Los jugadores rechazan «enérgicamente» la amenaza de la UEFA

Los 12 clubes fundadores de la Superliga ya han anunciado que presentarán una moción ante los tribunales competentes para impedir que sus jugadores sean excluidos de sus selecciones, mientras la AFE garantiza que «en todo momento trabajará, como siempre lo hace, para proteger no solo los derechos laborales de los y las futbolistas, sino también su salud». Tanto el sindicato que preside David Aganzo como el internacional que agrupa a 64 sindicatos nacionales consideran que «es fundamental una cooperación sana y solidaria entre las competiciones nacionales e internacionales» y advierten que «una nueva competición que socave esto podría causar un daño irreparable».

El internacional alemán del Real Madrid, Toni Kroos, ya criticó a la UEFA y la FIFA el pasado mes de noviembre por la saturación del calendario, y avisó que con esta nueva competición «la brecha entre los clubes grandes y pequeños se ampliaría aún más». «Al final del día, nosotros los jugadores solo somos las marionetas de la FIFA y la UEFA con todas estas competiciones extra que se inventan. No le preguntan a nadie», lamentó Kroos en alusión al torneo de la Liga de Naciones que comenzó en 2018, así como los planes para aumentar el Mundial de clubes a más equipos.

«Si hubiera un sindicato de jugadores que tomara decisiones en este tema, no disputaríamos la Liga de Naciones o la Supercopa de España en Arabia Saudí, y tampoco un Mundial de clubes de 20 o más equipos», se quejó el centrocampista del Real Madrid hace cinco meses, cuando la Superliga continuaba diseñando su revolucionaria propuesta. «No todo puede ser lo financiero y succionar físicamente de los jugadores. Es mejor dejar las cosas como están cuando están bien», lanzó Kroos, contrario a la postura de su presidente, Florentino Pérez, que también lidera al grupo de separatistas frente a la Champions de la UEFA.

«Es importante observar que la llegada del fútbol europeo a este punto de posible alteración refleja una gobernanza en la que algunas partes han disfrutado de poderes desproporcionados, mientras que las restantes, en su mayoría e incluyendo a quienes ocupan un lugar central del deporte –los futbolistas y los seguidores– son en gran parte ignorados», lamenta el sindicato mundial, para el que la propuesta de la Superliga genera «muchas inquietudes y preguntas entre los futbolistas».