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El adiós de Ayestarán, el regreso de Setién, Paquito en el banquillo, la imperiosa necesidad de volver a ganar... El encuentro de esta noche llega marcado por una serie de circunstancias que lo convierten en imperdible. Ningún equipo se ha salvado habiendo sumado solo siete puntos en las primeras 13 jornadas, por lo que la urgencia es máxima y la necesidad de reacción mayor que nunca. Será la anarquía de los jugadores la que tenga que tirar del carro esta vez. Y así demostrar que la mayoría de culpas provenían de la mala gestión de Ayestarán y que ellos sí que tienen nivel para estar en Primera. Esa es la esperanza.
Lo de Anoeta fue el primer paso, pero la confirmación debe llegar ante el entrenador que los situó en el mapa. Setién regresa por primera vez a Gran Canaria después de sacar lo mejor y lo peor de la Unión Deportiva. A pesar de que la historia acabase en pesadilla después de haber empezado en un sueño lleno de romanticismo y nostalgia, cuando los puristas veían en la UD de Quique lo más parecido a aquel equipo de pasado glorioso y estilo inconfundible, la afición le sigue teniendo cariño y le recibirá con agradecimiento. Pero no estará para muchas fiestas el cántabro. En un periodo de tiempo mucho más corto, su trayectoria ha sido bastante similar en el Betis. Comenzó aspirando a lo máximo, ganando, gustando, convenciendo y teniendo su culmen perfecto en aquella victoria en el Bernabéu. Un triunfo que no logró de milagro de amarillo la temporada pasada y por la que recibió elogios a tutiplén hace apenas dos meses. Ahora la situación es muy diferente. Tras seis partidos sin ganar y varias goleadas mediante, la figura del técnico está cuestionada hasta tal punto que podría ser despedido si cae en el que fuera su estadio hace no mucho.
Unos dramas que casi causan risa en la parroquia amarilla. Cuánto pagaría el club amarillo por cambiarse con su homólogo verdiblanco. A cinco puntos de la salvación, se mira con envidia los supuestos males que llevan al Betis a estar mucho más cerca de Europa que del descenso. Pero descartando supuestos imposibles, todo pasa por rescatar las buenas sensaciones desprendidas en el choque ante la Real Sociedad y olvidarse del nuevo bochorno frente al Deportivo en Copa.
Una vez dicho adiós a la breve e insulsa segunda etapa de Vitolo en la UD, la recuperación de un Tannane que se erige como el mejor ejemplo de los problemas psicológicos que padece este equipo se antoja fundamental. Sin el exsevillista, Halilovic ni Momo, la banda busca dueño y el marroquí es lo mejor que tendrá Paquito para llenarla. Se prevé que el técnico provisional no haga inventos y apueste por un once convencional donde estén los mejores. Desde Raúl en portería hasta Calleri en la punta, pasando por los, Bigas, Dani, Viera o Rémy. Las dudas, como siempre, estarán en el medio. Una parte del campo huérfana desde la marcha de Roque. Pero a estas alturas ya no hay tiempo para análisis profundos, solo queda tirar con lo que hay y ganar sin que importe el modo. La vida está en juego y, por los caprichos del destino, Setién enfrente.
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