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Croacia - España | Eurocopa 2020-2021 Octavos de final

España reina en la locura

Subido a una montaña rusa, el equipo de Luis Enrique se impone en la prórroga a Croacia y entra en cuartos

Lunes, 28 de junio 2021, 15:18

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Los grandes torneos de selecciones no suelen producir partidos rebosantes de emoción, alternativas y goles. Las montañas rusas son una excepción en la era moderna del fútbol.

Croacia

Livakovic; Juranovic (Brekalo, m.74), Vida, Caleta-Car, Gvardiol; Modric (Ivanusec, m.113), Brozovic, Kovacic (Budimir, m.79); Vlasic (Pasalic, m.79), Petkovic (Kramaric, m.46) y Rebic (Orsic, m.67).

3

-

5

España

Unai Simón; Azpilicueta, Eric García (Pau Torres, m.71), Laporte, Gayá (Jordi Alba, m.77); Busquets (Rodri, m.102); Koke (Fabián, m.77), Pedri; Ferran Torres (Oyarzabal, m.88), Sarabia (Dani Olmo, m.71) y Morata.

  • GOLES 1-0, m.20: Pedri en propia puerta. 1-1, m.38: Sarabia. 1-2, m.57: Azpilicueta. 1-3, m.77: Ferran Torres. 2-3, m.85: Orsic. 3-3, m.93: Pasalic. 3-4, m.100: Morata. 3-5, m.103: Oyarzabal.

  • ÁRBITRO: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Brozovic (73) y Caleta-Car (83), por Croacia.

  • INCIDENCIAS: encuentro de octavos de final de la Eurocopa 2020, disputado el Parken de Copenhague ante 25.900 espectadores, alrededor de 2.000 españoles

El partido, volcánico y divertido, desconcertante en amplias fases, no dejó de ser un retrato fiel del equipo español, que aúna excelentes virtudes con defectos notables pero sabe ser competitivo a su manera. ¿Cómo?

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La locura propiamente dicha comenzó en el minuto 20, cuando Unai Simón cometió un error de juzgado de guardia. Ya se le han visto varios esta temporada, pero Luis Enrique confiaba en que no los repitiera en la hora decisiva. Pero no. Parece que el portero alavés todavía es incapaz de evitar gruesos errores de cálculo y sobradas suicidas. Su manera de perfilarse y dejar sólo el pie en la trayectoria hacia la portería de un balón que venía tan tocado y encima teniendo el sol de frente fue algo incomprensible. Por fortuna, España remontó y él protagonizó dos paradones cruciales, uno de ellos al comienzo de la prórroga, pero el mazazo del 1-0 fue brutal. La Roja quedó noqueada un buen rato pensando en las injusticias de la vida y Croacia vio de repente la luz tras unos primeros veinte minutos en las que había recibido un repaso en toda regla.

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Esto último era una evidencia de lo más satisfactoria. El equipo de Luis Enrique estaba jugando su mejor partido de la Eurocopa. El fútbol fluía con criterio. Laporte salía bien con el balón y Busquets y Pedri cosían el juego con calidad, mientras Koke iba y venía buscando buenas llegadas. Suya fue la primera gran ocasión tras un gran pase de Pedri. El centrocampista del Atlético, sin embargo, falló en el mano a mano con Livakovic. Poco después fue Morata el que desperdició otro clarísima oportunidad cabeceando mal, al cuerpo de un defensa, cuando lo tenía todo a su favor. España volvía a sufrir de su mal endémico pero su fútbol prometía. Y volvió a prometer cuando los jugadores se levantaron de la lona. Sarabia empató en el minuto 37 y todo quedó igualado y abierto.

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Croacia adelantó la presión en el arranque de la segunda parte. Decidió por fin asumir algunos riesgos y embarcarse en un choque de ida y vuelta. Su decisión contribuyó al espectáculo, sin duda, pero a un precio caro. Y es que el talento de los jugadores de Luis Enrique, siempre con Busquets y Pedri al mando de las operaciones, se impuso sobre el césped del Parken Stadium de Copenhague. La defensa de la 'sahovnica' comenzó a sufrir y acabó encajando el segundo gol en una jugada que coronó a Azpilicueta. Tras recibir de Unai Simón, se fue hacia arriba rompiendo líneas y acabó llegando al área pequeña para cabecear un centro perfecto de Gayá.

El partido terminó de romperse. Gvardiol obligó a lucirse a Unai Simón en el minuto 67. Las dos defensas eran vulnerables y eso prometía sensaciones muy fuertes. Aunque no tantas, ciertamente, como las que acabaron llegando. Y es que después de que España marcase el 3-1 a un cuarto de hora del final tras un despiste de la zaga croata -Pau Torres sorprendió con un saque de falta rápido a Ferrán Torres, que fue implacable en el uno a uno contra Livakovic- todo pareció sentenciado. Falsa impresión. El equipo de Zarco Dalic, muy mejorado con las entradas de Orsic, Pasalic y Budimir, no quiso rendirse. Es algo que no entra en su código genético. Y su ambición desesperada tuvo premio. Desgastada físicamente, España no supo congelar el partido y acabó encajando dos goles, el último en el tiempo añadido.

La prórroga se convirtió por tanto en un durísimo examen de consistencia mental para la tropa de Luis Enrique. Sus rivales eran más experimentados y tenían el viento del ánimo a favor. Las dos primeras ocasiones de la prórroga fueron suyas y fue inevitable temerse lo peor. Esa lógica, sin embargo, no tardó en estallar por los aires y volvió a imponerse la locura.

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