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PEDRO REYES
Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 29 de enero 2021
Cuando los emigrantes grancanarios Guillermo Moreno y Celestina Rivero- con una calle en Santa María de Guía a su nombre por la labor que ejerció de partera- tuvieron en la provincia de Oriente de Cuba, en el año 1924, a uno de sus hijos, Santiago, nunca se imaginaron que aquel chiquillo inquieto sería en el futuro un buen luchador. Regresaron a la isla y se establecieron en su pueblo natal con sus hijos, todavía niños.
Santiago Moreno, Cubanito I, no tuvo categoría de puntal, pero estaba siempre detrás de ellos, guardando la espalda. Era el hombre encargado de subir las luchadas para que los puntales la remataran. Estuvo a la vera de muchos de los grandes: El Pollo de Anzo, Artillero, El Faro de Maspalomas o Abel Cárdenes, entre otros.
Además de bregador, fue árbitro y acabó de mandador, aunque estando ya en el Unión Sardina, y con buenas campañas ,al no tener titulación para poder entrenar, tuvo que dejar el equipo.
De pequeño era muy activo y ya participaba a principio de los cuarenta en las luchadas que se celebraban entre los jóvenes de Guía y Gáldar . Para el resto de la isla se descubrió en el Campo España en 1943 en una luchada Norte-Sur, mostrando buenas dotes, como ya había hecho en las de las fiestas de Guía donde era un habitual.
El nuevo equipo de Los Guanches, de Arucas, decidió ficharle ese año por sus buenas evoluciones.
Se convirtió rápidamente en un luchador de la media alta, a la sombra de los puntales pero estuvo, por su calidad, en muchas convocatorias para las luchadas norte sur que se celebraban en Gran Canaria.
En 1946 deja los Guanches y con otros luchadores de la localidad como Salvador Diaz, Pollo de Anzo, Víctor Almeida, Artillero, o Manuel González, Guajiro, integraban el recién equipo creado del Ajódar que a la postre sería en ese año subcampeón de Canarias, título que lograría en el año siguiente ante el Tinguaro tinerfeño en la final, además dela añadido de campeones insulares.
El ayuntamiento guiense le daba a los componentes de ese conjunto la medalla de oro de la ciudad en el año 2009 , al ser el mayor éxito luchístico de un equipo del municipio en su historia y con anterioridad, en 1999, tuvo con los veteranos de Guía , otro reconocimiento público por parte de dicho consistorio. Todos le respetaban y reconocían su legado de manera explícita y con los máximos honores.
La prensa tinerfeña alabó la actuación de Santiago Moreno en la final regional y así lo recogía la revista Lucha Canaria. Además, la mencionada publicación, en su número de enero de 1948, y hablando del Ajódar , escribía Nogarraspe, que «en su estado mayor estaban, entre otros, Santiago Moreno, Cubanito I , un artista de la lucha».
Su fichaje en 1949 por el Tumbador del Puerto de la Luz también fue noticia por la gran alegría que se llevaron los capitalinos, al tener al Faro de Maspalomas y al Pollo de Arrecife como hombres decisivos y Cubanito como lugarteniente. Un equipo legendario a juzgar por la magnitud de sus integrantes.
Posteriormente recaló en el Rumbo, donde ganó la Copa Presidente con Abel Cárdenes de puntal y de ahí fue al San Gregorio de Telde, donde continuó su trayectoria.
En 1960 vuelve al Ajódar para acabar su carrera como luchador en el Vencedor de su municipio adoptivo. Ahí luchó con un joven Juan Serrano. «Era una buena persona y muy buen luchador, muy socarrón y bromista. Tengo muy buenos recuerdos de él. Luchaba muy bien de cadera, burra y traspiés», algo que confirma su hija menor, Araceli. «Tiraba tanto de cadera, que de mayor se tuvo que operar de ella», recuerda con nostalgia.
La ropa de brega la cambió por el silbato y fue colegiado de importantes luchadas como la final del Torneo de la Granja en 1967 o el I Campeonato de España de lucha en Tenerife. Deja el arbitraje en 1972 cuando por la nueva normativa de la edad le impiden seguir.
En 1975, en el López Socas, recibe un homenaje dentro de un grupo de luchadores veteranos entre los que se encontraban el Faro de Maspalomas o el Pollo de Buen Lugar, entre otros protagonistas.
Araceli cuenta que era tan estricto arbitrando que llegó a extremos inéditos: «En una luchada, llamó a la Guardia Civil- curiosamente era su hermano Felo Moreno- para expulsar a un espectador que le estaba increpando y resultó ser su padre Guillermo».
Como mandador, otra de sus facetas, pasó por numerosos equipos como el Kruger de Gáldar. Allí Juan Bolaños coincidió con él y le recuerda de la mejor de las maneras: «Era un hombre de mucho carácter y un entendido de la lucha. Era muy exigente con todos los luchadores ya sea el puntal o el más joven. Cuando entrenó en Sardina, me hablaron muy bien de él».
Araceli Moreno abunda sobre la figura de Cubanito: «Una vez nos comentó que, entrenando en Moya, el puntal no quería hacer los ejercicios como los demás y el día de la luchada, lo dejó fuera. Para él todos eran iguales y debía ser justo con todos los luchadores».
Además del equipo galdense y el Moya, también fue mandador del Buen Lugar, Unión Sardina y Ramón Jiménez. En La Atalaya de Guía donde vivía, entrenó a los jóvenes del barrio y del colegio durante un tiempo hasta que lo tuvo que dejar, antes de su fallecimiento en el año 2007.
Su último homenaje, ya a título póstumo, fue en 2012: el torneo de lucha escolar del municipio de Guía adoptó su nombre en reconocimiento a su valiosísima labor con la base y en pro del deporte en el que se ganó un lugar para el recuerdo.
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