Nadal se prueba sin aparentes molestias antes de la gran cita

Rafael Nadal tira de ilusión en una cita olímpica en la que se le ha complicado la participación en las últimas horas. El balear sufrió un problema en el muslo derecho el miércoles por el que acortó el entrenamiento y prefirió descansar el jueves para proteger la zona y no forzarla. Sin embargo, este viernes por la mañana saltó a la Philippe Chatrier para completar unos entrenamientos con aparente normalidad.

Su entrenador, Carlos Moyà, comentó que el descanso del jueves era una medida de prevención, para intentar asegurar su posición en la pista olímpica a solo unas horas de su estreno. Al menos, en la cita por parejas.

Nadal debuta este sábado en el torneo de dobles, superdobles con Carlos Alcaraz, y a la espera de saber su estreno individual el domingo. Tiene un cuadro complicado en esta modalidad, pues jugará su primer partido ante Marton Fucsovic, 32 años y 83 del mundo, y si gana chocaría con un Novak Djokovic en segunda ronda. El serbio, operado de la rodilla el 5 de junio y finalista de Wimbledon hace dos semanas, persigue el oro olímpico en la que posiblemente sea su última participación en un torneo de este calibre.

Es lo mismo a lo que aspira Nadal. Con 38 años y el cuerpo magullado en exceso, se entrena este viernes, en una Chatrier cubierta para protegerse de la lluvia parisina, con un muslo cubierto con un vendaje, con la intención de comparecer junto a Alcaraz y protagonizar la imagen icónica de París 2024.

El partido de dobles sería su objetivo principal, toda vez que conlleva menos desgaste para el físico, sobre todo al lado de un murciano de 21 años con toda la potencia del mundo para complementar de maravilla con las actitudes del balear.

Aun así, Nadal tendrá la tarde para descansar, pues no ha confirmado que asista a la ceremonia de inauguración por el Sena.

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