabemos que somos capaces de levantarnos y de remontar situaciones complicadas.

-Otro nombre propio es Javier Beirán, apartado durante un mes de la disciplina del primer equipo. Teniendo en cuenta su rendimiento en los compromisos ante rivales directos en la clasificación en diciembre, ¿se arrepiente de no haber solucionado antes este problema?

-Ya lo hemos dicho antes y lo seguiremos diciendo, es un tema interno. Lo único que puedo decir es que da gusto ver a Javi cómo están jugando y disfrutando del baloncesto, y eso nos hace disfrutar a los demás. Los que hemos sido admiradores de su juego toda la vida disfrutamos de verlo ahora así y ojalá continúe esta buena línea por él porque creo todo lo que está consiguiendo no se lo debe absolutamente a nadie sino a él mismo. Hay que mirar hacia adelante y lo importante es que siga manteniendo este nivel, incluso aumentándolo. En cualquier caso, las decisiones se toman pensando que son las mejores, nunca nadie se tira piedras sobre su tejado.

-¿Se avergüenza de situaciones que se dieron con ese jugador como vaciar su taquilla en el vestuario del Gran Canaria Arena, ejercitarse a oscuras, con constantes cambios en sus horas de trabajo o prácticamente siempre en solitario?

-Estoy para gestionar el club deportivamente y que todo vaya de la mejor manera posible. No es mi trabajo desmentir noticias ni salir a decir si son verdad o mentira. Creo que la opinión pública hace su trabajo perfectamente y solo he recibido buen trato de todo el mundo, pero no es mi trabajo desmentir. Evidentemente, la visión de la situación que se dio fue absolutamente deformada y siempre lo dije. El ruido que había fuera no existía dentro, pero quizás por las derrotas y la situación del equipo era fácil golpearnos. No diré si merecido o no, pero cuando pierdes tienes esas consecuencias y hay que aguantar el chaparrón. No solo perdíamos sino que además hacíamos todo absolutamente mal, y es comprensible cuando tienes una racha como la que tuvimos tan mala, pero insisto en que este es un equipo absolutamente volcado en el trabajo, todos intentamos hacerlo lo mejor posible y se dijeron cosas que no respondían a la realidad. No me gusta la pregunta porque no hicimos nada que no estuviera dentro de la normalidad y se tratara a Javi como se merece sin duda.

-El calendario es tremendamente exigente en la competición doméstica y, además, se une el Last 16 de la EuroCup la próxima semana. Una vez no lograda la clasificación para la Copa del Rey, ¿pasa el siguiente objetivo en la Liga Endesa por mirar al Playoff o salvar la categoría?

-Creo que ni una cosa ni la otra. Estamos en una situación de recomponer absolutamente todo, de reconocernos a nosotros mismos, de hacernos fuertes y, evidentemente, ir jugando partidos, que a partir de ahora volverá a ser cada tres día. Ahora la máxima es seguir siendo como estamos intentando ser: competitivos, dando una imagen de lucha de 40 minutos y vamos a ver hasta dónde nos llega. A lo mejor dentro de siete u ocho jornadas o cuando avance la primera vuelta de la EuroCup, podremos visualizar objetivos, ir a por ellos y decirlo abiertamente, pero ahora con nuestra situación estamos tan cerca de la zona de peligro como de la zona de la ilusión, más el inicio de la segunda fase de la EuroCup. Con el año que llevamos, seguro que lo prudente es ir partido a partido y, sobre todo, ir trabajando sobre nosotros mismo. No parecería lógico ponernos tareas sin saber cuál va a ser el rendimiento final del equipo. Probablemente, después de uno o dos meses, tengamos que decir cuál es la prioridad, que espero que puedan ser objetivos ilusionantes.

-El UNICS Kazán ruso, el Mornar Bar montenegrino y el MoraBac Andorra serán los rivales en el Last 16 continental. Fisac ya opinó sobre el grupo y resaltó la dificultad de los desplazamientos. ¿Cuál es su valoración?

-Priorizas los viajes independientemente de la posible calidad de los equipos. En este sentido, hemos tenido muy mala suerte. Mornar y Kazán son sitios que están hoy en día, y más con la pandemia, extremadamente lejos. Esas circunstancias no ayudan nada y luego te lastran para jugar la ACB por los viajes. Todos los equipos que pasan al Last 16 da un poco igual con quien quieras enfrentarte, todos tienen un nivel importante. Sin ir más lejos, el Andorra queda cuarto de su grupo y todos sabemos el nivel que tiene este equipo y cómo nos ganaron aquí hace poco. Lo afrontamos con mucha ilusión, hasta ahora es una competición que nos ha ayudado a tener alguna alegría. Hemos hecho una primera fase de diez, compitiendo siempre a muy buen nivel y nos gustaría hacer un buen papel. Vamos a ver si somos capaces de conseguirlo.