El Alcotán Canarias se trabajó su triunfo
La ambición por sumar una victoria hizo que, en el comienzo del partido, hubiera varias indecisiones por parte de ambos conjuntos.
J.U.K. / Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 14 de octubre 2019, 11:40
Piletas A 1
Daniel González; Alejandro, Miguel, Kílian, Giselle, Javier, Gabriel, Borja, Dani, Cristo y Aitor. También jugaron: Darío, Rubén, Hugo, Agoney y Oihana.
Entrenadores: Brian Quevedo y Ricardo Torres
Alcotán A 2
José; Pablo, Adriel, Juan, Yulivan, Iker, Cristian Hernández, Yarey, Ronaldy, Darien y Fabio. También jugaron: Adam, Mohamed, Borja, Christian Coalla, Adai y Néstor.
Entrenadores: José Hernández y Blas González
Goles: 0-1, min 42: Ronaldy. 0-2, min 44: Fabio. 1-2, min 46: Kílian.
Árbitro: Víctor Alfonso Vega. Expulsó al visitante Darien en el minuto 79. También mostró cartulina amarilla al local Borja; así como al visitante José.
Buena actitud fue la que mostraron el Piletas y el Alcotán. La ambición por sumar una victoria hizo que, en el comienzo del partido, hubiera varias indecisiones por parte de ambos conjuntos. Poco a poco, se fueron asentando dentro del terreno de juego y empezaron a desplegar el fútbol, que tienen en sus botas. Las intervenciones de los dos guardametas hicieron que no se moviera el tanteador en la primera mitad.
Una de las ocasiones más claras para los pibes del Piletas llegó mediante un libre indirecto, que vino a consecuencia de un malentendido entre el arquero y un defensor. Kílian confiaba en que iba anotar pero, lo que no se esperaba era que, el portero, José, sacaría una mano salvadora para su equipo. También hubo una buena oportunidad de adelantarse, para el equipo del Batán, por medio de Cristian Hernández, pero tuvo la mala fortuna de encontrarse con la madera.
La reanudación del envite no tuvo desperdicio. En los primeros seis minutos se anotaron tres dianas y ya no se movió más el marcador. Christian Coalla asistía a su compañero, Ronaldy, quien solo tenía que empujar la pelota para, así, poner a su equipo por delante. Fabio, en la siguiente jugada de ataque, certificaba el segundo acierto de los visitantes.
Los locales se vieron sorprendidos por estos goles tan tempraneros, pero no bajaron los brazos y no tardó en llegar la sorpresa. Kílian, muy avispado, vio como el guardameta rival, José, estaba adelantado de su marco y, sin pensárselo dos veces, lanzó una bonita volea desde una distancia considerable para aminorar la desventaja. No pudieron hacer más.