El Atlético resucita al Leverkusen

El equipo del Cholo Simeone, con mejores resultados que juego hasta la fecha, tiene los mismos puntos que el Brujas, que la pasada semana derrotó en el infierno del Jan Breydel a los alemanes por la mínima (1-0) y este martes se mide al campeón luso.

El gol de Antoine Griezmann en la última jugada del partido, ya en el undécimo minuto del descuento, permitió al Atlético comenzar con buen pie en la máxima competición continental. Y reabrió el debate sobre la situación contractual del francés, que seguramente volverá a ser suplente en Alemania como ya lo fue el sábado en el 4-1 ante el Celta a pesar de que el Cholo aplicó numerosas rotaciones.

Insiste el técnico argentino en fortalecer la regularidad del equipo a partir siempre de un buen desempeño defensivo. Destaca ahí el papel del belga Axel Witsel, que llegó para ejercer de mediocentro y se ha convertido en un gran central en la línea de tres y dos carrileros con la que juega el Atlético.

«Nos permite buena salida y tranquilidad para empezar el juego», destaca Simeone, que volverá a contar con él frente a los teutones, aunque en defensa no dispone del lesionado Giménez. En ataque, está pendiente de Joao Félix, que no se entrenó el domingo por un golpe, aunque debería poder estar a punto para el martes.

Ha viajado el portero Jan Oblak, que el sábado no jugó por precaución tras el golpe en el muslo sufrido en un choque con su compañero Reinildo en Mestalla, y está por ver si podrá ponerse los guantes frente al equipo de la aspirina. «Entendía que el sábado se sentía en condiciones. Esperemos que esto mejore de cara al martes y lo veremos en estos días», dijo Simeone tras el encuentro contra el Celta.

Enfrente, un Leverkusen en crisis, con una única victoria y seis derrotas en ocho partidos oficiales en este inicio de curso. El equipo de Gerardo Seoane salvó un empate 2-2 ante el Hertha Berlín el fin de semana, que no sirve para mejorar su situación.

Penúltimo en la Bundesliga, se le exige una reacción inmediata porque su entrenador suizo cada vez está más presionado. El Leverkusen confía sobre todo en el poderío del delantero checo Patrick Schick, autor de tres goles en esta apertura de temporada pese al pésimo comienzo global de su equipo.

Quizá porque pensó demasiado en el derbi del próximo domingo y seguro porque Simeone volvió a ser extremadamente conservador en una noche europea, el Atlético fue el rival perfecto para que el Bayer Leverkusen resucitase y saliera de su crisis con una justísima victoria. Merecido castigo para los colchoneros, que contemporizaron con la intención de resolver en el tramo final, tras cambios más osados, pero esta vez el plan le salió rana al Cholo. Con Griezmann ya en el campo llegaron precisamente los dos goles del penúltimo clasificado de la Bundesliga que aprietan el grupo porque, además, el Brujas goleó al Oporto en Do Dragao.

El primer acto se disputó a beneficio de inventario porque el Leverkusen tenía miedo a desatarse y el Atlético jugó muy contenido, con una cautela extrema que le impidió tirar a puerta. Quizá se temía Simeone una salida más en tromba de los germanos, pero el equipo de Gerardo Seoane, un técnico suizo de origen español, no está para muchos vuelos. Por algo había encajado solo 11 goles en seis jornadas y ganado hasta anoche uno de sus ocho partidos oficiales.

Ya se vio en el once que el Cholo quería fortalecer su entramado defensivo. No jugó por precaución Oblak y sorprendió que los primeros minutos de Felipe en este curso fueran como titular, con Witsel de central derecho, Hermoso a la izquierda y Reinildo de carrilero. Se cayó del equipo Carrasco. Tuvo el control de la situación el Atlético en ese primer tiempo, pero solo dio sensación de poder generar peligro cuando recibía el activo Joao Félix, objeto de numerosas faltas que dejaron pronto a los dos centrales locales con amarilla.

No les puede servir como excusa, pero se quejaron con razón los colchoneros de un penalti no señalado por una mano de Tapsoba bastante clara. Lo revisó el VAR, pero no corrigió al trencilla inglés y no castigó el error del central de Burkina Faso. En esa misma jugada, Mario Hermoso no acertó con la portería cuando le cayó un balón suelto. En el área contraria, Grbic pasaba todavía una noche plácida. Solo tuvo que atajar hasta el descanso el tiro lejanísimo y sin peligro de Diaby.

Por tercera vez esta campaña, Simeone retiró al intrascendente Saúl en el descanso. Aceleró el Leverkusen al no verse intimidado y no se adelantó de milagro. Felipe, con tendencia a jugar siempre un poco sobrado, perdió un balón absurdo, Schick se quedó delante de Grbic y lanzó al travesaño. Y en el rechace, Hlozek cabeceó al poste tras rozar el portero croata. Dos alarmas para despertar al Atlético.

Miró el Cholo a su ayudante Nelson Vivas y en torno al 60, llegó la hora de Griezmann, una vez más, y Carrasco. Y retiró a los dos laterales, pasando Llorente al carril derecho. Empezaba teóricamente otro partido, ya con los colchoneros más dominantes. Pero el que perdonó de nuevo fue Schick tras una falta de contundencia defensiva impropia del Atlético.

Se crecieron de nuevo los teutones y el Cholo cambió a sus dos delanteros. No hubo malas caras esta vez de Joao ni falta de respeto a Correa y Cunha, dos compañeros que también se merecen protagonismo. Pero la figura determinante estaba en el otro fando y fue el recién entrado Frimpong con dos internadas veloces y sus asistencias a Andrich y Diaby. Esta vez, al Cholo le salió el tiro por la culata.