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Fin de curso en Manresa. El Herbalife Gran Canaria, al alza tras sus últimos tres triunfos consecutivos ante Urbas Fuenlabrada, Acunsa GBC y Coosur Real Betis, visita este mediodía (13.15 horas, MD1) la guarida de un BAXI mermado por las bajas, pero igualmente fiero a las órdenes de Pedro Martínez, el extécnico del Granca que tiene metido a su equipo en la lucha por alcanzar un puesto en la Copa del Rey (es 10º con 7 triunfo y 7 victorias).
No contará para la cita de hoy Martínez con piezas cotizadas en su rotación como Makai Mason y Guillem Jou, ambos lesionados. Sí estará Matt Janning, recién aterrizado en tierras catalanas y que podría debutar si lo estima un Martínez que ayer mismo avisaba de que «está fuera de forma después de la operación que tuvo y de tanto tiempo sin competir».
A pesar de los contratiempos, cuenta el expreparador de los claretianos con una rotación con suficiente calidad pa ponerle las cosas muy difíciles a la mejor versión amarilla. Especialmente está rindiendo a gran altura el pívot estadounidense Scott Eatherton, que se estrena este curso en la exigente ACB y lo está haciendo con valoraciones de lujo.
También estarán Eulis Báez, el dominicano que no necesita ningún tipo de presentación por su brillante pasado amarillo, Rafa Martínez, Jonathan Tabu, Juampi Vaulet o Dani Pérez, artillería, experiencia y calidad de sobra a la órdenes de un Pedro Martínez especialista en sacar el máximo rendimiento a sus guerreros.
Pero nada ni nadie le puede dar miedo a estas altura a un Herbalife revitalizado y con refuerzos de lujo. Fisac cuenta, si así lo estima, con sus nuevas piezas para la batalla en Manresa. Clark, y Kilpatrick ya son dos más en una rotación cada día y jornada más equilibrada, donde todos suman y que la defensa al límite exhibida en sus últimas citas es toda una garantía de triunfo.
De sumar también en la guarida manresana, el Granca confirmaría que está de vuelta. Ganar a tres de sus rivales directos por alejarse de los puestos de descensos le ha servido para darse un respiro pero tanto el equipo como la afición quieren más. Por ejemplo un triunfo sólido ante uno de los que no están abajo. Y ese es el último reto del maldito 2020.
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