El vuelo sin retorno de Santi Aldama
Mundial ·
El jugador grancanario exhibe su enorme potencial en su primer Mundial con la selección española absoluta | Un motivo de orgullo y de optimismo de cara a las próximas competiciones
Presente y futuro para deleitar. Talento, trabajo y galones para poder liderar a España -vigente campeona de Europa y, hasta este domingo que tendrá lugar la final, del Mundo también- en las próximas citas internacionales. Santi Aldama Toledo (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de enero de 2001) destacó en su primera participación en un Mundial a las órdenes de Sergio Scariolo. Un sueño hecho realidad. Toca continuar soñando.
El interior formado en el colegio Canterbury Lions antes de emprender su periplo universitario norteamericano en los Greyhounds de la Universidad de Loyola Maryland, de 22 años y 2,13 metros de altura, no estuvo en el pasado Eurobasket por decisión de los Memphis Grizzlies -la franquicia de Tennessee priorizó llevar a cabo un trabajo individualizado ese verano tras su primer ejercicio en la NBA-, pero no faltó a la cita mundialista compartida en los países de Filipinas, Japón e Indonesia. Y lo hizo para quedarse tras exhibir su enorme potencial y demostrar que puede convertirse en una pieza capital de cara a proseguir en la lucha por las medallas.
Santi Aldama creció desde la rotación del preparador transalpino, promediando 11,2 puntos, 4,2 rebotes y 13 créditos de valoración en los cinco compromisos jugados entre la primera y la segunda fase en el Indonesia Arena -Costa de Marfil, Brasil, Irán, Letonia y Canadá-. Su partido con menos minutos fue en la dura y decisiva derrota contra Letonia (69-74), donde apenas estuvo siete minutos sobre el parqué.
Sin embargo, brilló dos días después contra Canadá en un choque trascendental para decidir qué equipo accedía a los cuartos de final. A pesar de la derrota y de la eliminación de la vigente campeona (85-88), el jugador isleño aportó 20 puntos -con cuatro de siete en triples-, dos rebotes y 18 créditos de valoración en los casi 25 minutos que jugó.
El interior de los Memphis Grizzlies, de 22 años solo, presentó sus credenciales en la rotación de Scariolo para ser una pieza capital
Una tarjeta espectacular que no fue suficiente para avanzar a la ronda de los cruces, pero puso de manifiesto que se encuentra en un vuelo sin retorno para dejar huella en el baloncesto internacional y español. Hay motivos y argumentos para crecer y creer.
«Merecía la pena estar aquí»
Sus padres Santi Aldama y Eli Toledo, su hermano Miguel, su novia Pilar y su madre y su tío Santi Toledo disfrutaron de sus hazañas en el Indonesia Arena.
«Hemos venido para apoyarlo y verlo en directo porque creemos que era una ocasión que merecía la pena hacerlo. La verdad es que estamos muy contentos, en los partidos va igual que el equipo, poco a poco buscando su sitio porque es normal al ser su primera vez con la selección absoluta», argumentó su padre Santi Aldama Alesón, exjugador del Club Baloncesto Gran Canaria (1995-1997), campeón de la Copa del Rey con el CAI Zaragoza en el CID en 1990 y olímpico con España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, a este periódico el pasado jueves.
