Un grupo de árbitros pide a la Federación Canaria de Baloncesto que suspenda a un jugador por incitar a la violencia

En concreto, lo acusan de un comportamiento que incita a la violencia contra los árbitros.

Según el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, el denunciado compitió como jugador del CB Tacoronte en la Fase Final a Ocho de la 1ª División Nacional Masculina de la Temporada 2022/2023, disputada durante los días 26 a 28 de mayo en el municipio de Tacoronte, en la que participaron los ochos árbitros que suscriben la denuncia y en el que su equipo perdió la final de dicha competición frente a Evecan LPGC.

Durante la noche del pasado lunes día 29 de mayo al martes día 30 de mayo de 2023, el denunciado publicó en la sección de 'historias' de su perfil personal de la red social Instagram, «con carácter público y sin limitar la audiencia del mismo exclusivamente a sus seguidores, sino mostrándolo de forma visible para todos los usuarios de la citada red (tanto a través de navegadores de Internet como de la aplicación específica de smartphone), un vídeo en el que golpea con toda su fuerza una pelota de goma de una máquina recreativa de boxeo, incluyendo en el vídeo el texto sobreimpreso 'Pensando en los árbitros de la fase', de este modo simulando que lo hacía sobre la cabeza de los árbitros que suscriben, que habían participado en la Fase Final a Ocho que el denunciado disputó 48 horas antes».

Este vídeo circuló, además de en la citada red social, «por otras redes de mensajería instantánea tales como WhatsApp, a través de la que llegó al conocimiento de los árbitros que suscriben» la denuncia.

Los árbitros entienden que la conducta relatada reviste los caracteres de la infracción muy grave prevista en el artículo 54.1 del Reglamento Disciplinario de la Federación Canaria de Baloncesto, concretamente los siguientes apartados: «D) Las declaraciones públicas de directivos, técnicos, árbitros y deportistas o socios que inciten a sus equipos o a los espectadores a la violencia. G) Los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos, cuando revistan una especial gravedad. Asimismo, se considerará falta muy grave la reincidencia en infracciones graves por hechos de esta naturaleza. N) La organización, participación activa o incentivación o promoción de la realización de actos notorios y públicos de carácter racista, xenófobo o intolerante cuando revistan una especial trascendencia o atenten a la dignidad, decoro o ética deportiva».

Agregan en la denuncia que, según se recoge en la página web de la Federación Española de Baloncesto, el jugador denunciado atesora una larga trayectoria deportiva al más alto nivel, por lo que «no se trata de un jugador novel, inexperto o inconsciente de sus actos, sino de un deportista adulto con 8 temporadas consecutivas en las máximas categorías del baloncesto español, conocedor de las consecuencias de sus actos y plenamente responsable de la repercusión que tendría difundir a través de internet un vídeo suyo, junto a otros jugadores de su equipo, simulando golpear la cabeza de los árbitros que suscriben».

Asimismo, prosigue la denuncia, «la Fase Final que el jugador denunciado disputó, a cuyos árbitros simula agredir en el vídeo, finalizó 48 horas antes de que éste decidiera publicar el vídeo en su perfil social en régimen disponible para todos los usuarios, por lo que no se trata de una reacción espontánea en un momento de tensión, sino de una declaración pública visual que incita a la violencia contra los árbitros que suscriben, y que conllevó la debida planificación de su acción para generar el mayor daño posible. Así, el denunciado, carente de toda ética deportiva, ilustró el vídeo con emoticonos burlescos que han incrementado la ofensa y lo editó premeditadamente antes de su publicación para introducir un texto en lugar más visible de la grabación, con la manifestación 'Pensando en los árbitros de la fase' coincidiendo con el momento en que propinaba el fuerte golpe a la máquina de boxeo».

«La participación activa del denunciado en los hechos descritos», prosigue el escrito, «denota un carácter intolerante de especial trascendencia al ser dirigido también contra árbitras mujeres jóvenes, con una complexión física mucho menor que la de este deportista corpulento, así como contra árbitros masculinos, todos ellos sometidos jornada tras jornada a insultos, expresiones de menosprecio e intentos de agresión por participantes y espectadores, por el mero hecho de realizar una práctica deportiva en su condición de árbitros».