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Kepa Arrizabalaga atraviesa el momento más delicado de su todavía corta pero meteórica carrera. A sus 26 años, el portero vizcaíno ya sabe lo que es saborear las mieles del éxito, después de protagonizar un astronómico traspaso del Athletic al Chelsea en el verano de 2018 a cambio de 80 millones de euros, pero también ha sufrido la parte dura del fútbol, cuando Zidane rechazó un fichaje que parecía hecho para el Real Madrid en el mercado de invierno de la campaña 2017-18 y especialmente ahora, cuando no goza de la confianza de Frank Lampard, que le ha relegado al banquillo 'blue' en beneficio de Caballero, un guardameta ya veterano.
El de Ondárroa (Vizcaya) asume con su habitual templanza la situación y afronta la ventana de selecciones como una oportunidad, pese a que también con España parte a priori por detrás de David de Gea, titular en los dos primeros encuentros de la Liga de Naciones ante Alemania y Ucrania. «Me encuentro bien, me encuentro fuerte, con confianza. Obviamente, quizás no sea la situación ni soñada ni esperada pero al final, durante la carrera del futbolista, a veces nos toca vivir momentos así, trabajando y con tranquilidad y confianza de darle la vuelta y hacerlo lo mejor posible cuando tenga la oportunidad de jugar», analizó el portero vasco, consciente de que su puesto requiere de una gran entereza mental para asumir los momentos complicados.
«Todos queremos jugar, yo también, y no me planteo más allá del día a día, de los partidos ahora con la selección. En el fútbol es muy difícil mirar a medio o largo plazo porque de un día para otro puede cambiar todo. Obviamente quiero jugar pero ahora lo más cercano es la selección, tenemos tres partidos y mi foco está puesto en ellos», añadió Kepa, consciente de que esta ventana de combinados nacionales más cargada de compromisos que nunca le abre las puertas de un regreso al césped.
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«En la vida del futbolista hay altibajos, pero al final lo que está en mis manos es trabajar. He demostrado el nivel que tengo, confío en el nivel que tengo y lo seguiré demostrando. Es un momento para confiar en uno mismo», concluyó el guardameta del Chelsea, muy mentalizado en persistir en su trabajo diario para demostrar su valía.
Luis Enrique es consciente de la situación del futbolista, pero confía en él, como da buena prueba de ello el hecho de seguir convocándolo pese a no contar con minutos en su club. «Veo a Kepa en una situación que no es agradable, pero no es el fin del mundo. Es el momento ideal para venirse arriba, para ver de qué pasta está hecho. Lo que le pasa a él en el Chelsea es algo por lo que hemos pasado todos los jugadores a lo largo de nuestras carreras», señaló el seleccionador español, que apela al espíritu de superación del guardameta para ofrecer competencia a De Gea bajo los palos de España.
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