Una emoción en Tokio que será para toda la vida
El nadador grancanario Alejandro Rojas participará en unos Juegos Paralímpicos por primera ocasión. El sueño de siempre y la recompensa a un camino repleto de esfuerzo.
ÓLIVER SUÁREZ ARMAS
Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 23 de agosto 2021, 02:00
Los Juegos Paralímpicos de Tokio alzarán mañana el telón con muchas historias de superación y de esfuerzo y con muchos sueños cumplidos por estar presente en una cita que jamás olvidarán. Los canarios Michelle Alonso -abanderada de la delegación española-, Amadou Diallo y Alejandro Rojas Cabrera simbolizan la satisfacción y la ilusión del deporte del archipiélago. Los dos primeros ya saben cómo se vive un acontecimiento de esta envergadura, pero será la primera oportunidad para el nadador de Marzagán.
Rojas, subcampeón de Europa en 50 metros mariposa S6 en Funchal en 2016 y en Dublín en 2018 y cuarto en el Mundial de México en 2017, recoge los frutos a muchos años de sacrificio, de perseverancia y de humildad.
«Todos los que han estado en Juegos me dicen que no voy a vivir una experiencia parecida, que no es como un Campeonato del Mundo ni de Europa, sino que aquí es todo a lo grande», expone a este periódico.
El entrenador y nadador del CN Aguacan y del Enagracan, de 28 años y con una hemiparesia lateral izquierda, tiene muy claro que «hay que disfrutarlo porque no sabes si pueden ser los primeros e incluso los últimos. Estoy con ganas de disfrutar de cada momento y de que salga lo que Dios quiera. Es un premio y estaremos en la lucha por las medallas. Será muy interesante, pero voy con muchas aspiraciones».
Rojas, quien se quedó a las puertas de los pasados Juegos de Río en 2016, reconoce que «han sido cuatro años de mucho sacrificio desde que estuve a las puertas de Río y, quieras o no, es el premio a todo. Y más esta temporada que se ha hecho larga con la pandemia».
«Ha salido todo a pedir de boca y, sinceramente, ahora me veo por estar luchando en la siguiente. Mi idea era Tokio y dejar la alta competición, pero ahora tengo ganas de llegar hasta París porque, al final, se darán otras situaciones como que esté la familia y que haya gente. Eso también me ilusiona», añade.
Una preparación a conciencia
El nadador grancanario, que competirá en la prueba de 50 metros mariposa el día 30 y que está pendiente de saber si lo hará con anterioridad en la competición 4x50 libres mixtos, consiguió bajar de los 33.56 segundos para acudir a Tokio, firmando una marca de 33.30 en Tenerife, donde selló el billete, y ya recorre cada rincón de la Villa Olímpica para saborear cada instante y vivir una emoción que será para siempre.
«Sabíamos que estos días iba a llegar el momento de tener un mejor rendimiento y hemos bajado la carga de los entrenamientos. El 30 es la prueba y da tiempo de corregir detalles y llegar bien a ese día».
Rojas trabajó a conciencia en la isla antes de unirse a la delegación española en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona del 5 al 19 de este mes.
«Ha sido intensa, al final se hizo hasta larga porque todos estamos deseando que llegue el momento. Han sido dos semanas con PCR, con controles, con cuidado porque quien diera positivo se quedaba en casa. Y la verdad es que los últimos días salieron buenos entrenos y estamos con muchas ganas. Hemos entrenado a las cuatro, a las cinco, a las seis y a las siete de la mañana para aclimatarnos. Estamos afinando porque estoy convencido de que ha ido bien la cosa. Quiero vivir la experiencia a tope», relata el participante en el grupo de parálisis cerebral.
Rojas rememora un camino repleto de obstáculos para llegar a tocar el cielo a finales de este mes en la piscina olímpica del Centro Acuático de la capital nipona.
«En diciembre estaba muy lejos de la marca. Pusimos las cosas en su sitio, dimos un cambio en los entrenamientos y salió todo a pedir de boca. La verdad es que estoy muy contento por esa parte, ya que el trabajo por lo menos ha tenido sus frutos», sostiene, al tiempo que desliza que «ahora mismo en la prueba de 50 mariposas estamos los nueve primeros en poco margen y va a ser una final muy apretada. Todos vamos a tener posibilidades y será una final bastante bonita».
El relevo «para quitar los nervios»
Acecha esa final de 50 metros mariposa, pero no descarta un relevo 4x50 que le motiva sobremanera. Y no es para menos.
«No se sabe. Se decidirá aquí porque depende de cómo estemos. Me encantaría porque es antes de mi prueba principal y sería entrar en competición, quitarme los nervios y disfrutar de un relevo también es algo bonito», manifiesta.
Llegó su momento. Mucho que disfrutar y poco que demostrar. Un guerrero con mayúsculas, con una capacidad de trabajo incalculable y un motivo de orgullo para siempre.