El City, un paso más cerca del triplete

El protocolo dictaba que el partido fuera en Wembley, que el Príncipe Guillermo hiciera los saludos a ambos equipos, que sonara por la megafonía el nuevo y remozado 'God save the King' y que el Manchester City fuera un auténtico rodillo. Todo eso debía pasar por lógica en el arranque y todo pasó a la máxima velocidad. No había caído todavía el té en los estómagos de los 90.000 asistentes cuando Ilkay GÜndogan cazó un derechazo desde la frontal imposible para De Gea, que miraba el marcador tratando de entender cómo le puede cambiar tanto la vida en apenas 16 segundos, el tiempo que tardó en explotar la grada 'citizen' y en pellizcarse por enésima vez en una temporada que continúa siendo de ensueño para los de Pep Guardiola.

Y es que el City salió a jugar la gran final de la FA Cup con el mismo plan que lleva mostrando a lo largo de todo el curso. El ya habitual 3-5-2 de Guardiola con Stones en la medular y con Rodri, Gündogan y De Bruyne en la sala de máquinas se apoderó del choque a las primeras de cambio y puso sobre relieve la distancia abismal que ahora mismo hay entre ambos conjuntos.

Pudieron los flamantes campeones de la Premier ampliar la renta con un cabezazo de Rodri y dos disparos desde la frontal de Haaland y De Bruyne, pero no lo hicieron y dieron alas a un United que supo capear el temporal, igualar las fuerzas e incluso encontrarse con un penalti absurdo de Grealish por mano. Bruno Fernandes aprovechó el regalo para igualar el choque desde los once metros y llegar al descanso con unas sorprendentes tablas en el luminoso.

Tras la reanudación, la historia se repitió. El City salió con toque de corneta y en una jugada ensayada encontró el premio en las botas del mismo futbolista que en la primera mitad. Gündogan está tocado por la varita mágica este curso y lo demostró en esta ocasión con una volea con la pierna zurda que penetró por la defensa mancuniana de forma incomprensible y que sorprendió a David de Gea.

Fue un nuevo mazazo para el United, que iba a tener que volver a remar contracorriente en la segunda mitad. Lo hizo esta vez intentando que el partido se saliera del guion marcado por Guardiola y pasara a ser poco a poco un intercambio de golpes. En ese escenario los Bruno Fernandes, Sancho y compañía emergieron y lograron asustar a un City que se salvó por poco tras dos disparos desde la frontal de Garnacho, recién ingresado al terreno de juego, y Rashford.

El City necesitaba aire fresco para aguantar el empuje de un Manchester United más entero físicamente y lo sabía Guardiola, desesperado en la línea de banda. El de Sampedor siguió sin variar el dibujo pese a no tener ya el control total del choque, pero dio entrada a Foden por De Bruyne, muy cansado, y el cambio le sentó bien a su equipo.

Los 'skyblue' supieron hacerse con el balón en la recta final, descansar con la pelota y amansar a un rival que ya no encontró la manera de meter mano a su más antiguo enemigo. 732 equipos empezaron una FA Cup que terminó en las manos del City, igual que lo hizo la Premier League y quién sabe si también la Champions. El triplete está un poco más cerca para un equipo que va camino de hacer historia.