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España redondea la fiesta en una Barcelona rojigualda
Amistoso

España redondea la fiesta en una Barcelona rojigualda

Una diana formidable de Dani Olmo en la recta final resuelve un choque ante Albania en el que Cornellà fue un espacio de reconciliación

Óscar Bellot

Barcelona

Viernes, 25 de marzo 2022

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Dieciocho años después de que los goles de Joseba Etxeberria y Rubén Baraja le sirviesen al combinado que entonces dirigía Iñaki Sáez para remontarle a Perú el tanto con el que Nolberto Solano había puesto por delante a la Blanquirroja en el Estadio Olímpico de Montjuïc, la selección española regresa a Barcelona. Una ausencia de casi dos décadas en un territorio siempre caliente por las tensiones nacionalistas, pero que también tiene ganas de reencontrarse con La Roja, que en ese vasto periodo de tiempo ha levantado un Mundial y dos Eurocopas. Albania es la piedra de toque escogida para la tan esperada normalización de relaciones, al menos en su derivada deportiva, que tendrá al RCDE Stadium como escenario y la preparación para la exótica Copa del Mundo de Catar como excusa oportuna a la hora de intentar devolver las aguas a su cauce y cumplir así con uno de los propósitos de Luis Rubiales cuando ascendió a la presidencia de la Federación.

Tras sellar el pasado mes de noviembre en el sevillano estadio de La Cartuja el pasaporte para Catar con aquella trabajadísima victoria frente a Suecia que le permitió eludir una envenenada repesca, el fresco y pujante bloque de Luis Enrique inicia su puesta a punto para el torneo que se celebrará en tierras asiáticas entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre con un amistoso frente a Albania que debe servir para que el técnico asturiano siga perfilando el grupo con el que afrontará una cita en la que hay muchas esperanzas depositadas.

El gran papel que realizó La Roja en la pasada Eurocopa, donde logró sobreponerse a un cúmulo de problemas para terminar alcanzando unas semifinales en las que luchó hasta el último momento con la a la postre campeona Italia y la enorme madurez que demostró meses después en la 'final four' de la Liga de Naciones, donde una más que discutible decisión arbitral la descabalgó en el duelo decisivo contra Francia librado en San Siro, han servido para avivar la ilusión de la parroquia española y apuntalar el proceso de renovación acometido por Luis Enrique con un combinado que venía de estrellarse en el turbulento Mundial de Rusia, después de caer también con estrépito cuatro años antes en Brasil y no conseguir levantar tampoco cabeza en el Europeo de Francia.

Pero la irrupción de valores de presente y futuro como Ferran Torres, Dani Olmo, Gavi o Pedri ha dado un impulso a una selección que, por primera vez desde que tocase el cielo en el Soccer City de Johannesburgo en 2010, comparecerá sin ningún miembro de la generación dorada del fútbol español. Luis Enrique dejó en casa a Sergio Busquets para dar descanso a un exprimidísimo veterano al que, por otra parte, no necesita monitorizar porque ya tiene plaza reservada para la que será su última gran aventura con La Roja. La capitanía pasa de forma provisional a Jordi Alba, que se ha ganado una vida extra con el preparador gijonés a base de notables actuaciones con el Barça.

Paso al frente

El conjunto azulgrana sigue conformando la espina dorsal de la selección, con David Raya y Hugo Guillamón como principales novedades, la baja de última hora de un Raúl de Tomas que iba a ser la gran atracción en el recinto perico y una buena mezcla de experimentados y jóvenes que deberán seguir haciendo méritos porque Luis Enrique no entiende de amistosos, pese a que el círculo es cada vez más estrecho. Bailan pocos puestos y la competencia es máxima. Hora de dar el 'do' de pecho para los 22 convocados, a los que el seleccionador quiere ver con ambición y hambre, pese al escaso pedigrí de Albania.

El combinado balcánico se ha medido en siete ocasiones a España, la última hace más de cuatro años en el estadio Rico Pérez de Alicante, y siempre ha hincado la rodilla. Una cascada de derrotas entre las que sobresale el 9-0 que encajó a finales de 1990 en el Ramón Sánchez Pizjuán. Detenta la posición número 65 en el ranking FIFA y no es el adversario más adecuado para examinar el cuajo de la selección española ni para motivar un lleno en el RCDE Stadium que también se ve dificultado por el costo de las entradas en estos tiempos de apuros por la inflación galopante que ha puesto en jaque a tantas economías familiares. Pese a ello, se espera un ambiente digno de lo que hay en juego: que La Roja sea la casa de todos. Sin excepciones.

Dani Olmo redondeó la fiesta en una Barcelona rojigualda. Una diana formidable del atacante del Leipzig resolvió en su recta final el choque que supuso el regreso de la selección española a Cataluña 18 años después frente a una Albania mucho más combativa de lo previsto. El combinado de Luis Enrique, concentrado y sacrificado como si de un encuentro de carácter oficial se tratase, se atascó durante muchos minutos, pese a mandar de principio a fin. Pero los cambios del seleccionador en el último tramo ofrecieron el impulso necesario para obtener el triunfo y rematar una noche memorable en la que Cornellà fue un espacio de reconciliación. España disfrutó en Cataluña y Cataluña vibró con España.

Gritos de «yo soy español, español, español» tras el recitado de las alineaciones en un RDCE Stadium que presentó un ambiente espectacular. Casi dos décadas llevaba la selección sin pisar Barcelona y la hinchada se volcó con La Roja. La hermandad que se vivió con el equipo de todos fue la mejor noticia posible en una jornada en la que el combinado local demostró que es una casa de encuentro.

Luis Enrique entregó los guantes a David Raya, el guardameta del Brentford que ya fue la gran sorpresa en la lista. Se cayó a última hora de la convocatoria Robert Sánchez por

España

David Raya, Carvajal (Azpilicueta, min. 71), Eric García, Pau Torres, Marcos Alonso (Jordi Alba, min. 61), Pedri, Rodri, Gavi (Dani Olmo, min. 61), Sarabia (Carlos Soler, min. 60), Morata (Yéremy Pino, min. 71) y Ferran Torres.

2

-

1

Albania

Berisha, Ismajli, Kumbulla, Djimsiti, Balliu (Roshi , min. 83), Laci (Asllani, min. 77), Keidi Baré, Gjasula (Ramadani, min. 58), Hysaj, Cikalleshi (Unzuni, min. 58) y Broja (Rey Manaj, min. 83).

  • Goles: 1-0: min. 74, Ferran Torres. 1-1: min. 84, Uzuni. 2-1: min. 89, Dani Olmo.

  • Árbitro: Trustin Farrugia (Malta). Amonestó a Djimsiti.

  • Incidencias: Partido amistoso disputado en el RCDE Stadium, ante 35.444 espectadores. Antes del partido se desplegó una pancarta de la plataforma 'Barcelona con la selección' en la que el 'skyline' de Barcelona aparecía sobreimpreso en una enorme bandera de España.

Atractivo centro del campo sobre el que se asentó un dominio claro. España tocó y tocó frente a una Albania agazapada, pero que aprovechó sus momentos. El combinado del sur de los Balcanes defendía con una línea de cinco y descolgaba arriba a Cikalleshi y Broja para mandar balones en largo a la espalda de la retaguardia española.

Luis Enrique pidió ambición y hambre a sus soldados y la tropa respondió. Lo ejemplificó una acción en la que Sarabia y Carvajal asfixiaron a Hysaj, propiciaron la pérdida del futbolista de la Lazio y originaron una ocasión de mucho peligro que culminó en un remate de Pedri demasiado centrado. Cornellà, que mantuvo la liturgia del recuerdo a Dani Jarque en el minuto 21, vibraba con cada acometida de La Roja, intensa y con ganas de agradar a una parroquia entregada, aunque con sus consabidas dificultades a la hora de descerrajar a rivales que se encierran.

Albania vivió achicando agua casi toda la primera parte, pero una estirada le bastó para meter el miedo en el cuerpo a España. Centró Broja demasiado tenso y Cikalleshi no alcanzó a embocar por un palmo cuando Raya se había quedado sin margen de respuesta. Tocaba corregir al paso por la caseta.

Volvió España con una disposición más incisiva tras el descanso. Rodri puso a prueba a Berisha con un remate seco desde el balcón del área y le desviaron otro gran golpeo llamado a desnivelar la balanza. Sarabia probó con una chilena mientras el estadio brillaba con las luces de los móviles ondeando en apoyo de La Roja. Creció el juego entre lineas de Gavi y Pedri, dos volantes que embuten toneladas de talento y sacrificio en sus menudos cuerpos, aunque Albania aguantaba el tipo.

Sacudió el bloque Luis Enrique en busca de frescura para la última media hora porque España había ido perdiendo fuelle con el paso de los minutos, como ocurrió en la primera parte. Broja hacía sufrir a Pau Torres y Albania hasta se vio con opciones de reventar el jolgorio.

La entrada de Yéremy Pino revitalizó a España. El atacante del Villarreal encontró una rendija y filtró para que Ferran Torres anotase su decimosegundo tanto en veintitrés partidos como internacional. Apuntaba a fiesta redonda, pero Albania no había dicho aún su última palabra. Un mal despeje de Pau Torres lo aprovechó Uzuni para poner el empate con enormes dosis de fortuna. Mas España sacó fuerzas para anotarse la victoria y dejar sin tacha su balance contra Albania con una diana de Dani Olmo por toda la escuadra. Barcelona cerró filas con la selección española, que respondió como correspondía y acabó dando una vuelta de honor ante una afición que llevaba demasiado tiempo soñando con un momento único.

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