La Bundesliga se rinde ante los aficionados y renuncia a un inversor multimillonario

Con desarrollos, Watzke se refería a las ya incontables interrupciones de encuentros de la primera y segunda división alemanas de fútbol en las últimas semanas por las protestas de los aficionados, que bombardeaban los terrenos de juego con pelotas de tenis o hacían correr por el césped autos teledirigidos que levantaban cortinas de humo, entre otras ingeniosas formas de expresar su rechazo al proyecto, con el que los responsables de la competición esperaban ingresar hasta mil millones de euros de un inversor financiero.

El fútbol profesional alemán se encuentra en medio de una «prueba crucial», señaló el comunicado de la Liga Alemana de Fútbol. Aunque existe una «necesidad empresarial» de llegar a un acuerdo con un inversor, a la vista de las circunstancias ya no se puede garantizar «la viabilidad de una conclusión satisfactoria del contrato». Ni siquiera una nueva votación resolvería el problema, reconoció el presidente de la DFL en la nota emitida por su oficina con sede en Fráncfort.

Los representantes de la liga profesional alemana aspiraban a llenar sus arcas con hasta mil millones de euros de un inversor financiero por un porcentaje de los ingresos televisivos. El único postor que quedaba era la empresa luxemburguesa CVC, con la que la dirección de la DFL mantuvo conversaciones recientemente. La empresa estadounidense Blackstone se había retirado previamente de las negociaciones, antes de lo cual se había ido reduciendo sucesivamente el número de aspirantes.

Muchos aficionados y clubes temían que la entrada de un inversor condujera a una creciente comercialización de las operaciones, en detrimento de los intereses de los aficionados. La mayoría de dos tercios de los 36 clubes de la Primera y Segunda Bundesliga necesaria para entablar negociaciones solo se logró por un margen muy estrecho en diciembre pasado. El papel más controvertido lo desempeñó Martin Kind, director general del Hannover 96, sospechoso de haber infringido la regla 50+1 en la votación. Esta norma limita la influencia de los financiadores externos en los clubes de primera y segunda división.

No hay que subestimar que esta votación carece de una amplia aceptación debido a los acontecimientos que rodearon al Hannover 96, admite ahora Watzke. La dirección del club de Hannover había dado instrucciones a Kind para que votara en contra de la inversión. Sin embargo, el resultado de la votación y las declaraciones públicas de los opositores sugieren que Kind, de 79 años, votó a favor y contribuyó así a que el plan de la DFL obtuviera la mayoría necesaria. El propio Kind no ha comentado su voto hasta ahora.

«Con el telón de fondo de la gran baza que tenemos en nuestras manos con la regla 50+1, no debemos ignorarlo. El Comité Ejecutivo de la DFL está unánimemente a favor de la regla 50+1», subraya en el comunicado, para seguidamente destacar que toda nueva votación plantearía nuevas cuestiones legales sobre la evaluación de la decisión tomada en diciembre. «Evitar esto y volver a un funcionamiento ordenado de los partidos debe ser el principal objetivo de la DFL», dice el responsable de la liga alemana, quien anunció que en las próximas semanas la presidencia y la gerencia de la DFL «invitarán a conversaciones con los clubes, para debatir juntos las implicaciones del proceso».