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Alberto Rubio
Madrid
Jueves, 13 de junio 2024, 11:50
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Los Boston Celtics están a un paso de ganar su decimoctavo anillo. Con la victoria de anoche en Dallas, 99-106, ganan el tercer partido de las Finales de manera consecutiva (3-0). El próximo encuentro, en la noche del viernes al sábado, puede ser el definitivo y poner el punto final a la temporada en la NBA. A pesar de no poder contar con Kristaps Porzingis, Jayson Tatum, con 31 puntos, y Jaylen Brown (30) superaron a unos Dallas Mavericks muy desafortunados. En una de las peores noches de Luka Doncic, que terminó el partido expulsado por faltas, Kyrie Irving fue el único de los texanos que mostró algo de orgullo. Con el chip cambiado tras dos primeros partidos desastrosos, terminó con 35 puntos que no fueron suficientes contra unos Celtics que fueron muy superiores.
Durante la primera mitad se pudo ver a unos Mavericks muy enérgicos. Salieron en tromba, marcando desde el primer momento gran ritmo, en donde Irving y Doncic tuvieron un gran acierto. Este sí era el Kyrie Irving que LeBron James había nombrado como el mayor talento de la historia. El esloveno, con 13 puntos, completó el único cuarto fiel a su esencia. En este primer periodo los texanos también consiguieron la mayor ventaja sobre Boston en todas las Finales, con un +11.
A pesar de los errores en los triples, los Celtics consiguieron mantenerse en el encuentro. De la mano de un Tatum que por momentos lució como el verdadero jugador franquicia. Al igual que a Irving, el oxígeno de Texas también benefició a un Tatum que en todas las Finales había sido el segundo o tercer espada de su equipo, terminando con 20 puntos al descanso. Antes del intermedio, el equipo de Mazzulla acortó distancias sin mucho esfuerzo, con el codo apoyado en la ventanilla.
Hasta este momento el partido había estado realmente igualado. Sin embargo, en cuanto los Celtics apretaron un poco el acelerador se vio la distancia real a la que están los dos equipos. Con un ritmo machacón, constante, dejándote atrás cuando te despistas por un momento. Fue el turno de Jaylen Brown, que dominó ambas partes de la cancha, con 15 puntos y una gran defensa sobre Doncic, agotado en este punto del partido. Brown con un mate a modo de sentencia, dejó a los Mavs muy tocados, casi pidiendo la hora. Boston cerró el tercer período con la máxima diferencia del encuentro, +21.
El último cuarto fue el del honor para Dallas. Con leyendas de Dallas como Dirk Nowitzki y Emmit Smith en la grada, los Mavericks tiraron de orgullo y bravura. En un milagroso parcial de 20-2 en apenas 5 minutos de cuarto, consiguieron acercarse a tres puntos de los Celtics. PJ Washington apareció por primera vez en todas las Finales, y Kyrie Irving se puso el manto de estrella que Doncic había dejado. El esloveno, muy frustrado, culminó el desastroso partido con varias pésimas decisiones en ataque y dos infracciones que le sentenciaron. Cuando más lo necesitaban, acabó expulsado por faltas y totalmente desesperado. Los Mavericks tuvieron varias oportunidades para rematar la remontada, pero no aprovecharon los tiros y finalmente se quedó en nada.
Los Celtics consiguen una tercera victoria y prácticamente tienen el anillo en sus manos. Nadie en la historia ha conseguido remontar un 3-0 en contra. Lo más parecido fue el 3-1 que remontaron en 2016 Lebron James y sus Cavaliers a los Warriors de Stephen Curry. En una noche en donde la liga estaba de luto por el fallecimiento de Jerry West, a los Celtics solo les queda uno más para igualar en campeonatos a los Lakers del logo de la NBA.
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