Dos sacudidas consecutivas para agitar el látigo de Jaka Lakovic con este Granca
Baloncesto ·
El técnico expresa su disgusto con el rendimiento del equipo en la doble salida a Cataluña y en puertas de un calendario infernalDos derrotas consecutivas lejos del Arena, ante Girona (88-64) y Joventut (89-75), y con formas que no han gustado para nada a Jaka Lakovic («debemos ponernos las pilas, trabajar y mejorar») han devuelto al Granca a la casilla de salida. Estos dos correctivos han venido marcados por la flojera generalizada del equipo que, pese a algunos picos respetables, ha estado muy por debajo de sus adversarios, sin esa vena competitiva que el entrenador considera innegociable. A la pésima tradición reciente como visitante (doce derrotas en las últimas catorce salidas en el ámbito doméstico) se une un bajón considerable en las prestaciones del grupo, que brilló en la jornada inaugural frente al Baxi Manresa (97-92) y proyectó unas expectativas a corto plazo que en absoluto se han cumplido.
Y el castigo es el que es: posicionamiento en la parte baja de la clasificación y un calendario inmediato de cuidado: Unicaja y Barcelona en casa, con escala intermedia en la Eurocup, cuya defensa del título arranca este miércoles en Grecia y con el Aris de Salónica y tendrá continuidad la semana que viene recibiendo al Ratiopharm Ulm.
Cuatro partidos comprimidos en apenas once días (la única ventaja es que los tres últimos son sin moverse de Gran Canaria evitando el desgasta añadido de los viajes) y que, sin duda, van a poner a prueba la armadura claretiana.
Lakovic no se ha cortado a la hora de hablar alto y claro a propósito de su disgusto con lo que le ha tocado ver en los últimos días en la doble comparecencia en Cataluña. Si en Girona tiró con bala tras la naufragio de los suyos («no tuvimos ni el 50% de la agresividad, intensidad y deseo del rival»), en Badalona tampoco se mordió la lengua («el Joventut fue mejor de principio a fin»), además de aludir a la mencionada necesidad de «ponerse las pilas».
Mensajes con intención
Mensajes directísimos a sus jugadores en forma de lamento por haber facilitado a los adversarios la tarea pero que, a la vez, confía en que obren la necesaria autocrítica y permita una versión más aseada en lo que viene.
Para empezar, jugar en Grecia tiene lo que tiene y no está el Granca para más deslices. Y, sin solución de continuidad, luego toca medir fuerzas con un Unicaja que no requiere presentación alguna como vigente campeón de la Copa del Rey. Partidos con mucho que ganar y, también, con mucho que perder.
La primera medida correctora impone ajustar mejor en la pintura. No es sostenible el proyecto con la media de 89,6 puntos recibidos por partido y que suponen una invitación en toda regla a que el contrario percuta por ahí. A partir de la defensa, dogma sagrado para cualquier técnico, debe empezar a desplegarse el potencial ofensivo de un Granca capacitado, de sobra, para hacerlo mucho mejor que en sus recientes actuaciones.
En el club asumen que se está en el inicio del calendario y que Lakovic va a manejar urgencias e imponderables con la maestría que ya tuvo el curso pasado. Por lo pronto, la sanación de la herida pasa por mostrar con el Aris que hay capacidad de reacción sin más coartadas y no dilatar el necesario resurgir con juego y resultado.
Y como esto no para, la oportunidad de revancha llega ya. Justo lo que se necesita en coyunturas de este tipo.