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Elvis, durante un partidoen años anteriores.
Elvis, un clásico del fútbol regional: 450 partidos en dos décadas de carrera

Elvis, un clásico del fútbol regional: 450 partidos en dos décadas de carrera

Fútbol ·

Colgará las botas al finalizar la presente temporada. Su caudal de vivencias y experiencias lo resume con nostalgia y satisfacción

José Agustín Lorenzo

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 25 de abril 2025, 18:51

Elvis Roberto Suárez Perdomo (1988) cerrará la temporada con 450 participaciones en categoría nacional en edad senior, y aunque le duele irse con un descenso, entiende que a su edad «ya hay otras prioridades en la vida personal». Empezó con 5 años, en la escuelita del Viera, y de ahí da el salto a la UD Piletas, con Félix Martín Álamo. En edad juvenil fue a la Unión Deportiva, y esa misma pretemporada acepta la llamada del Gáldar. Juega en su equipo de División de Honor nacional, y participa en dos ocasiones con el equipo de Tercera División, siendo esas sus primeras apariciones en el Grupo Canario.

De su etapa juvenil recuerda, «el subcampeonato de liga, que daba opción a jugar Copa del Rey, siendo eliminados por el Málaga CF en la prórroga». Y hace su debut en Tercera en la jornada 37 de la temporada 2006-07: «Entré para perder tiempo, ante el Teguise, y los veteranos me comentaban en el vestuario: debut soñado, 5 segundos».

Campaña 2007-08 en etapa regional: «Esa temporada jugué 32 partidos, nos clasificamos terceros, siendo el equipo menos goleado, y afronté mi primera fase de ascenso, frente al Guernika, empatando en casa (2-2), y perdiendo en Urbieta (2-0)».

A partir de ahí, repite en el Gáldar, y surge un amplio recorrido en el Grupo Canario de Tercera División, participando en un variado abanico de clubes, Castillo CF, Atlético Schamann, San Pedro Mártir, cuatro temporadas en las sigue siendo un fijo en las alineaciones de sus técnicos, Juan Germán Jiménez (Gáldar), José Carlos Álamo y Félix Oramas (Castillo), Toni Dumpiérrez, Santi Calvo y Mimi Peláez (Atlético Schamann) y Maxi Barrera (San Pedro Mártir).

La segunda temporada en el Gáldar fue aprender el lado amargo del fútbol: «El club no cumplía con lo acordado, e incluso tuvimos que hacer colectas para ayudar a los jugadores de fuera con su manutención. Una pena. Me di cuenta, que el fútbol debía ser un complemento, no un medio de vida».

«Luego, en el Castillo, surgió la duda de si salía a competir en Tercera, donde tenía su plaza, o en Segunda B, por la exclusión de la UD Fuerteventura. Éramos un equipazo, pero no se dieron los resultados y terminamos duodécimos», añade.

Y abunda: «Me fui formando, madurando. Era un jugador de los defensas de antes, carácter, duro, con poco balón, físicamente fuerte, pero muy limitado con los pies. Quien participaba conmigo, me quería en su equipo, aunque también entendía al espectador, que me consideraba un paquete».

Primera etapa en el Viera

El entrenador era Ángel Luis Camacho. «Lo llamábamos Ángel Cruyff, pues le gustaba que sus equipos jugaran bonito, con mucho toque, aunque mi estilo contrario. Al final, hicimos muy buena temporada, terminamos cuartos y jugué mi segunda fase de ascenso, ante la Cultural Leonesa, con empate en casa (1-1), y derrota (4-1) en el Reino de León».

Continúa la siguiente campaña en el Viera (2013-14), con Félix Oramas y Eduardo Ramos, y luego, Estrella (2014-15), con Ángel Luis primero, y Pepe Sánchez después. Telde (2015-16), de nuevo con Ángel Luis, y Villa (2016-17), de la mano de Israel Quintana. «En el Estrella, un tiempo después de la destitución de Ángel Luis, lo dejé, pero volví en los últimos 5 partidos, aunque no se logró salvar la categoría».

«En el Villa disputé una nueva fase de ascenso, después de terminar la liga terceros. La primera eliminatoria fue con el Alcudia (4-0 en Los Olivos, y 2-1 en Mallorca). En la segunda eliminatoria perdemos en casa (0-1) con el Rápido de Bouzas, y también en Vigo (1-0), equipo que entrenaba Patxi Salinas», detalla.

Segunda etapa en el Viera

Subcampeón de la división provincial de Las Palmas, se juega el ascenso frente a la UD Icodense, con empate a un gol en el Alfonso Silva, y victoria en El Molino. Una eliminatoria y ascenso especial para el entrenador vierita, Ángel Luis Camacho, con nacimiento en Buenavista del Norte, y pasado icodense, equipo de su debut en Tercera con 16 años.

La siguiente campaña (2018-19), con Jero Santana en el banquillo le depara su cuarta fase de ascenso a Segunda B: «Nos clasificamos terceros en liga, haciendo muy buena temporada, y siendo la sorpresa del campeonato». En la primera eliminatoria ganan al Caudal de Mieres, luego en la segunda al Lorca, y pierden la tercera y definitiva frente al filial del Cádiz.

Para ese partido, frente al filial gaditano, el club fija el horario en la tarde del domingo en el Alfonso Silva: «Tenía las oposiciones de magisterio, que llevaba muchos años preparando, y no podía acudir en horario de mañana. No esperábamos llegar a la última eliminatoria, y todo se precipitó. Dani Herrera ya no estaba, y Alex Guanche se casaba por esas fechas, y se lo perdieron».

No ha sido fácil para el central llegar hasta esos datos, compaginando sus estudios de magisterio con la profesión de taxista: «Mi padre tenía un taxi, que trabajaba por las mañanas, y yo me hacía cargo de la noche. El fútbol no era una prioridad para mí, pero me ayudaba a soltar energía, competir, era un desfogue, pero terminaba exhausto: entrenar, partidos, aeropuertos, aviones. Acudía sin dormir, pero mis entrenadores ya lo sabían».

Dejar el fútbol así, con un descenso, y después de tantos años, no es la mejor manera, «me hace plantear seguir, pero en la vida hay situaciones que no se pueden controlar, y otras prioridades que con la edad se deben afrontar».

Despedida y un recordatorio

«No sé si volveré a jugar, o si me preguntan por ir a los banquillos, tengo título de entrenador, pero cada vez me cuesta más, aunque muchos se alegrarán, pues dejaré, de -repartir leña-, y de volver loco a los árbitros durante el partido (risas). Pero siempre diré la misma frase: todo se queda en el campo de juego», asegura.

Si hace un recordatorio por todos esos años, de 2006 a 2025, subraya: «Diría que me he dejado toda la energía que podía dar, pero me ha servido para conocer diferentes situaciones en la vida, tanto deportivas como personales, de compañeros extranjeros que me iban dando una visión distinta de otros pueblos y culturas, y que me han ayudado mucho a formarme como persona».

«Siempre recordaré a dos entrenadores que me marcaron, Félix Oramas y Ángel Luis Camacho. Y la instalación deportiva que más me ha gustado, el Silvestre Carrillo. Y un directivo, me quedo con Paco Pepe, que me supollevar y me aguantó muchísimo», resume.

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