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Triunfadora en sus tres partidos de la primera fase en el sencillo grupo compartido con Ucrania, Austria y Macedonia del Norte, la 'Oranje' afronta este domingo el primer examen serio en octavos, donde se mide a la República Checa en Budapest y, sobre todo, a la leyenda negra de su propia historia.
El bloque dirigido por Frank de Boer tiene todo a su favor para avanzar y borrar los fracasos que encadenó al no clasificarse para la Eurocopa 2016 ni el Mundial 2018, pero desconfía. Desde que la magnífica generación de los Marco van Basten, Ruud Gullit y Ronald Koeman se coronó en la Eurocopa de 1988 ante la Unión Soviética, el primer cruce ha resultado muy accidentado para los Países Bajos. Siete veces llegaron a la primera eliminatoria y solo superaron esa criba en las ediciones de 2000, ante Yugoslavia (6-1), y de 2004, frente a Suecia en los penaltis
Crecen los tulipanes con el riego de los goleadores Memphis Depay y Giorginio Wijnaldum. «Nos centramos mucho en Memphis con toda la razón, pero en este torneo le debemos mucho a Wijnaldum. Es evidente que se complementan», analiza Ruud van Nistelrooy para el periódico 'Algemeen Dagblad'. «'Gini' está más en la sombra, pero su trabajo es increíble. ¿Si es el verdadero patrón del equipo? No lo sé, pero lo parece. Tiene experiencia, talento...», prosigue el exmadridista en este artículo recogido por la agencia AFP.
Tras cinco años en el Liverpool, con una Champions y una Premier, Wijnaldum ha fichado por el PSG y, ya con 30 años, su rendimiento desata la ilusión de sus compatriotas y de los parisinos. En la Eurocopa ha marcado tres de los ocho goles de su equipo, el mejor ataque en la fase de grupos, y ya totaliza 25 con su selección, uno más que el legendario Van Basten.
Países Bajos: Stekelenburg, De Vrij, De Ligt, Blind, Dumfries, De Roon, De Jong, Van Aanholt, Wijnaldum, Weghorst y Memphis Depay.
República Checa: Vaclik, Coufal, Celustka, Kalas, Mateju, Holes, Soucek, Masopust, Darida, Jankto y Schick.
Árbitro: Sergey Karasev (Rusia).
Estadio y horario: Puskas Arena de Budapest. 18:00 h. (Cuatro).
La Eurocopa ya tiene su primera víctima ilustre. Después de su solvente fase de grupos, Países Bajos sucumbió ante República Checa, un clásico en las Eurocopas que anuló con su solvencia las muchas virtudes que hasta ahora habían mostrado los neerlandeses y aprovechó la expulsión de De Ligt para dar la primera sorpresa de los octavos de final. Y es que los checos, subcampeones en 1996 y semifinalistas en 2004, le tienen tomada la medida a la otrora Holanda, que solo había ganado uno de sus ocho enfrentamientos en fases finales o de clasificación para el gran torneo continental y volvió a hincar la rodilla.
Y eso que la 'Oranje' empezó entonada, pero se trató de algo efímero. Los checos, conscientes del enorme peligro de las incorporaciones al ataque de Dumfries, una de las sensaciones de la Eurocopa, se blindó con la presencia de Kaderábek en el lateral izquierdo. Es esta República Checa un conjunto sólido, que hace honor a su rica tradición en el torneo continental de selecciones. Sin el control de balón, como estaba previsto, fue capaz de cerrar los espacios a un combinado neerlandés sobrado de velocidad pero incapaz de mostrarla.
Precisamente el vértigo de Dumfries le dio el susto al sevillista Vaclík en una arriesgada y dubitativa salida, pero fue Soucek el que tuvo la más clara en un testarazo desviado. Países Bajos poseía el dominio en el juego, pero no la sensación de peligro, con una circulación excesivamente lenta ante un rival muy bien plantado atrás. Que Wijnaldum y De Jong pasasen casi inadvertidos era la clara señal de lo que estaba ocurriendo sobre el verde. De Ligt tuvo que exhibir velocidad y jerarquía al cruce cuando Barák se disponía a ejecutar ante el veterano Stekelenburg y al final los tulipanes acabaron agradeciendo la llegada del descanso, pues a los puntos República Checa mereció algo más en la primera parte.
Países Bajos
Stekelenburg, De Vrij, De Ligt, Blind (Timber, min. 81), Dumfries, De Roon (Weghorst, min. 73), Wijnaldum, De Jong, Van Aanholt (Berghuis, min. 81), Depay y Malen (Promes, min. 57).
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República Checa
Vaclík, Coufal, Celutska, Kalas, Kaderábek, Holes (Kral, min. 85), Soucek, Masopust (Jankto, min. 79), Barák (Sadílek, min. 92), Sevcík (Hlozek, min. 85) y Schick (Krmencik, min. 92).
Goles: 0-1: min. 68, Holes. 0-2: min. 80, Schick.
Árbitro: Sergei Karasev (Rusia). Amonestó a los neerlandeses Dumfries y De Jong y al checo Coufal. Expulsó con roja directa a De Ligt.
Incidencias: Partido de octavos de final de la Eurocopa disputado en el Puskás Arena de Budapest.
El segundo acto no varió el paisaje, pero Malen perdonó el gol tras una exhibición en velocidad que no tuvo una definición a la altura, pues Vaclík estuvo felino para robarle la cartera al delantero del PSV cuando éste se disponía a driblar al portero. No obstante, el factor diferencial llegó a través del VAR. El juventino De Ligt cortó con la mano cuando Schick se plantaba solo en el área y aunque el ruso Karasev resolvió el asunto con una amarilla, el videoarbitraje avisó y la amonestación tornó en roja directa tras la revisión del árbitro de campo en el monitor.
El contratiempo obligó a Frank de Boer a variar el planteamiento, con una clásica defensa de cuatro y Promes en lugar de Malen para aportar frescura y velocidad. Si la tarde ya no era precisamente brillante en la 'Oranje', la inferioridad dificultó aún más la labor. Dumfries tuvo que lucirse en la función defensiva para sacarle a Kaderábek un remate que ya había convertido a Stekelenburg en una estatua. Salvó la primera Países Bajos, pero no la segunda, en la que Barak botó una falta, Kalas peinó en el segundo palo y Holes ejecutó de cabeza.
La cosa ya tenía mala pinta para la selección naranja, que se volcó en busca del empate pero recibió el castigo demoledor del 0-2, obra del goleador Schick, que ya presume de cuatro dianas en la Eurocopa y se sitúa a la zaga de Cristiano Ronaldo. Holes robó, le metió velocidad y sirvió para el ariete del Bayer Leverkusen, en estado de gracia. La clara ventaja checa y su superioridad numérica impidieron cualquier reacción neerlandesa y rubricaron la primera gran sorpresa de la Eurocopa, que ha entrado ya en su fase decisiva. Las eliminatorias no perdonan.
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